viernes, 29 de enero de 2010

Di Benedetto gana Premio Casa de las Américas

EFE

El premio literario Casa de las Américas 2010 entregó en La Habana sus galardones a escritores de Argentina, Brasil, El Salvador y Cuba, durante la última jornada de una edición que reunió más de 430 obras de 22 países.

En esta 51 edición, el argentino Bruno Di Benedetto ganó el galardón de poesía por su libro "Crónicas de muertes dudosas", mientras que el chileno Guillermo Rivera, el panameño Javier Alvarado y el cubano Manuel García Verdecia recibieron menciones.

El premio de teatro fue para "Al otro lado del mar", de la salvadoreña Jorgelina Cerritos.

En este apartado las menciones fueron para Uruguay, con "Barbarie" de Sergio Blanco, y para Cuba, por "Las dos caras de la moneda", de Cheddy Mendizábal Álvarez.

El poemario "Approaching Sabbaths", de la trinitense Jennifer Rahim, obtuvo el galardón a la mejor obra de literatura caribeña en inglés o creol, una categoría que entregó una mención honorífica a "I name me name", del jamaicano Opal Palmer Adisa.

En la categoría de literatura brasileña el jurado se decidió por la "Aprendiz de Homero", de Nélida Piñón.

Además, se entregaron menciones para "Operación Cóndor. El Secuestro de los uruguayos", de Luiz Cláudio Cunha; "Memorias de un intelectual comunista", de Leandro Konder, y "Graciliano Ramos: un escritor personaje", de María Isabel Brunacci.

El premio especial de ensayo dedicado al "Bicentenario de la emancipación Hispanoamericana", convocado este año de manera excepcional, recayó en el cubano Sergio Guerra por "Jugar con fuego. Guerra social y utopía en la independencia de América Latina".

jueves, 28 de enero de 2010

Vallejo traducido al aimara

EFE

Algunos de los más famosos poemas de César Vallejo se podrán leer en aimara, uno de las lenguas indígenas del altiplano andino, gracias a una publicación editada en Bolivia que incluye doce composiciones del universal autor peruano también en quechua y en castellano.

"César Vallejo. Doce poemas" es el título del poemario trilingüe editado a iniciativa de la embajada de Perú en Bolivia, que será presentado públicamente, informaron fuentes de esa legación diplomática.

La traducción al aimara de los poemas de César Vallejo (Perú 1892-Francia 1938) es obra del profesor Vitaliano Huanca, coordinador del Programa de Capacitación en Idiomas Oficiales de la Escuela de Gestión Pública Plurinacional de Bolivia.

El embajador peruano en Bolivia, Fernando Rojas, explicó que no se tiene conocimiento de anteriores traducciones al aimara de la obra de Vallejo por lo que podría ser el primer trabajo en este sentido.

La traducción al quechua de estos poemas estuvo a cargo del profesor peruano Demetrio Túpac Yupanqui, director de la academia Yachay Wasi de Lima.

Entre los poemas de César Vallejo compilados en este libro figuran "Los heraldos negros" y el famoso "Piedra blanca sobre una piedra negra", que comienza con los casi proféticos versos "Me moriré en París con aguacero,/ un día del cual tengo ya el recuerdo".

La idea de elaborar este poemario trilingüe fue del embajador Fernando Rojas, con el propósito de fomentar la integración entre Bolivia y Perú y rendir un homenaje a uno de los autores peruanos más reconocidos internacionalmente.

Las ilustraciones que acompañan los poemas de Vallejo son fruto de un concurso de dibujo, que fue organizado por la embajada el año pasado y en el que participaron estudiantes de los principales centros de enseñanza artística de La Paz, en Bolivia, y de Puno, en Perú.

Además, la portada del poemario es obra del pintor y antropólogo boliviano Edgar Arandia, actual director del Museo Nacional de Arte del país suramericano.

Los 500 ejemplares editados del nuevo poemario se distribuirán de forma gratuita en bibliotecas nacionales, regionales y provinciales de colegios y universidades de Perú y Bolivia.

La presentación de "César Vallejo. Doce poemas" coincidirá con el acto de despedida del embajador Fernando Rojas, que concluirá en los próximos días su misión diplomática en Bolivia para asumir la representación de su país ante los organismos internacionales de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza).

miércoles, 27 de enero de 2010

Nace un blog hermano



Amigos, compañeros todos:


Doy aviso de la creación de un blog:


http://www.lasletrasdelfuego.com/


Me lo he regalado, para mi cumpleaños 58, sin más expectativa que la de instrumentar una manera de expresar mis urgencias, y de habilitar un espacio que reúna una obra excesivamente dispersa.


No hay afán de estampar en marquesina de brillo mi persona, sino a las causas de mis desvelos, pues me he sentido siempre un abanderado: De Solidaridad, de Amor, de Patria, de Poesía, de Hostos y de Justicia.Mis 58 años me han obligado a reconocer mi modesta estatura que no pudo encontrar un espacio en nuestro diccionario de autores.


Ayer, precisamente, el compañero José Sotero Estevo me sugería que creara mi blog, para que se pudieran hallar, sin esfuerzos, ese montón de centellas que brincan de mis pasiones. Ya está, en pañales aún, mas tengo la certeza de que irá creciendo.


--


Marcos Reyes Dávila


Director Revista EXÉGESIS


UPR-Humacao, Puerto Rico

martes, 26 de enero de 2010

IV Festival: Palabra en el Mundo

Vorto en la mondo, Palavra no mundo, Parola nel Mondo, Worte in der Welt, Rimayninchi llapan llaqtapi, Paraula in su Mundu, Cuvânt în Lume, Parole dans le Monde, Ordet i verden, Word in the world, Palabra no mundo,

Ñe’ê arapýre, Paraula en el Món, Chuyma Aru

20 al 25 de mayo del 2010

La diversidad hace más ancho el mundo

A las y los poetas que también son personas de palabra, organización y acción;

a las maestras y maestros, en la tarea de alumbrar futuros;

a las y los periodistas, que no callan verdades;

a las trabajadoras y trabajadores de la cultura, aquellos que hacen florecer los sueños.



En un principio fue la intención de mover montañas, éramos los pocos que creen que todo es posible. En la soledad de un instante de quietud o en la febril actividad de buscar un lugar posible, jutamos nuestra voz a otra y echamos a correr la palabra en busca de un eco mayor.

Desde trescientos cincuenta puntos en el planeta Tierra, hubo respuesta. Mayor que lo esperado, menor de lo necesario. Pudiéramos quedarnos en la simple contemplación o adularnos entre nosotros o pensar que lo logrado es insuperable. Preferimos la responsabilidad de continuar sumando, que la poesía tiene valor si logramos que se escuche.

