viernes, 6 de noviembre de 2020

Benedetti por Serrat


Era tal vez la primera parte de 1989. Yo salía del “bronch” dominical con mis padres y mi hermano. Era uno de esos restaurantes americanos con jorongo, menú mexicano y nombre de entrada a una hacienda. Siempre que nos acercábamos a la caja de uno de esos lugares yo hacia girar el carrusel de libros que se encontraba a un costado. Lo hacía con la esperanza de encontrar un título que llamara mi atención. Por ese entonces mis intereses lectores estaban enfilados a la poesía, había leído los únicos cuatro poetas que habitaban la biblioteca de mi padre: Neruda, Luis Villoro, Gorostiza y López Velarde. En una de esas vueltas el carrusel de acrílico me ofreció una portada verdeazulada que vociferaba un título por demás elocuente: “Poemas de la oficina y del hoy por hoy”. De inmediato lo tomé y le pedí a mi padre que me lo comprara; él que nunca regateo nada a sus hijos y menos cuando se trataba de libros, dijo sí de inmediato, no sin hacer una mueca al notar que el libro contenía poemas (nunca ha sido un gran lector de poesía). Pasé la tarde de aquel domingo devorando el ejemplar, el cual no era muy voluminoso, por el contrario, su delgadez me permitió regodearme en lo que dentro encontrar, a uno que se volvió mi poeta favorito de inmediato: Mario Benedetti.

Una de las pocas cosas loables que nos trajo este 2020 ha sido el centenario del natalicio del uruguayo, quien sin duda es uno de los poetas más importantes de nuestra lengua. Cultivo todos los géneros literarios: la poesía, la prosa, la dramaturgia y el ensayo. Lo hizo con ahínco y brillantez. Sus lectores se cuentan por multitudes y el cariño que se le prodiga dio pie a que el catorce de septiembre (su cumpleaños número cien) las redes sociales se inundaran de múltiples muestras de afecto y celebraciones. De todas ellas, una de las mas significativas fue la que hizo su casa editorial en la última etapa de su vida, Alfaguara, con la edición de una antología de su poesía, la cual se presentó en la sede del Instituto Cervantes en Madrid el mero día del centenario.

En sí misma, la antología tiene un gran valor, pero adquiere una significación mayor por quien la confeccionó; Joan Manuel Serrat hizo la selección y el prólogo. En ella se encuentran los 145 poemas (y un puñado de haikus) que para el catalán son los más significativos del vate uruguayo. Serrat hubiera querido que fuera más amplia “pero las dimensiones del volumen dictan su rigor”, dice. Joan Manuel nos cuenta que la poesía de Mario está íntimamente relacionada con sus andanzas biográficas y descubre un zurcido oculto en la obra del poeta más leído y cantado de Iberoamérica. Divide la obra en tres partes: la primera, titulada “La nostalgia provoca exilio”, contiene los libros publicados entre 1948 y 1973; la segunda, “El exilio provoca nostalgia” con poemas de 1973 a 1984; y la tercera, “El desexilio” que abarca los últimos 22 años de producción poética, entre 1986 y 2008.

En cada sección, se aprecia la voz inconfundible del poeta, su inteligencia y humor, con una selección que deja ver las distintas aristas con que abordó durante toda su vida sus temas fundacionales: el amor, la memoria, el exilio, la muerte. Se va notando la evolución de un estilo cotidiano, diáfano y honesto que nunca sucumbió a las corrientes y a las modas literarias; sostuvo la pluma con temple para surcar la literatura latinoamericana con viento en popa, profundizando siempre en el más humano de nuestros resquicios interiores.

A mi gusto, a la selección del Catalán sólo le falta un poema, “Asunción de ti”, aquel que cierra el primer libro de Mario: “Quién hubiera creído que se hallaba / sola en el aire, oculta, / tu mirada (…)”. Pero por definición, toda antología estará incompleta y será un pretexto para ir en pos de aquellos textos que nos marcaron, no solo en la juventud, también en la adultez donde todos nos azoramos por los golpes de timón que da la vida, dejando en claro que cada día se lucha, como hizo Benedetti, por vencer, no a la muerte, ya quisiéramos, sino al olvido. Sumergirse en este libro es la mejor celebración a su vida; a través de su obra.