El reconocido
pintor hidalguense Leo Acosta recibirá un homenaje por su amplia trayectoria en
las artes plásticas, dentro de las actividades del Festival cultural
“Alfajayucan Vive”, que se llevará a cabo del 30 de mayo al 2 de junio en el municipio de Alfajayucan.
El Consejo Estatal
para la Cultura y las arte de Hidalgo y el Consejo Promotor del Centro de
Desarrollo Cultural de Alfajayucan realizarán una exposición homenaje a uno de
los hombres más importantes que ha dado Hidalgo en materia artística, que será
inaugurada durante la primera jornada del festival, el jueves 30 de mayo a las
17:00 horas dentro del atrio de la iglesia de San Martín Obispo.
Leo Acosta es uno
de los grabadores, pintores y litógrafos más reconocidos de nuestro país. Su
prestigio como artista lo ha llevado a presentar muchos de sus trabajos en
varios países alrededor del mundo. En la industria gráfica es célebre por ser
uno de los pocos impresores que aún estampa sobre piedra.
Las piezas que
conforman la exposición La planta de los dioses
dan cuenta del trabajo que ha realizado el maestro Leo, quien después de una
larga y fructífera trayectoria como litógrafo, ha decidido trasladar, mediante
la pintura, su entendimiento de la plástica al lienzo.
En entrevista, Leo
Acosta mencionó: “El arte es una fiesta,
una inagotable fuente de placer que día con día comparte con todos aquellos que
lo rodean. Aún persisten aquellos hedonistas que saben que el gozo inteligente
también es una forma de enfrentar a la barbarie”.
La obra de este
creador mexicano y universal parece compartir ciertos conceptos del pensador
francés George Steiner, en lo que respecta a los dos movimientos principales
que se dan en el acto de la creación artística: del espíritu: interpretación
(hermenéutica) y valoración (crítica, juicio estético). Ambos movimientos son
estrictamente inseparables. Interpretar es juzgar, y Acosta lo sabe.
“Al seguir
produciendo obra tengo la certeza de continuar comunicando mi personalísima
forma de comprender al mundo, de dejar un testimonio convertido en memoria colectiva
a través de una muy honrosa manera de vencer al olvido”, comentó Leo Acosta.
Este pintor nació
en Alfayucan en 1932, es también un litógrafo sensible, que presenta las
formas, presididas por el impulso gestual, es a veces violento y agresivo:
otras, lírico y entusiasta, tiene la espontaneidad silvestre y la efusiva
alegría del arte popular. Sus grabados y litografías se muestran como las actas
de su evolución, con su biografía espiritual, es decir, su historia real.
De 1955 a 1960
estudió en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura. Al finalizar su carrera
cursó la de maestro grabador en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Perfeccionó sus conocimientos sobre litografía durante 1969 y 1970 en el taller
de Henri Deprest en París, al disfrutar de una beca otorgada por el OPIC,
organismo dedicado a la promoción internacional de la cultura. En 1965 fundó el
taller profesional de grabado de La Esmeralda, del Instituto Nacional de Bellas
Artes. Ha ejercido la docencia, iniciándose como profesor de litografía en la
Universidad de Guanajuato. En 1974 puso en marcha su propio taller de
litografía con un tiraje de Francisco Corzas. Ha participado en colectivas de
grabado con los grupos "Nuevos Grabadores", el "Equipo 7" y
la Sociedad Mexicana de Grabadores.
“Este
programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido su uso
para fines distintos a los establecidos en el programa.”
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