En este andar hemos aprendido que la poesía es algo más que palabras: una hoja que cae, un niño sonriendo, una madre que amamanta, una copa que se alza para celebrar la amistad y el esfuerzo, un paisaje que acompaña nuestro caminar, un recuerdo, una esperanza, pero también hemos aprendido que la poesía es todo lo necesario, “lo que no tiene nombre”, lo que se puede hacer de nuevo o lo terrible; como una verdad nunca dicha, como una herida que no cierra o el azote del odio de un ser humano contra otro ser humano.

No es de lamentos ni de falsas alegrías que queremos hablar; es de diversidad, paz, aire, pan, fraternidad, agua, trabajo, amistad... las flores de la vida. Todo aquello que hace más ancho el mundo.

Llamamos a abrirle ventanas y puertas a la realidad, a inundarnos de fuerza pura, a entregar humanidad, a crecer juntos, a sumar fuerzas y acoger en cada lugar la audacia de poetizar la vida. Las formas pueden ser múltiples, la pasión una sóla: organizar en escuelas, universidades, teatros, cafés, restaurantes, anfiteatros, playas, parques, plazas, calles, casas particulares, casas de cultura, estaciones de radio, estudios de televisión, salas de conferencia, centros comerciales o donde la imaginación lo aconseje, una o muchas lecturas de poesía, que unidas a otras en distintos puntos del planeta, serán el IV Festival de Poesía: Palabra en el mundo, del 20 al 25 de mayo del 2010,( en quinientos puntos del planeta tierra.. o más.). Qué si son más, estaremos aún más cerca del lugar soñado en la fraternidad de la alegría.

Démosle una oportunidad a la Diversidad haciendo florecer la vida. Que todos sepan las razones de nuestro canto. Hagamos infinito el mundo!

Este llamado lo hace “Proyecto Cultural SUR Internacional”, “Revista Isla Negra” y el “Festival Internacional de Poesía de La Habana”, en cada lugar lo pueden asumir como suyo y trabajar en común acuerdo las más diversas entidades culturales. Lo dejamos en sus manos en la esperanza de que cada uno le agregue corazón, fuerza y razones para que la poesía sea algo más que palabras.


Vorto en la mondo (esperanto), Palavra no mundo (portugués), Parola nel Mondo (italiano), Worte in der Welt (alemán), Rimayninchi llapan llaqtapi (quechua), Paraula in su Mundu (sardo), Cuvânt în Lume (rumano), Parole dans le Monde (francés), Ordet i verden (danés), Word in the world (inglés), Palabra no mundo (gallego). Ñe’ê arapýre (guaraní), Paraula en el Món (catalán ),Chuyma Aru (aymara)...


En breves líneas


Palabra en el mundo es una iniciativa unitaria y se construye desde la participación de todos. La idea básica es que cada uno de nosotros arme una actividad poética en su ciudad, la suma de todas nos dará como resultado un Festival de Poesía En Todas Partes.

Quienes lo acojan en cada lugar, están en la plena libertad de integrarle las variantes que se estimen necesarias: música, teatro, artes plásticas, títeres, fotografía, películas, etc.

La publicidad debe llevar el encabezado:

IV Festival: Palabra en el Mundo,

Vorto en la mondo,Palavra no mundo,Parola nel Mondo, Worte in der Welt,Rimayninchi llapan llaqtapi, Paraula in su Mundu, Cuvânt în Lume,Parole dans le Monde, Ordet i verden,Word in the world,Palabra no mundo, Ñe’ê arapýre, Paraula en el Món,Chuyma Aru.

20 al 25 de mayo del 2010

La diversidad hace más ancho el mundo


y se añade la institución, el grupo, etc, que convocan a nivel local en cada punto de encuentro.

Promoción:
Todos los organizadores asumen la misión de promover entre sus contactos el Festival, en la idea de lograr la más amplia participación de público y ampliar el Festival a otras ciudades y países.

Poesía en la escuela:
Charlas de poetas en escuelas; los mismos docentes que hablen de poesía, que los chicos escriban o elijan una poesía y la ilustren; con estas ilustraciones puede montarse una muestra en la escuela o intercambiarse con otras que participen o incluso ponerla en las vidrieras comerciales de la ciudad.

Universidad:
Organizar coloquios, seminarios o conferencias, focalizando el estudio en un tema, una generación, un poeta, etc..

También proponer y realizar recitales, muestras de poesía ilustrada, actividades de estudio sobre poesía. Las secretarías de Extensión u órganos de vinculación con la comunidad ya tienen la dinámica necesaria para estas propuestas, en el espíritu de integracion: comunidad universitaria- sociedad.


Radio:
Durante los días del Festival hacer un programa o microprogramas de poesía, con poetas invitados, entrevistas, lectura, etc. Se puede también transmitir los encuentros poéticos en el marco de Palabra en el mundo.

Televisión:
Puesta al aire de un programa o serie de entrevistas a autores locales o incluso cápsulas culturales con poesía leída en el estudio o exteriores. También placas musicalizadas con audio de lectura de una poesía. Etc.

Prensa y revistas:
Los periodicos pueden publicar una página o un suplemento de poesía. Las revistas puden participar con un número especial dedicado a la poesía.

Bibliotecas:
Organizar homenajes a poetas o recitales de poesía. Difundir en esa semana, de manera especial, el patrimonio poético de la Biblioteca invitando a la lectura a la comunidad.

Jardínes Botánicos, campus universitarios, parques:
Organizar una lectura y plantar un árbol por la poesía o en homaneje a uno o varios poetas, con la idea simbólica de crear, con el tiempo, un “Bosquecito de la Poesía”, o “Bosquecito de la Palabra Poética en el mundo”, etc.

Municipios:
Muchas comunas han declarado la actividad de la ciudad en el marco de Palabra en el mundo: como de interés municipal. El interés de las autoridades culturales del municipio o la provincia se ha manifestado en varias oportunidades y esto ha ayudado mucho a los organizadores locales.
Para ser declarado de interés se realiza un simple trámite ante las autoridades de cultura con el debido tiempo de antelación. Los municipios que lo han hecho se han visto retribuidos enormemente con el éxito de cada convocatoria, que ha tenido eco en diversos medios, no sólo locales.

Compromisos:
A cada organizador se le enviará el póster promocional vía mail para que pueda ser impreso y distribuido; también – por la misma vía- el certificado de participación para los asistentes.

A cada organizador le solicitamos los siguientes datos (que serán incluidos en los programas generales y dados a difusión):
pais:
ciudad:
lugar exacto:
dia y hora:
organizadores:
poetas participantes.
Coordinador para Palabra en el mundo y mail de contacto:
Apoyos de:


Para programas de radio y tv debe agregarse:
Emisora / programa/ conductores, si tiene emisión por la web el link.


Para las escuelas:
Niveles que participan, docentes y otros datos institucionales que sean oportunos.

