miércoles, 29 de mayo de 2013

Homenaje al pintor hidalguense Leo Acosta



El reconocido pintor hidalguense Leo Acosta recibirá un homenaje por su amplia trayectoria en las artes plásticas, dentro de las actividades del Festival cultural “Alfajayucan Vive”, que se llevará a cabo del 30 de mayo al 2 de junio  en el municipio de Alfajayucan.

El Consejo Estatal para la Cultura y las arte de Hidalgo y el Consejo Promotor del Centro de Desarrollo Cultural de Alfajayucan realizarán una exposición homenaje a uno de los hombres más importantes que ha dado Hidalgo en materia artística, que será inaugurada durante la primera jornada del festival, el jueves 30 de mayo a las 17:00 horas dentro del atrio de la iglesia de San Martín Obispo.

Leo Acosta es uno de los grabadores, pintores y litógrafos más reconocidos de nuestro país. Su prestigio como artista lo ha llevado a presentar muchos de sus trabajos en varios países alrededor del mundo. En la industria gráfica es célebre por ser uno de los pocos impresores que aún estampa sobre piedra.

Las piezas que conforman la exposición La planta de los dioses dan cuenta del trabajo que ha realizado el maestro Leo, quien después de una larga y fructífera trayectoria como litógrafo, ha decidido trasladar, mediante la pintura, su entendimiento de la plástica al lienzo.

En entrevista, Leo Acosta mencionó: “El  arte es una fiesta, una inagotable fuente de placer que día con día comparte con todos aquellos que lo rodean. Aún persisten aquellos hedonistas que saben que el gozo inteligente también es una forma de enfrentar a la barbarie”.

La obra de este creador mexicano y universal parece compartir ciertos conceptos del pensador francés George Steiner, en lo que respecta a los dos movimientos principales que se dan en el acto de la creación artística: del espíritu: interpretación (hermenéutica) y valoración (crítica, juicio estético). Ambos movimientos son estrictamente inseparables. Interpretar es juzgar, y Acosta lo sabe.

“Al seguir produciendo obra tengo la certeza de continuar comunicando mi personalísima forma de comprender al mundo, de dejar un testimonio convertido en memoria colectiva a través de una muy honrosa manera de vencer al olvido”, comentó Leo Acosta.

Este pintor nació en Alfayucan en 1932, es también un litógrafo sensible, que presenta las formas, presididas por el impulso gestual, es a veces violento y agresivo: otras, lírico y entusiasta, tiene la espontaneidad silvestre y la efusiva alegría del arte popular. Sus grabados y litografías se muestran como las actas de su evolución, con su biografía espiritual, es decir, su historia real.

De 1955 a 1960 estudió en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura. Al finalizar su carrera cursó la de maestro grabador en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Perfeccionó sus conocimientos sobre litografía durante 1969 y 1970 en el taller de Henri Deprest en París, al disfrutar de una beca otorgada por el OPIC, organismo dedicado a la promoción internacional de la cultura. En 1965 fundó el taller profesional de grabado de La Esmeralda, del Instituto Nacional de Bellas Artes. Ha ejercido la docencia, iniciándose como profesor de litografía en la Universidad de Guanajuato. En 1974 puso en marcha su propio taller de litografía con un tiraje de Francisco Corzas. Ha participado en colectivas de grabado con los grupos "Nuevos Grabadores", el "Equipo 7" y la Sociedad Mexicana de Grabadores.





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