El Gobierno del
Estado de Hidalgo, a través del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, da
a conocer que la comisión de planeación del Fondo Estatal para la Cultura y las
Artes de de Hidalgo determinó por unanimidad otorgar el Premio al Mérito
Artístico al flautista Rubén Islas Bravo, en reconocimiento a su destacada vida
artística y valiosa aportación a la formación musical de nuevas generaciones en
nuestro país.
Rubén Islas Bravo
fungió 37 años como flautista principal de la Orquesta Sinfónica Nacional. Es
originario de Pachuca, Hidalgo, estudió en el Conservatorio Nacional de Música y
el Marlboro College of Music de Vermont, EU. Ha recibido cursos de
actualización con los flautistas James Galway y Elena Durán en Inglaterra,
Escocia, Suiza e Irlanda. Ha sido presidente de la Sociedad Mexicana de
Flautistas y miembro de la Sociedad Americana y Sociedad Británica de
Flautistas.
La música marcó su
vida. Desde su nacimiento y desde los primeros años, el viento fue decisivo
para Rubén Islas Bravo (30 de noviembre, 1924, Pachuca, Hidalgo), pues nació en
la Bella Airosa.
Rubén alcanzó altos
vuelos durante 37 años, como el flautista principal de la Orquesta Sinfónica
Nacional (OSN) de México, de la que fue pionero y más de 40 años de trayectoria
docente y profesional ininterrumpida con la flauta transversa.
Desde pequeño
acompañaba a su padre Juan Islas, cada vez que tocaba el oboe en la Banda de
Música del Estado de Hidalgo. Al escucharlo y verlo, a Rubén le gustó y
despertó una sensibilidad lírica y una capacidad comunicativa que, a través de
sonido, va más allá de las palabras.
Rubén quería ser
abogado pero su padre visionario le dijo: "Te vas a morir de hambre"
y de inmediato le regaló una flauta, humilde, sencilla, de carrizo para que
viviera de ella.
El 16 de abril de
1940 formó parte de la primera Banda de la Marina, como "músico
ripiano", donde su salario era de tres pesos. Tocó en la XEW en la época
de las grandes bandas y para 1951, compró en abonos su primera flauta de plata
alemana que hoy sigue brillando como la luna. La flauta para Rubén Islas es un
gran instrumento alegre, optimista y para él, es el instrumento que más se
asemeja a la voz humana.
Quería ser músico
profesional, pero como no existían las becas, logró el apoyo de Emilio
Azcárraga para estudiar en el Conservatorio Nacional de Música y viajar a
Estados Unidos y encontrar en el Marlboro College en Vermont, al mejor maestro
Marcel Moyse.
Amigo de todos los
músicos y directores como Carlos Chávez, Miguel Álvarez Acosta, quien lo
impulsó en OPIC a formar el Quinteto de México. Instrumentos de viento, del que
fue integrante, y Javier Barros Sierra quienes le otorgaron reconocimientos por
su trayectoria y elevada cultura musical.
Tocó en la OSN, con
los grandes directores como Eduardo Mata e Igor Stravinsky del que guarda una
fotografía dedicada "A Rubén Islas, 8 de diciembre, 1961", y fue
amigo del gran flautista Pierre Rampal.
El maestro Rubén
Islas ha pasado a la historia de la flauta por méritos propios, en el que la
flauta transversa es su otro yo. Es reconocido en el ambiente artístico por ser
el creador de una "escuela" de flautas en México y haber formado
varias generaciones de flautistas que actúan en las principales orquestas y que
realizan estudios de perfeccionamiento en Estados Unidos y Europa.
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