Cada organizador debe comunicar los avances y hacer un resumen de resultados.



¡Nada puede acallar el canto, cuando existen justas razones!

En poesía!

Un abrazo cordial

Tito Alvarado (presidente Proyecto Cultural Sur) pcsur@aei.ca

Gabriel Impaglione (director Revista Isla Negra) poesia@argentina.com

Alex Pausides (presidente Festival Internacional de Poesía de La Habana) proyectosurcuba@uneac.co.cu




domingo, 24 de enero de 2010

Hoy domngo...

aparecen en La Jornada SEmanal, dos poemas extraordinarios. Les dejo los vínculos para los interesados:

Ceniza azul y destello
de Hjalmar Flax

http://www.jornada.unam.mx/2010/01/24/sem-hjalmar.html



y

Nocturno de Charlottesville
de Cahrles Writh

http://www.jornada.unam.mx/2010/01/24/sem-charles.html

sábado, 23 de enero de 2010

Disculpen la molestia

Eduardo Galeano

Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza..¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés? El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración? ¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?

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¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?

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Según la revista Foreign Policy , Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?

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¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?

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¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?

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¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?

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¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?

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Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.

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Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?

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¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

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¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.

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Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

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En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?

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Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?

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¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?

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¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?

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Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos?

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¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?

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Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?

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Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:

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–Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.

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En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento.

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El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?

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A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.

jueves, 21 de enero de 2010

Convocatoria de poesía en Oaxaca

La Secretaría de Cultura del Estado de Oaxaca,

El H. Ayuntamiento de San Juan Bautista Tuxtepec Oaxaca

y la Asociación Cultural de Tuxtepec, Cuenca del Papaloapan.

Con la finalidad de llevar a cabo el aniversario No. 82 de que Tuxtepec se elevó de Villa a Ciudad el 5 de mayo de 1928.

CONVOCAN

A todos los poetas mexicanos por nacimiento que residan en el país a participar en el:

4º. PREMIO NACIONAL DE POESÍA

“TUXTEPEC, RÍO PAPALOAPAN”.

Bajo las siguientes Bases:

1. Los autores participantes deberán presentar sus obras escritas en español, que habrán de ser inéditas y no premiadas en otros certámenes o concursos, ni parcialmente publicadas en libros o revistas.

2. Las obras serán en verso, de tema libre y con una extensión mínima de 30 cuartillas y máxima de 60, escritas a máquina o a computadora en formato Arial 12, a doble espacio y por una sola cara, debidamente engargolados.

3. Los originales se presentarán por triplicado, bajo seudónimo o lema, sin firmar, acompañados, en un sobre cerrado adjunto, con los datos del autor, una breve reseña biográfica, domicilio, teléfono y fotocopia de sus documentos de identidad; en el exterior del sobre deberá figurar el título o lema de la obra presentada

4. La convocatoria queda abierta desde la fecha de publicación de estas Bases hasta el día 14 de abril de 2010, pudiendo entregarse los originales personalmente o remitirlos, a través de mensajería o correo certificado, a las siguientes direcciones: *Dirección de Educación y Cultura: Teatro Hidalgo, Calle Allende s/n, Esquina 5 de Mayo, Col. Centro, C.P.68300, Tel. 01 (287) 8751665, Tuxtepec Oaxaca. O *Avenida Libertad No. 56, Entre Javier Mina y Nicolás Bravo, Col. Centro, C.P. 68300, Tel. 01 (287) 8750738, Tuxtepec Oaxaca. Indicando en el sobre claramente para el PREMIO NACIONAL DE POESÍA “TUXTEPEC, RÍO PAPALOAPAN” (Quedarán excluidos aquellos trabajos entregados después de la fecha prevista)

5. El Jurado estará formado por escritores de reconocido prestigio en el campo de la literatura, cuyos nombres se darán a conocer en la ceremonia de entrega de los premios.

6. El Jurado actuará con la máxima libertad y discrecionalidad, y tendrá, además de las facultades normales de emitir el fallo y discernir el premio, otorgándolo o declarándolo desierto, las de interpretar las Bases. Sus decisiones serán inapelables.

7. El primer premio, que no podrá ser compartido, estará dotado con Treinta mil pesos 00/100 M.N. ($ 30.000.00 Pesos), Diploma y una MARIPOSA DE PLATA, emblema del Río Papaloapan.

8. El segundo constará de un diploma Honorífico y una MARIPOSA DE PLATA.

9. Los originales no premiados serán destruidos una vez fallado el Premio, conservándose así el anonimato de los autores.

10. Quedan excluidos de esta convocatoria: trabajos que se encuentren participando en otros concursos en espera de dictamen, obras que hayan sido premiadas en otro certamen, los autores o autoras que hayan recibido el primer premio en emisiones anteriores de la presente convocatoria, así como los Integrantes del Taller Literario de la Asociación Cultural de Tuxtepec “Cuenca del Papaloapan”.

11. Una vez emitido el fallo, se procederá a la apertura de la plica de identificación y se notificará al ganador. Éste se hará público el 27 de abril de 2010, siendo comunicado personalmente a los autores por la Asociación Cultural de Tuxtepec, Oax. La entrega de este 4to. PREMIO NACIONAL DE POESIA “TUXTEPEC, RÍO PAPALOAPAN” se realizará el día 5 de Mayo de 2009 a las 19:00 hrs., en el parque Benito Juárez de la ciudad y será entregado por el C. Presidente Municipal de San Juan Bautista Tuxtepec, en el marco de los festejos por el 82 aniversario de que Tuxtepec se elevó de Villa a Ciudad. La asistencia de los ganadores al acto de entrega de los premios, será requisito imprescindible para percibir el mismo.

12. Los organizadores cubrirán los gastos de hospedaje y alimentación de los poetas ganadores, tanto del primer premio y la mención honorífica, para que asistan al acto de premiación a la ciudad de Tuxtepec.

13. El hecho de concurrir a este premio significa que los autores aceptan la totalidad de las presentes Bases.

San Juan Bautista Tuxtepec Oaxaca

Enero de 2010.

martes, 19 de enero de 2010

Philip Gross gana premio TS Eliot

EFE

El profesor de escritura creativa y poeta inglés Philip Gross es el último ganador del premio de poesía TS Eliot 2009 por su colección de poemas The Water Table.

El premio, que lleva el nombre del famoso autor de Los Cuatro Cuartetos, es el mejor dotado del Reino Unido, por lo que el autor, de 57 años, recibirá 15 mil libras (24 mil 500 dólares) , según han informado sus organizadores.

Simon Armitage, uno de los tres miembros del jurado que falló el premio, afirmó que The Water Table fue distinguido porque no se trata de una simple recopilación de poemas sino por su coherencia como libro.

