La novela
revolucionaría es considerado el primer género literario del siglo XX. Los
escritores mexicanos de la época lo propusieron al mundo, más que como una
propuesta estética per se, como la
necesidad de contar y dejar testimonio de lo que humanamente había significado
la primera revolución del siglo pasado. Su espejo, en la plástica, fue el
Muralismo, el testimonio visual de la transformación que ha vivido México, y
que, en un país en ese entonces analfabeta en su mayoría, tenía un impacto
mucho mayor para la consolidación de nuestra identidad.
Uno de los
ejemplos más importantes de esta corriente pictórica con sello netamente
mexicano lo tenemos en la ciudad de Pachuca. Me refiero al mural que se
encuentra en los altos muros del vestíbulo del Centro Estatal de las Artes de
Hidalgo, (lugar antes conocido simplemente como Escuela de Artes de Pachuca) y
que es autoría del muralista poblano Roberto Cueva del Rio.
Esta obra ha sido
recientemente sometida a un proceso de restauración y conservación y ha sido
interés del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, la difusión
y promoción de su importancia. De ahí surge el volumen titulado “Los colores de
nuestra historia” de Daniel Escorza Rodríguez y Heladio Vera Trejo; el primero
de ellos, historiador especializado en fotografía y plástica, y el segundo
fotógrafo profesional y apasionado de la conservación de la memoria histórica más
allá de la imagen fija. Ambos, pachuqueños comprometidos con la conservación
del patrimonio que se conserva en nuestra ciudad.
El libro abre con
un prólogo del doctor en arquitectura Antonio Lorenzo Monterrubio, donde se
destaca la importancia del texto, pues es (…)
una aportación valiosa en el campo de la historia del arte en Hidalgo, porque
nos recuerda la necesidad de afirmar nuestras raíces históricas a través de la
actuación de sus protagonistas fundamentales. El sentido didáctico estará
presente en todo el mural, y puede ser leído como un doble homenaje: al
proyecto cultural vasconselista (…) y a aquellas misiones culturales iniciadas
en la Sierra Alta de Hidalgo. De tal forma la pintura mural puede emplearse
como un elemento importante para la enseñanza de la historia (…)
Establecido lo
anterior, Daniel Escorza nos contextualiza, tanto histórica como
artísticamente, la concepción del mural, para dar paso a una descripción
detallada y sumamente ilustrativa gracias a las fotos de Heladio Vera y Nayeli
Vera, de cada uno de los seis paneles que componen el mural de Cueva del Rio: la
Fundación de Tula; La Conquista y la colonización; La Independencia; la Reforma
y la Revolución; el México posrevolucionario; y el México contemporáneo. En
cada sección se señalan los personajes, pero también los elementos
iconográficos con los que Cueva del Rio doto al mural como una especie de
capsula del tiempo en la que se encierra la historia del estado de Hidalgo y
por ende la historia de una parte de nuestro México.
En la tercera
sección del libro, Vera Trejo, hace un análisis del mural en su conjunto como
parte fundamental del edificio que lo alberga. Para cerrar el volumen se
incluyen una serie de anexos donde se aprecia, fotografía que dan cuenta del
proceso de creación de la obra de Cueva del Rio, una semblanza suya y hasta una
serie de transcripciones de notas periodísticas que dieron cuenta en su momento
de la inauguración y su importancia, así como de la admiración y orgullo que
despertó en los hidalguenses.
Como cereza del
pastel, se incluye un encartado desplegable en el que se presenta en todo su
esplendo, el mural completo, permitiendo conservar en nuestras manos el trabajo
de uno de los artistas plásticos que dejaron una semilla importante de su obra
en nuestra ciudad: Roberto Cueva del Rio.
“Los colores de nuestra
historia” de Daniel Escorza Rodríguez y Heladio Vera Trejo, está disponible en
el vestíbulo del teatro Hidalgo Bartolomé de Median, en donde el Consejo
Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo ha dispuesto una venta
permanente de su ya diverso y nutrido fondo editorial. Permanece abiertos entre
las 9 y las 4 y los precios son más que accesibles.
Antes de terminar
lo invito a compartir juntos más recomendaciones literarias, acompáñeme el
próximo sábado en punto de las 18:30 horas en el programa de radio “Bibliófono,
literatura para escuchar”, que se trasmite por Bella Airosa Radio, 98.1 de
frecuencia modulada. Hasta entonces.
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