viernes, 13 de mayo de 2016

Garibay, esa senda sinuosa pero suave

Cervantes dijo alguna vez que El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. Pero, ¿puede uno leer y al mismo tiempo andar por un escritor? Por sus libros, pero también, ¿por él como persona, como autor? Ricardo Venegas demuestra que es posible en su libro “Sendas de Garibay”, aparecido el año pasado bajo el sello editorial Eternos Malabares.

En el prólogo del libro, Juan Domingo Argüelles hace referencia al gran talento de Ricardo Garibay y se pregunta dónde es que está vivo un escritor, Ahí está él, en sus libros. ¿En dónde más podría estar un verdadero escritor?

Ricardo Venegas lo sabía y pudo viajar por las lecturas y al mismo tiempo acercarse a Garibay para iniciar, tal vez continuar, un viaje que había comenzado en sus libros y que deseaba emprender también en la persona, dentro del escritor que le recibió afable pero siempre con gesto adusto (careta de una personalidad blanda, suave, afelpada, diría Santiago Genovés; como Platero, remataría Javier Sicilia).

Venegas, muy joven, enfrentó al monstro angélico (parafraseando a Alejandra Atala), para dilucidar junto con él el quehacer literario, sobre la relación que guarda la realidad con la literatura, sobre los temas que apasionaron al hidalguense y las lecturas que fueron forjando los cimientos de una de las obras más importantes, aunque marrulleramente poco reconocidas, de la literatura mexicana del siglo XX.

Con el respeto que le caracteriza a Venegas como entrevistador, pudo ir guiando la siempre desbocada manera que Garibay tenia al hablar de lo que amaba. Así pudo obtener del hombre las máximas que le guiaron como escritor: El escritor es un crítico constante, se escucha decir a Garibay en estas páginas, La literatura es el revés de la realidad, se imagina uno al escritor diciendo esto mientras azota el cigarrillo al filo del cenicero, incluso Venegas consigue sacarle algún consejo para los jóvenes, Escritor, escribe lo mejor que puedas y aquello que más te lastime. Su voz estentórea resuena en cada línea, su vehemencia y su perspicacia para acomodar ahí, en medio de una respuesta, lo que él quería que los demás supieran de su corazón y de su alma. Es el retrato hablado de un hombre que enfrenta el cabo de una existencia entregada a las letras y condenada, ya en ese momento, por un cáncer agresivo y, a la postre, implacable.

La moneda y el hombre suelen coincidir en sus facetas, así cierra Venegas la nota preliminar del libro, y congruente con su dicho, tras las entrevistas nos presenta una serie de cinco ensayos en los que aborda la obra de Garibay, donde aborda inteligentemente los andamios sobres los que está sostenida la obra “garibayesca”: las mujeres, la infancia, la venganza, la existencia de Dios, la culpa.

Este libro es pues un diario de viaje en el que Ricardo Venegas da cuenta del deslumbramiento que le provoco viajar por las letras y el interior de Garibay, mostrando una admiración merecida, pero sin que esto signifique un vasallaje ante el literato consagrado, por el contrario, le permite al entrevistador y ensayista guardar la distancia suficiente para opinar con objetividad (toda la posible ante un escritor que cautiva desde la primera página de cualquiera de sus libros) y audacia sobre una obra de la que aún tenemos mucho que aprender, como lectores y, aquellos que neceamos en ello, como escritores.

Este libro es también una oportunidad única de iniciar con Garibay como autor, aún sin haberle leído antes, pero también es una oportunidad única de reencontrar al escritor conocido, si es que ya se ha leído alguno de sus libros; en ambos casos Garibay está ahí de cuerpo entero, de palabra entera cabría decir, con sus defectos y sus virtudes, con su esencia: Hay que ser arrogante frente a los hombres (con poder o sin poder) (…) y profundamente humildes ante la tarea del trabajo, ante el oficio de escribir, porque la página que se está escribiendo es la mejor demostración de que uno es lo suficientemente inepto como para vivir avergonzado de uno mismo.


“Sendas de Garibay” de Ricardo Venegas se presenta próximo martes 17 de mayo a las 18:00hrs., con los comentarios de Josefina Estrada, Ricardo María Garibay y Luis Tovar, en el vestíbulo de la Biblioteca Central Ricardo Garibay. Ojalá podamos vernos por allá.

Antes de terminar lo invito a compartir juntos más recomendaciones literarias, acompáñeme el próximo sábado en punto de las 18:30 horas en el programa de radio “Bibliófono, literatura para escuchar”, que se trasmite por Bella Airosa Radio, 98.1 de frecuencia modulada. Hasta entonces.

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