Armitage alabó además la "claridad" de un libro con poemas "tan bellos y cuidados que resulta difícil comprender cómo pudo mantener ese nivel de escritura a lo largo de sus 64 páginas".

The Water Table es un conjunto de poemas que inspirados en el estuario de Severn (Bristol, suroeste de Inglaterra) , que, a partir de la paradójica permanencia y el constante cambio de las aguas, aborda temas metafísicos, políticos y religiosos.

Gross, que enseña en la Universidad de Glamorgan (Gales) , se impuso a otros finalistas más conocidos como Alice Oswald, Sharon Olds o Christopher Reid.

domingo, 17 de enero de 2010

Ya vienen a buscarme

José Manuel Solá

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Ya vienen a buscarme y no quiero que noten el temblor de mis manos ni de mi vientre, contra, tal vez en media hora o dos horas, no sé, tal vez ya amanece, tal vez ya es hora y a pesar de eso sigo tratando de escribir el poema que tal vez logre dejar si es que tan sólo pudiera sostener el pedazo de lápiz que me queda (…esta noche de siglos siento el silencio inmenso de Dios sobre la tierra…) si tan sólo pudiera sacarme los recuerdos y pensar únicamente en lo que yo quiera pero ya vienen a buscarme y este temblor se va a notar, notarán el tiritar de los dientes y, oh, Dios, café caliente, sólo un café caliente y a lo mejor, tal vez, me dejen ir envuelto en esa frisa, pero qué diablos, qué me van a dejar (..el silencio infinito, profundo, de sus ojos, alumbrando mis manos, mi eternidad, mi mirada desnuda…) si hasta la cabeza me raparon, así que probablemente hasta descalzo me lleven para que todos los veinte mil voltios fluyan hacia los cuatro puntos cardinales así en la tierra como en el cielo, decía la vieja cuando me enseñó a rezar, los pantalones cortos y la bolsita de tela que me cosió para llevar las libretas a la escuela, la libreta aquella en que le escribí el poema para el día de las madres y el tiestito con la flor amarilla que me costó los vellones de diez días de merienda, coño, cómo le dio aquel día, cómo le dio y que si qué carajo es esto, que si qué carajo hacía yo bregando con flores y ese tiesto, qué hace usted con ese tiesto, ¡pa’ que aprenda a ser macho! y Dios mío, toda esa sangre en la nariz y yo llorando, toma, coño, pa’ que llores con ganas y la boca rota y yo deseando que vengan ya a buscarme y más le daba a mami (…siento el silencio hondo de sus pasos como el eco del agua por mi espíritu, escucho su silencio ancho como un océano, como una estrella azul, como un pistilo azul, largo, sobre un abismo…) y después, si yo escribía algo, esconderlo o mejor romperlo para que él no lo viera, no, la poesía tampoco es cosa de hombres, decía, es cosa de maricas y qué me importa a mí que la flor sea para su madre y cómo pisó la flor con los zapatos mugrientos, los pantalones mugrientos, la mirada mugrienta y el espíritu irradiando como una cosa eléctrica que me daba miedo y el hálito de alcohol y el zapato quebrando el tiesto con la flor amarilla y los ojos de ella, trizas luminosas de lágrimas, voz hundida, manos que me cubrían, que me ocultaban de estas otras manos, tus manos, que nunca fueron otra cosa que manos de castigo, que amarraban el llanto que se me quería partir en la garganta porque si no, te va a pegar más, a ti, a mi, bendito, cómo crecer, cómo hacerme hombre aquí, pero yo te cojo, coño, no te apures, que un día yo tendré tu estatura y seré más fuerte porque dejé de escribir versos y eso también lo pisoteaste tú, eso también te encargaste de aplastarlo bajo el peso de tu vida mugrosa (…en esta noche escucho su silencio salir de mi, volar desde mis manos…) así que fíjate que cuando me fui pensaste que no ibas a volver a verme, pero mira qué cosa, vengo a buscar la vieja para que no tenga que tolerarte más y me parece que la borrachera de alcohol y de violencia te ha durado más de nueve años y cuando llevo su ropita debajo del brazo me la quitas a ella, tan olorosita a jabón, tan tibia de cansancios y la revuelcas y me la estropeas allí mismo igualito que a la flor, ¿te acuerdas, hijueputa?, así que para qué traigo esto conmigo (…y deshacerse en pájaros sin nombre por los mundos lejanos…) así que ya la mano no me tiembla y escucho un ruido de metal, qué es eso que suena como una caída, eso que se repite como un eco por la galería oscura de los sueños, no, no, ya vienen a buscarme y lo único que me preocupa ahora es que vayan a salírseme los orines porque yo tengo que demostrar que no tengo miedo, que soy el hombre absoluto en absoluto control de mis circunstancias, aquel que no le teme a ese aldabonazo que resuena en el penúltimo de los portones eléctricos y el sacerdote éste viene a rezar por mi pero va a tener que estar mirándome hasta el último instante, cuando me den el cantazo y sienta el calor termonuclear de veinte mil voltios convertirme en algo luminoso, algo como el rostro de Dios, veinte mil pétalos transparentes y celulares volando de mi cara, ah, sí, tendrá que quedarse hasta verme transfigurado en un girasol violeta…

viernes, 15 de enero de 2010

Pétalos

Intrigado por conocer la suerte que le esperaba a su recién inaugurada florería, tomo una margarita, luego otra, otra más, siguió con las rosas, los tulipanes, hasta los claveles; y al fin, la hizo quebrar.

