En ningún otro momento de la humanidad hemos estado más comunicados que hoy en día, pero también en ningún otro momento de las sociedades modernas, hemos estado expuestos al uso del lenguaje escrito. Si bien a mediados del siglo XX los medios de comunicación a distancia como la radio y el teléfono permitieron al groso de la población la comodidad de escuchar y de hablar solamente como uso de la lengua. Sin embargo a fines del siglo pasado e inicios de este, la Internet y los teléfonos móviles han complementado la inmediatez de la comunicación pero exigen de quien los usas ya no solamente la comodidad del hablar y escuchar, sino también la meticulosidad del escribir y del leer. De esta manera, hoy en día podemos ver a un gran porcentaje de la población de nuestro país, -jóvenes sobre todo-, escribiendo en el celular o frente a la pantalla de la computador. En esas pantallas aparecen frases como “tnx por el add”, o “k pex” o ”stas preciosa xoxo”. En ellas se vislumbra no sólo la aplicación de modismos que ya han encontrado un acomodo en el argot juvenil, de ellos no se tiene nada que decir pues esta comprobado en el estudio, no sólo del español sino de varias lenguas, que son la semilla de nuevas palabras y términos, la fuerza o debilidad de su uso en ciertas sociedades determinará su concretización lingüística; sino que también se incluyen letras o monosílabos que contrario a su tradicional uso, tratan de representar otra cosa. El ejemplo más común es el de el uso de la “k” como contracción de la palabra “que”; o el uso de dos equis intercaladas con dos “o” para decir “besos, abrazos” (expresión común en el inglés). El abuso de este tipo de “contracciones modernas” provoca por un lado la pereza de quien tratando de ahorrar uno o más caracteres en el mensaje del móvil, adopte estas expresiones en todo ejercicio escritural que ejecute; y por otro lado lacera la belleza con que el español nos ha impuesto su sintaxis. ¿Será acaso que los lingüistas han tenido razón en afirmar que este siglo seremos testigos del nacimiento de lenguas hibridas que forjaran la comunicación de la sociedades del futuro, así como de la muerte de más de la mitad de las lenguas que existen hoy en día? ¿Qué haremos pues los que insistimos en enviar un mensaje en dos o tres partes con tal de respetar cada palabra utilizada? Habrá que recordar que la vela se extingue cuando se va haciendo pequeñita; que no suceda lo mismo con nuestra lengua.
... hay una frase digna de estudios sociales acerca de nuestra generación equis, next o como se guste llamar, le confesaré por supuesto que a mi mentirosa personalidad se le apetece perfecta para mandar un telegrama:
ResponderBorrar"TBC TDG TUC GGG"
Aunque es una tontera pues..