***Dentro de las actividades del Festival Artístico y Cultural
de la Ciudad de Pachuca
El teatro contemporáneo también
tiene un espacio en el Festival Artístico y Cultural de la Ciudad de Pachuca,
con la puesta en escena Duran66o, objetos
para actualizar un acontecimiento histórico, que presentará la Compañía
Teatro Línea de Sombra el próximo martes 8 de marzo en el Teatro de la Ciudad San
Francisco, en punto de las 19:00 horas.
Se trata de un espectáculo
escénico automático, en torno a un suceso histórico registrado en la ciudad de
Durango, México, en el año de 1966: el movimiento estudiantil del Cerro de
Mercado, el cual organizó no sólo a los estudiantes sino a la población en
general, en pos de la defensa del progreso, la industrialización y la autonomía
de la región, identificados con la montaña de hierro que dio origen a esa
ciudad en tiempos de la Colonia.
Se pretende una disposición
abierta y automática de cierto número de objetos reales. Estos objetos de
inspiración mecánica estarán dispuestos al público sin la intervención directa
de performers, quienes sí podrán interferir en determinados momentos de la
puesta en disposición del espectáculo.
Uno de los actores, el
hidalguense Jesús Cuevas, refiere sobre esta obra: “La acción realizada por un
grupo de estudiantes en Durango hace casi 50 años fue, sin duda, un
acontecimiento insólito y trascendente que en su momento no pudo ser leído más
que como un suceso en sí. En principio, la idea de tomar el Cerro del Mercado
por asalto era ya un móvil político imponderable y visionario.
”Basta pensar que en aquellos
momentos no eran perceptibles todos los riesgos sociales que implican la
privatización y la ‘sobre explotación corporativa’ de los recursos naturales.
Entonces tampoco era posible imaginar el futuro desastroso que dominaría en el
norte del país. No habían ocurrido Tlatelolco ni San Miguel Canoa en 1968, ni
el jueves de Corpus en 1971, ni Aguas Blancas en 1995, ni Acteal en 1997, ni
las masacres de Durango y San Fernando en 2011, ni Ayotzinapa en 2014. Todos
tristes y lamentables.”
Esta pieza pretende resolver, a
partir de la disposición abierta de 66 objetos, cuatro planteamientos que ha
sugerido el proceso de investigación y creación en torno a tal acontecimiento
histórico: ¿Somos capaces de mirar algo en el fondo de las cosas? ¿Estamos
destinados al fracaso? ¿Existe un destino nacional? ¿Por qué una acción
política puede ser leída como artística con el paso del tiempo?
Las tres primeras preguntas son
del orden de lo esencial, de lo cultural y de lo ontológico, pues se trata de
preguntas muy pertinentes en la actualidad, no sólo local de Durango, sino
también nacional. Y son de este tipo de órdenes porque nos afectan como
mexicanos, son preguntas que nos atraviesan como un rayo, ya que nos obligan a
repensar nuestra identidad y nuestro presente marcado por una historia de
despojo, corrupción, impunidad, prácticas demagógicas y dictatoriales. La
cuarta pregunta es del orden de lo simbólico, es decir nos sirve como eje
articulador para detonar el proceso de actualización de aquel acontecimiento
histórico, fundamentalmente una imagen: los estudiantes volcando la tierra roja
del cerro de Mercado en la plaza principal de Durango, la misma en la cual
durante 60 días se pronunciaron sendos y apasionantes discursos y arengas con
tal de apropiarse de aquello que pensaban como suyo y sentían les era robado,
ya que los duranguenses sólo veían de aquel cerro el polvo que dejaban las
góndolas que llevaban el hierro a la fundidora de Monterrey, ciudad insigne del
progreso mexicano.
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