Transgresor plumifero

jueves, 14 de enero de 2010

Responso en el Club Dominó

José Manuel Solá

Parecía una aldea y sin embargo ya era casi un pueblo con sus casas de madera y mampostería y una población que se acercaba a los quince mil habitantes. Allí casi todos se conocían y conocían las circunstancias de cada cual. En particular el párroco, que absolvía de los pecados a aquellos que aún se arrodillaban en el confesionario cuando ya el secreto había sido comentado por toda la población y el pecador había sido juzgado, absuelto o censurado, tras las puertas cerradas de cada hogar.
Después de haber pasado veintiocho años a cargo de esta parroquia olvidada, el padre Oscar Yáñez conocía las interioridades de cada familia y no había situación de pecado que un padrenuestro, tres avemarías y una ofrenda generosa no resolvieran. Y cada miércoles en la tarde, al ponerse el sol, Padre Yáñez se despojaba de la sotana y se reunía con un grupo de hombres del pueblo en el Club Dominó, frente a la plaza, a conversar, escuchar la radio, beber vino, jugar dominó o sencillamente a analizar las noticias de la semana. Ya todos conocían sus posiciones, sus puntos de vista y los giros de su discurso; una mirada suya podía significar un no o una aprobación tácita a cualquier asunto.
Usualmente, cuando la tertulia se prolongaba hasta altas horas, Ramón, el propietario del café, entregaba la llave a alguno de los circunstantes para que cerrara y él se retiraba a su hogar.
Kian llegó a principios de marzo con su mochila y su sonrisa triste al pueblo. Puede haber tenido veintitrés años de edad, pero, quién sabe. Nadie supo jamás de dónde procedía o dónde se alojaba pues al atardecer desaparecía sin dejar rastro. Además era parco en la conversación, tanto que a veces las preguntas lograban una mirada serena como única respuesta. Ofreció sus servicios de jardinero y hortelano por lo que pudieran pagarle, ya fuese un almuerzo o algunas monedas. En pocos días se encontró trabajando en la casa de Herminio, el boticario.
Sin descanso, arreglaba verjas, desyerbaba y sembraba de la inagotable provisión de semillas y bulbos que contenía su mochila: orquídeas, margaritas, hortensias, girasoles, begonias, gloria de la mañana y geranios, cientos de geranios.
Dos cosas asombraban a cuantos le observaban. Aparte de la azada que usa para el desyerbo, Kian no utilizaba algún otro implemento agrícola o de jardinería; abría la tierra con sus propias manos, las que hundía casi con ternura con cada semilla que sembraba o con cada trasplante y volvía a reunir la tierra en torno a la bellota o al bulbo con la mansedumbre de una caricia.
Lo otro, ¡ah!, lo otro era la rapidez y la lozanía con que crecía cada planta, los pétalos en todo su esplendor, los tallos recios y maduros, las hojas verdes y frescas.
El pueblo se fue llenando de pequeños jardines y de saludables huertos. Las verjas caídas estaban siendo enderezadas y reparadas por el joven a quien, después de un tiempo, la gente dejó de prestar mayor atención. Trabajó en la casa de Miguel Soto, el alcalde; en el jardín de la escuela y en la residencia de Orlando Morales, uno de los dos abogados del pueblo. El otro abogado, Manuel Dávila, era un hombre muy viejo y vivía en un semi retiro, por lo que dedicaba gran parte de sus horas a trabajar en los alrededores de su casa, la que sin ser pretenciosa era sobriamente elegante y acogedora. Fue el Licenciado Dávila una de las pocas personas con las que se le vio conversar y sentarse a tomar café. En una ocasión hasta los escucharon reír. Kian disfrutaba, además, de la compañía de los niños.
El hijo del fontanero se llamaba Junio y el niño, de apenas seis años de edad, aparecía en el momento menos esperado, en el lugar en que se encontrase Kian trabajando la tierra. Hacía preguntas, se ponía en cuclillas a su lado, intercambiaban frases y sonrisas y en ocasiones el jardinero ponía semillas, bulbos o gusanos en su mano mientras describía sus características.
Una mañana de fines de marzo, Kian observó que Junio se movía agitado junto a un árbol al otro lado de la calle. En un momento dado sus miradas se cruzaron y Junio aprovechó para, con un movimiento de la mano, pedirle que cruzara la calle. Junto a él y con el cuello ensangrentado, yacía Topo, su constante compañía, su perro.
-¿Qué le sucedió?
-¡No sé!... Anoche no regresó a casa y lo buscamos y lo buscamos… Ahora acabo de encontrarlo aquí; está herido y no sé cómo llevarlo a casa pues no me deja tocarlo… creo que me morderá si lo hago…
-Veamos – se arrodilló junto al perro que, extrañamente, no se movió cuando Kian bajó las manos hasta el cuello. –Son perdigones… alguien le disparó durante la noche.
Sus manos permanecieron sobre la herida por unos instantes. La respiración del animal comenzó a normalizarse y de pronto se incorporó, la cola moviéndose alegremente, el hocico oliscando las manos de Kian. En el cuello no quedaba mancha alguna de sangre ni señal de la herida. El jardinero arrojó los perdigones lejos de sí y regresó a sus tareas al otro lado de la calle.
Junio se quedó en la acera, junto al perro, inmóvil, sin decir palabra. Contemplaba al hombre que ya hundía sus manos en la tierra. Entonces caminó hasta él y se puso de cuclillas a su lado.
-¿Cómo lo hiciste?
-Sh… no digas nada. A nadie, ¿sabes?
Los ojos de Kian reflejaban cierta severidad. Entonces Junio tocó a su perro en el lomo y echó a correr calle abajo.
El primer lunes de mayo Kian se dirigía, mochila al hombro, a trabajar en el patio de la casa de arquitectura colonial de Plácido Lebrón, el dueño de la vieja ebanistería. La noche anterior había llovido y ya el sol y la fresca brisa de la mañana habían despejado la humedad, dejando en su lugar un suave olor a naturaleza viva. Llenó sus pulmones de aire y levantó el rostro en dirección al sol de tal modo que su corta barba dorada se aclaró como si fuera de trigo. Entonces escuchó cierta algarabía y no pudo evitar caminar hacia el lugar de donde provenía el llanto y las voces de los curiosos.
-¿Qué ha pasado? –preguntó a Rafi Vélez, uno de los vecinos.
-Es la niña de Paco González, el guardián de la fábrica; se cayó por la escalera y se ha hecho una herida en la frente, debe tener el cráneo fracturado… se ve muy mal… ya fueron a buscarlo, a Paco, usted sabe, pues nadie se atreve moverla.
De entre los cabellos de la niña se iba deshaciendo un hilván incontenible de sangre. Kian miró a su alrededor con inquietud. Entonces su mirada se encontró con la de Junio que parecía leerle los pensamientos. Así permanecieron unos segundos. Finalmente y sin quitar sus ojos de los de Kian, el niño caminó hasta éste y tomándolo de la mano lo atrajo hasta donde la niña permanecía tirada, gimiendo.
-Sánala… Por favor…
El silencio se hizo en la concurrencia; Kian no se movía y la gente se miraba entre sí como buscando explicación al gesto del niño.
-Sánala… ¿sí? –repitió.
Por un momento la mirada de Kian se perdió calle abajo y comprendió que Francisco tardaría en llegar. Por otro lado, el Doctor Goytía, después de tantos años de atender a cada enfermo del pueblo, había aceptado una plaza en el hospital del pueblo vecino y se había mudado con sus libros, sus plantas, su gato y su parafernalia científica, sabrá Dios a dónde. Entonces, sin decir palabra, se arrodilló junto a la niña cuyo cuerpo comenzaba a dar muestras de convulsión. Con suavidad bajó las manos hasta el cabello de la niña y así permaneció por un largo y silencioso minuto.
Poco a poco la respiración y los movimientos de Valentina fueron estabilizándose; aspiró profunda, cálidamente… Entonces abrió los ojos y los dejó suspendidos en la mirada como de ámbar claro de Kian. Luego le sonrió. Su frente estaba limpia, la piel sin siquiera un rasguño. Cuando Francisco llegó, ya Kian era una silueta que se perdía calle abajo contra la luz de la mañana.
La noticia corrió de puerta en puerta; las especulaciones pasaron de oído en oído. “Es un santo. Es un hechicero. No, no, te digo que es un santo. Una persona común con el don de hacer milagros. Algo de brujo tiene, ¿no ven cómo todo florece? ¡Qué va!, es un fraude, un prestidigitador, un vagabundo…”
Pese a todo, con el transcurso de las semanas, la gente comenzó a acudir a él. Para el dolor de muelas. Para el catarro común. “Por mi buena suerte, perderemos la casita si no la pagamos”, le imploraban discretamente algunos. “Ay, que la nena consiga un buen marido, se me está quedando…”Pero la respuesta invariablemente era un silencio profundo y una mirada llena de dulzura. Entonces la gente se retiraba, unos desencantados, otros con cierto grado de resentimiento oculto.
En una ocasión, sin embargo, entró a la humilde vivienda de Carmen Rosa, la costurera. Ya se retiraba y el atardecer, anaranjado y púrpura, se movía detrás de las nubes de suaves sombras crepusculares. Pero al subir la acera sus ojos se encontraron con los de Pablo, que caminaba lentamente por el balcón de madera con toda la pesadumbre del mundo sobre los hombros. Se acercó a la breve escalera y permaneció en silencio, de pie, la mirada baja, los pensamientos aquietados, frente al hombre a cuyas piernas se aferraban dos niños y una niña. Adentro se movía una persona junto a la joven mujer a la que apenas hacía seis meses se le había diagnosticado cáncer.
Por un rato, los ojos de ambos hombres se volvieron hacia el mismo punto en el horizonte. Ya el atardecer se alargaba tímidamente sobre los árboles. Kian volvió a acomodarse la mochila y cuando parecía que se marcharía Pablo habló.
-Yo solo no puedo…
Entonces Kian se descolgó la mochila y sin hablar subió los tres escalones. Seguido por el hombre y los tres niños pasó al dormitorio donde la mujer respiraba con dificultad. Los ojos abiertos, desmesuradamente abiertos, se movían de un lado a otro como si fueran en busca de la vida, de la paz, del oxígeno, como con el miedo que clama desde lo más profundo. La piel, de una palidez amarillenta, parecía una prolongación del harapo de luz que se extendía desde la linterna de gas kerosén. La mujer que la acompañaba se retiró a una esquina de la habitación.
Entonces Kian tomó en las suyas una de las manos de Carmen Rosa.

