viernes, 24 de junio de 2016

Los muros de Cueva del Rio

La novela revolucionaría es considerado el primer género literario del siglo XX. Los escritores mexicanos de la época lo propusieron al mundo, más que como una propuesta estética per se, como la necesidad de contar y dejar testimonio de lo que humanamente había significado la primera revolución del siglo pasado. Su espejo, en la plástica, fue el Muralismo, el testimonio visual de la transformación que ha vivido México, y que, en un país en ese entonces analfabeta en su mayoría, tenía un impacto mucho mayor para la consolidación de nuestra identidad.

Uno de los ejemplos más importantes de esta corriente pictórica con sello netamente mexicano lo tenemos en la ciudad de Pachuca. Me refiero al mural que se encuentra en los altos muros del vestíbulo del Centro Estatal de las Artes de Hidalgo, (lugar antes conocido simplemente como Escuela de Artes de Pachuca) y que es autoría del muralista poblano Roberto Cueva del Rio.

Esta obra ha sido recientemente sometida a un proceso de restauración y conservación y ha sido interés del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, la difusión y promoción de su importancia. De ahí surge el volumen titulado “Los colores de nuestra historia” de Daniel Escorza Rodríguez y Heladio Vera Trejo; el primero de ellos, historiador especializado en fotografía y plástica, y el segundo fotógrafo profesional y apasionado de la conservación de la memoria histórica más allá de la imagen fija. Ambos, pachuqueños comprometidos con la conservación del patrimonio que se conserva en nuestra ciudad.

El libro abre con un prólogo del doctor en arquitectura Antonio Lorenzo Monterrubio, donde se destaca la importancia del texto, pues es (…) una aportación valiosa en el campo de la historia del arte en Hidalgo, porque nos recuerda la necesidad de afirmar nuestras raíces históricas a través de la actuación de sus protagonistas fundamentales. El sentido didáctico estará presente en todo el mural, y puede ser leído como un doble homenaje: al proyecto cultural vasconselista (…) y a aquellas misiones culturales iniciadas en la Sierra Alta de Hidalgo. De tal forma la pintura mural puede emplearse como un elemento importante para la enseñanza de la historia (…)

Establecido lo anterior, Daniel Escorza nos contextualiza, tanto histórica como artísticamente, la concepción del mural, para dar paso a una descripción detallada y sumamente ilustrativa gracias a las fotos de Heladio Vera y Nayeli Vera, de cada uno de los seis paneles que componen el mural de Cueva del Rio: la Fundación de Tula; La Conquista y la colonización; La Independencia; la Reforma y la Revolución; el México posrevolucionario; y el México contemporáneo. En cada sección se señalan los personajes, pero también los elementos iconográficos con los que Cueva del Rio doto al mural como una especie de capsula del tiempo en la que se encierra la historia del estado de Hidalgo y por ende la historia de una parte de nuestro México.

En la tercera sección del libro, Vera Trejo, hace un análisis del mural en su conjunto como parte fundamental del edificio que lo alberga. Para cerrar el volumen se incluyen una serie de anexos donde se aprecia, fotografía que dan cuenta del proceso de creación de la obra de Cueva del Rio, una semblanza suya y hasta una serie de transcripciones de notas periodísticas que dieron cuenta en su momento de la inauguración y su importancia, así como de la admiración y orgullo que despertó en los hidalguenses.

Como cereza del pastel, se incluye un encartado desplegable en el que se presenta en todo su esplendo, el mural completo, permitiendo conservar en nuestras manos el trabajo de uno de los artistas plásticos que dejaron una semilla importante de su obra en nuestra ciudad: Roberto Cueva del Rio.


“Los colores de nuestra historia” de Daniel Escorza Rodríguez y Heladio Vera Trejo, está disponible en el vestíbulo del teatro Hidalgo Bartolomé de Median, en donde el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo ha dispuesto una venta permanente de su ya diverso y nutrido fondo editorial. Permanece abiertos entre las 9 y las 4 y los precios son más que accesibles.

Antes de terminar lo invito a compartir juntos más recomendaciones literarias, acompáñeme el próximo sábado en punto de las 18:30 horas en el programa de radio “Bibliófono, literatura para escuchar”, que se trasmite por Bella Airosa Radio, 98.1 de frecuencia modulada. Hasta entonces.

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