Emiliano Páramo
Queridos amigos, durante todo el tiempo en que Milenio Hidalgo me ha dado la oportunidad de escribir esta columna, me he dedicado casi exclusivamente a contarles de gente consagrada al arte y la cultura; personas por las que siento especial admiración y respeto. Alguna vez también les he compartido un poco de narrativa o de poesía, y en otros casos les he contado cosas personales en torno al camino de mis días. Hoy no será así, he decidido ocupar este espacio para contarles de algo que me duele profundamente, porque es el dolor de un amigo.
Nacho Pata es el vocalista, bajista y compositor de la entrañable banda de rock para chavitos “Patita de Perro”. Seguro más de una vez lo han escuchado cantar y ponerle sabor al instante vivo, en el que su música y la alegría que derrama desde el escenario, hacen que la sonrisa y la buena onda se instalen entre nosotros, aunque ya no seamos chavitos, como aquellos a los que se supone está dirigida su música.
Lo conocí hace ya varios años, he tenido la oportunidad de compartir el escenario con él, y puedo asegurarles que es de los artistas a los que más admiro, no sólo por el enorme talento con el que asiste a su oficio, sino por el tamaño de ser humano y de carnal con que va por la vida. Es mi contacto en el Facebook, y hace unos días me encontré en su muro con una publicación que aquí reproduzco. La intención es solidarizarme con su lucha, y convocarlos a ustedes para enviarle nuestros mejores deseos de que la luz al final del túnel aparezca muy pronto, y que esa luz lo encuentre a lado de sus hijas y del enorme cariño que niños y no tan niños le tenemos al músico, al amigo y al hombre de palabra que es Nacho Pata.
Estado de Facebook de Nacho Pata: Agradezco todas las muestras de cariño y solidaridad para conmigo. Si me atreví a publicar esto es por que como dicen algunos de ustedes soy figura semipública y han de saber que no todo en la vida de un artista es glamour, también hay situaciones que vivimos y sufrimos como cualquier persona. Mi lucha legal por mi hija pequeña (Naomi) lleva muchos años. Luché por la custodia, la cual me fue negada, repito, por el simple hecho de ser hombre, no importando mi calidad humana, ni de padre cariñoso, presente, responsable, que provee, y brindando calidad y cantidad de vida a mi pequeña hija. Nunca he escatimado en ellas nada (incluyendo a Fernanda) y mucho menos mi cariño. Así que por resolución de la Juez, sólo puedo verla un par de días al mes, y una semana en vacaciones.
Yo no estoy a favor del machismo ni del feminismo, sino del humanismo, mi vida y mis canciones hablan de eso, por ello canto en ellas a las diferentes formas de amor, el amor de pareja, de amigos, de hermanos, de papá, de mamás solteras, de amor a la patria, de amor entre personas del mismo sexo, de amor a los animales, al planeta, a las artes y a la vida misma. Ustedes son testigos de eso.
No vivo victimizándome ni culpando a nadie de mis errores, solamente sé que así como hay hombres que hacen todo lo posible por no responsabilizarse por sus hijos, y no aprovechan la hermosa oportunidad que la vida les ha dado, también hay mujeres que chantajean y manipulan con los hijos y aprovechan el amor del padre para castigar. Irónicamente quien sale más lastimado son los niños.
Las horas que paso con mis hijas, las aprovecho al máximo siempre, porque la vida es un parpadeo y algún día ya no estaremos más.
La queridísima escritora y compositora de música infantil Margarita Robleda, comentó en la publicación de Nacho Pata: Los hijos no son propiedad de los padres. Qué pena que el egoísmo de alguna de las partes los atropelle. Mi querido amigo Nacho Pata, compositor y cantante del grupo Patita de Perro, bello ser humano, solidario y generoso, nos comparte su lucha por estar más cerca de su hija... Se trata de ganar... de que nuestros hijos crezcan llenos de amor y armonía. Un abrazo grande y fraternal, para ti, mi querido Nacho.
Ignoro los detalles de esta lucha, pero me queda claro que el mejor lugar de la tierra, se encuentra en los brazos de papá y las manos de mamá. Mi querido Nacho Pata, soy testigo de la clase de hombre que eres, por eso deseo con todo mi corazón, que nada separe a tus hijas de la luz, el ejemplo y la esperanza que para miles de niños y sus padres significas por toda Latinoamérica. Te abrazo y bendigo.
Jamädi…
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