Si alguno hubiera pasado junto a la humilde vivienda habría podido ver el resplandor dorado en la ventana de la alcoba, esa energía que se filtraba como una intensa herida de luz por entre las hendiduras de madera…

Al día siguiente y por primera vez en dos meses, Carmen Rosa salió al balcón acompañada de Pablo. Las murmuraciones y los comentarios en voz baja se reanudaron y en esta ocasión hasta el mismo párroco se hizo receptor de toda clase de confidencias.
El miércoles, el grupo acostumbrado fue llegando al Club Dominó. Cuando el Párroco entró la discusión era acalorada.
-¿Ven cómo mira a las mujeres del pueblo? Si realmente es un santo, ¿por qué sana a unos mientras a otros no?
-Algo busca, algo busca este hombre. ¡Y yo aseguro que es un farsante!
-¡Bah!, es un pelagatos, eso es lo que es. A mi me tiene sin cuidado. Padre, ¿qué cree usted de todo esto?
Ahora le hablaban, no a Yáñez, el amigo, el contertulio, sino al sacerdote, al teólogo, al varón de Dios. Sólo le llamaban Padre cuando buscaban el ejercicio de su autoridad en alguna disputa que no podían resolver. Aunque después cada cuál haría lo que le viniera en gana. El párroco llenó la pipa con picadura y la encendió con deliberada calma, le dio varias chupadas suaves y se volvió al mesero.
-Pon una botella de vino, Ramón; trae cuatro vasos.
Exhaló y miró a cada uno a los ojos.
-¿Y bien? –preguntó Panchi sin quitarse el palillo de dientes de entre los labios. A su lado, Emilio y Rafael esperaban sus palabras con igual ansiedad.
-Yo he reflexionado largamente sobre este asunto. Y he orado. He orado mucho, ¿saben? Pienso que este hombre, quien quiera que sea, es un peligro para la iglesia, para la fe de los ignorantes, de los humildes. Ellos son los que más me preocupan. Algunos hasta han dejado de ir a misa. Tú, Rafael, por cierto, ¿cuándo fue la última vez que fuiste a misa?
-Yo… bueno, yo…
-Ahora no importa, luego hablaremos de eso. Escuchen, en los varios meses que anda suelto por el pueblo sólo ha visitado la iglesia una vez. Si fuera santo, como ya algunos lo proclaman por ahí, ¿no es en la iglesia el lugar donde debería encontrarse? Sin embargo, en la única ocasión en que visitó el templo se puso de pie y se marchó cuando aún no terminaba la homilía. ¡Qué falta de respeto! Yo lo observé, lo observé, lo vi salir. Hasta sonreía. ¿Qué le hizo gracia? ¿De qué se burlaba? A mí que me registren. Este vino está agrio… ¡Ramón! ¡Ramón! ¿Que qué busca? ¿Que quién es? No tengo idea. A lo mejor… Bueno, hace poco lo he visto confraternizando con el Licenciado Dávila y –por si ustedes no lo saben- Dávila es un masón de clavo pasado.
-Hablan de plantas, de semillas… -intervino Ramón que ya se acercaba a la mesa.
-¡De mierda es que hablan! –dio un manotazo en la mesa y luego le extendió la botella. –Cámbiame este vino, que no sirve, anda.
-A ese hombre hay que sacarlo del pueblo –intervino Rafael.
-Kian.
-A Kian, como se llame.

II

Un viernes en la mañana Kian se encontró con Antonio Fagundo, el dueño de la única fábrica del pueblo. Casi todo el que tenía un empleo se lo debía a él. Por sus facciones parecía europeo, nórdico, más bien. Por otro lado, sus ademanes, su actitud, su visión de la vida, eran autoritarios, rudos, rayanos en la insolencia de aquellos que están acostumbrados a dar órdenes. Se le cruzó en el camino.
-Lo necesito.
Kian lo miró impasiblemente a los ojos. Luego se hizo a un lado para proseguir su camino pero Fagundo lo sujetó por un brazo.
-Le dije que lo necesito. Es mi hijo mayor que está…
-No puedo hacer nada…
-Mire, vamos a hablar, hablando se entiende la gente –sacó un fajo de billetes de su bolsillo- ¿Cuál es su precio?
-Le he dicho que no puedo hacer nada.
-¡Maldita sea, toma! –y virándole la mano trató inútilmente de obligarlo a tomar el dinero. Los billetes se dispersaron por la calle.
-Lo siento mucho, por favor, créame, no hay nada que pueda hacer…
Con la ira saltándosele por los ojos el hombre sujetó a Kian por las solapas de la camisa. Sin inmutarse, éste mantuvo su serena mirada en la del otro hombre. Entonces, con un brusco resacón, el empresario tiró al joven al suelo. La mochila se abrió y algunas de las semillas se regaron por la calle. Sin decir palabra, Kian se incorporó, recogió sus pertenencias y siguió su rumbo.
-Dejó morir a mi hijo –decía Fagundo el lunes en la noche a Rafael, Panchi y Emilio. Jamás habían visto llorar a este hombre y esa noche no sería la excepción, pero la mezcla de dolor, rabia y ron habían logrado que todos los pecados del hombre se presentaran en su rostro en toda su desnudez.
Se quedaron hasta muy tarde, hablando y bebiendo, en una mesa, en una esquina. A las once de la noche Ramón le dio las llaves del local a Emilio y se marchó. Salieron de madrugada y se fueron conversando hasta ver llegar a Kian. Venía tarareando una canción feliz.
Allí mismo lo mataron. Allí mismo las botas de Emilio le destrozaron el hígado y le reventaron un pulmón y lo dejaron con los ojos abiertos por la sorpresa y el dolor; allí cayó sin poder siquiera gritar cuando uno de los golpes de Rafael le hundió la tráquea; allí mismo se derrumbó sobre el rocío de sangre que se le saltó de la garganta muda y apretada. Ya estaba muerto cuando Fagundo le disparó. Y todo era quietud y silencio cuando Panchi dejó escapar su risita como de conejo, encendió un cigarrillo y sin decir palabra orinó sobre la cara de Kian haciendo que la sangre se licuara aún más y se tornara amarillenta. Los demás lo imitaron y la risita como de conejo nervioso se repitió varias veces más.
Lo enterraron cerca, a pocos metros de la carretera. Lo enterraron con la mochila y las semillas y los bulbos que ya nadie vería florecer.
Al principio en el pueblo extrañaron su ausencia; luego pensaron que era una persona excéntrica que según había llegado se había marchado.
En cuestión de meses los jardines comenzaron a marchitarse por el descuido. La hojarasca era arrastrada por el viento y una profunda sensación de abandono y decadencia vagabundeaba por las calles solitarias.

III

Un jueves al atardecer, a principios de noviembre, llegó un hombre al pueblo y ocupó una habitación en la casa de huéspedes, al final de la calle. En las escasas ocasiones en que se le vio, durante los primeros dos días, conversaba y escuchaba las historias de los niños del pueblo.
Sus ademanes eran amables y seguros, pausados, con una autoridad honda. El domingo por la tarde entró al Club Dominó. Ramón se le acercó y el hombre le pidió agua. Solamente agua. Tenía sed, dijo. Y pagó por el agua.
No conversaba. Se entretenía mirando a través del cristal de la ventana. Solamente volvía la mirada cuando entraba algún parroquiano, entonces lo observaba con discreción y luego volvía a su jarro de agua, a leer el periódico o a mirar por la ventana.
El domingo y el lunes entraron Rafael y Emilio. El martes entró solamente Panchi.

El miércoles entraron todos.

Antonio Fagundo se había hecho miembro asiduo del pequeño círculo. Usualmente era él quien pagaba la cuenta de los miércoles por lo cual el dispendio en el consumo de bebidas rebasaba los límites. El último en llegar fue Yáñez. Este era más mesurado en el consumo de vino e igual a Fagundo mantenía el equilibrio cuando salían del lugar.
A las ocho de la noche el resto de los parroquianos había abandonado el Club Dominó. Sólo quedaba el grupo de cinco hombres. Y el otro, el desconocido.
Estuvieron conversando en voz alta hasta cerca de las diez. Como todos los miércoles, Ramón le entregó las llaves a Emilio y colgó el delantal en una silla detrás del mostrador. Al pasar junto al desconocido se detuvo un momento.
-Si desea algo más puede pedirlo a cualquiera de ellos.
-Gracias.
Al cerrarse la puerta el hombre hizo girar su silla con lentitud. Ahora los observaba; miraba al grupo con tranquila intensidad. Así se mantuvo por un rato. Una sensación de inquietud fue descendiendo sobre la mesa del grupo que ahora callaba. Finalmente, Fagundo habló.
-Escuche, amigo… ¿podemos ayudarlo?
Sin decir palabra el hombre se puso de pie y caminó hacia ellos. Se detuvo frente al grupo. Ahora todos lo observaban con atención. Era más alto de lo que en principio parecía. Su cabello negro era ciertamente largo para esos tiempos. Descansaba las manos sobre la hebilla de su cinturón. Su voz profunda y grave, su propia presencia, su mirada, parecieron comenzar a ejercer su autoridad y su dominio en la sala. Las palabras descendieron con poder hasta la mesa.
-Busco a mi hermano.
Reconocieron aquella mirada por la que parecían asomarse todo el horror y toda la angustia de la humanidad, todo el dolor de milenios de crímenes impunes, toda la tristeza y el llanto de los inocentes. Pero no pudieron moverse. Una sensación de frío y terror los mantenía inmóviles, mudos, en cada silla. Afuera el rótulo de neón comenzó a parpadear y finalmente estalló con un chisporroteo de luces y descargas eléctricas.
Entonces el hombre abrió los brazos y tras abrir los brazos desplegó sus alas, unas alas asombrosas, unas alas inmensas y llenas de luz.
Nadie supo jamás lo que sucedió allí. Durante una hora el establecimiento se vio inundado con un resplandor azul que aleteaba y se extendía hasta los viejos adoquines de la calle. Luego fue decreciendo hasta desaparecer por completo. Sólo podemos suponer que algo tan hermoso y tan terrible como el amor y como la muerte ocurrió aquella noche en el Club Dominó.
De Emilio, Rafael, Panchi y Fagundo no se volvió a saber. Tal vez abandonaron el pueblo esa misma noche… ¡quién sabe! Sobre la mesa y por el piso encontraron cientos de dólares desparramados.
Al amanecer, los gritos del párroco despertaron a los vecinos del centro del pueblo. Tras andar varios pasos caía, una y otra vez, de rodillas. Esa misma tarde se lo llevaron y hasta el último día de su vida estuvo encerrado llorando, mortificándose, hilando y deshilando incoherencias en la angustiosa espera del exterminador, ángel u hombre, que un día vendrá por él.

miércoles, 13 de enero de 2010

Concurso Iberoamericano "Cucalambé"

CONCURSO IBEROAMERICANO CUCALAMBÉ EN DÉCIMA ESCRITA 2010

Para estimular la creación decimística en los países de Iberoamérica y homenajear a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, exponente principal de la Décima en el siglo XIX en Cuba, la Casa Iberoamericana de la Décima con el coauspicio del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, el Centro Provincial del Libro y la Literatura en Las Tunas y la Filial de Escritores de la UNEAC Nacional, convocan al XI Concurso Iberoamericano Cucalambé en Décima Escrita sobre las siguientes bases:

El tema será libre.

La extensión de la obra será de 60 a 80 décimas.

Cada autor podrá enviar una sola obra.

Los escritores, una vez que hayan obtenido el primer premio en este concurso, estarán excluidos de la participación en otras ediciones pues constituye un premio de por vida .

El jurado, integrado por prestigiosos escritores e investigadores del género, otorgará :

Primer Premio: 5 000 MN

Segundo Premio: 3 000 MN

Tercer Premio: 1 500 MN

Y las menciones que estime necesarias, sin que ellas impliquen retribución ni compromiso editorial.

Si alguno de los premios recayera en concursantes extranjeros recibirán una valiosa colección con libros de los más importantes decimistas cubanos, así como grabaciones de audio que forman parte del patrimonio musical y poético cubano, en equivalencia al monto en metálico del premio.

La obra que reciba el Primer Premio será publicada por la editorial Sanlope de Las Tunas en coordinación con el Instituto Cubano del Libro y se presentará con la invitación de su autor en la Feria Internacional del Libro 2011.

El galardonado con el Primer Premio será invitado a participar a la presentación de su libro durante la Jornada Cucalambeana en Las Tunas, correspondiente al año 2011.

El poeta premiado será invitado al Festival Internacional de Poesía de La Habana por la Filial de Escritores de la UNEAC.

La Editorial Sanlope se reservará los derechos de la primera edición, por lo que ninguna entidad u organización cultural podrá publicarla hasta transcurrido un año después del fallo del jurado..

El plazo de admisión concluye el 20 de mayo de 2010.

Los trabajos deberán presentarse en original y dos copias, mecanografiadas a dos espacios, por una sola cara.

Se identificarán con un seudónimo en la cubierta y en un sobre cerrado se incluirán, nombres y apellidos, dirección particular y currículum vitae del autor.

Los cuadernos o libros no ofrecerán datos que remitan a su autoría, en cuyo caso saldrán de concurso.

El jurado estará integrado por prestigiosos escritores e investigadores del género.

Las obras se recepcionarán solo a través del correo postal o entrega personal en:

Casa Iberoamericana de la Décima “El Cucalambé”

Calle Colón No.161

E/ Francisco Vega y Julián Santana

Las Tunas, CP 75100

Ante cualquier duda o preocupación puede contactarnos a través del teléfono 347380 y 371289 o a nuestro correo electrónico: cdecima@tunet.cult.cu.

Los autores tienen un plazo de hasta 60 días para recoger sus textos.

La participación en cualquiera de los concursos significa la aceptación de las bases.

martes, 12 de enero de 2010

Google pospone negociación con escritores chinos

EFE

La multinacional estadounidense de internet Google informó de que va a retrasar las negociaciones con los escritores chinos que la han acusado de publicar sus libros sin pagar los derechos pertinentes, informó el diario oficial "China Daily".

Con este retraso, las disculpas que estos autores esperaban han quedado en el aire.

Erik Hartmann, principal negociador de Google Book en China, se puso en contacto con su homólogo chino, Zhang Hongbo, subdirector de la Sociedad de Derechos de Reproducción de Libros, para comunicarle que quería posponer las negociaciones, que estaban previstas para la tarde de hoy.

"Fue amable, pero no explicó la razón exacta, y estamos en contacto para fijar la fecha de reanudación de las negociaciones", señaló Zhang al rotativo oficial chino.

Google Book, que muestra on-line partes de libros, fue acusada de escanear 18 mil libros de 570 escritores chinos sin aviso y sin pagar los derechos de impresión, como parte de su plan de crear una biblioteca digital en 2008.

Los autores recibieron el domingo pasado una carta de Google en la que la firma toma nota de que esas publicaciones han contrariado a los autores chinos.

"Según el diálogo y la comunicación mantenida en los últimos meses, creemos que nuestra comunicación con los escritores chinos no ha sido lo suficiente buena", señaló Google en una carta publicada en el sitio web de la asociación.

"Google está preparada para pedir disculpas a los escritores chinos por este hecho", agregaba la carta, firmada por Hartmann, y en la que la multinacional se compromete a no publicar nuevos libros chinos en su web hasta que las negociaciones no finalicen.

El buscador chino Baidu, con más cuota de mercado que la propia Google entre los internautas chinos, también se ha encontrado con problemas similares a la hora de ofrecer libros de autores nacionales entre sus servicios en la red.

A pesar de la censura de contenidos que ejercen las autoridades, China es el país con más usuarios de internet del mundo, unos 338 millones, según los últimos datos del Centro de Información de Internet de China.

viernes, 8 de enero de 2010

Evento para el lunes próximo

Estimado Amigo(a) de Pachuca:

El próximo Lunes 11 de Enero del presente 2010, a las 16:00 horas se va a inaugurar la Plazuela Juan C. Doria (Calle de Guerrero entre Julián Carrillo y Bravo) que se ha terminado y ha quedado muy digna del Centro de Pachuca.

En dicha ceremonia, el Ayuntamiento de Pachuca presentará a toda la ciudadanía la ORQUESTA FILARMÓNICA DEL MUNICIPIO DE PACHUCA que es un conjunto musical de jóvenes que pretende llegar a tener un alto nivel de calidad, que ahora está en sus inicios y requerirá de nuestro apoyo y atención.

Es tiempo de que la ciudad capital del Estado de Hidalgo, tenga su propia Orquesta, ya que en sus 141 años como Capital estatal, Pachuca nunca ha tenido una orquesta Filarmónica que se diferencia de la Banda Sinfónica en que tiene instrumentos de madera o sea violines, violas, chelos y violonchelos, aparte de instrumentos de viento y percusión y por tanto está en condiciones de ejecutar toda la música que se ha compuesto en los tiempos, para orquestas sinfónicas y filarmónicas. Este nuevo conjunto empieza con 25 integrantes y deberá crecer hasta su completa integración.

Por eso le estamos invitando a conocer y a presenciar la puesta en marcha de este programa dentro de las actividades culturales de la Ciudad.

A este evento asistirá el C. Lic. Miguel Ángel Osorio Chong, Gobernador de nuestro Estado y el C. Lic. Francisco Overa Ruiz, Presidente Municipal de Pachuca.

Atentamente

Secretaría de Desarrollo Humano y Social

Dirección de Cultura Recreación y Bibliotecas

Ayuntamiento de la ciudad de Pachuca de Soto, Hgo.