>Su nombre enmarca la historia de la música
en México y su trayectoria figura entre las más destacadas en el mundo en el
siglo XX.
>Fue la primera mujer en dirigir el
Conservatorio Nacional de Música, de 1988 a 1991.
“El piano no sólo es un
compañero
y un amigo, ha sido esa parte
de mi vida,
sin la cual yo no podría
vivir”.
María Teresa Rodríguez
Ayer, antes de la
media noche en la Ciudad de México, falleció María Teresa Rodríguez, a los 90
años de edad, considerada una de las grandes pianistas que dio México en el
siglo XX, y quien fuera la primera mujer en ocupar la dirección del
Conservatorio Nacional de Música, en el periodo que abarcó de los años 1988 a
1991.
El gobierno del
estado de Hidalgo, a través del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de
Hidalgo (Cecultah), se une a esta pérdida tan sensible para la vida cultural de
nuestro país; por tal motivo, preparará un homenaje póstumo para reconocer a esta
gran artista, quien llegó con su piano al reconocimiento nacional y mundial.
María Teresa
Rodríguez nació en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, el 18 de febrero de 1923. Fue
considerada una niña prodigio, ya que a sus cuatro años, inició su formación en
el lenguaje musical y la ejecución de piano. A partir de ahí, comenzó a fincar
un ciclo profesional extraordinario.
Su nombre enmarca
la historia de la música en México y su trayectoria figura entre las más
destacadas en el mundo en el siglo XX.
Debido a la profesión
de sus padres, su infancia estuvo inmersa e involucrada con la música. Su mamá fue
maestra de piano, y su papá cantante.
A los ocho años,
hizo su debut tocando el Concierto Número 1 de Beethoven, obra de dificultades
técnicas e interpretativas lo suficientemente exigentes como para no ser
considerada "fácil" ni "adecuada para una niña pianista"
cualquiera.
Estudió en Estados
Unidos, con el eminente pianista y maestro ruso Alexander Borowski, varias de
las obras fundamentales del repertorio pianístico. A partir de ese momento, su
interés y curiosidad musicales la llevaron a incursionar en músicas de los más
variados lenguajes y estéticas. Y fue así como su repertorio comenzó a
ampliarse significativamente, hasta abarcar por igual la música de Mozart y Bartók,
Schumann y Ravel, Saint-Saëns y Boulez, Liszt y Prokofiev.
A finales de los
años cuarenta inició una profunda amistad y una sólida y productiva relación
profesional con el maestro Carlos Chávez.
En la Ciudad de
México ofreció recitales frente a destacados compositores como Manuel M. Ponce,
Julián Carrillo y Claudio Arra.
Su actuación junto
a la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por José Pablo Moncayo, le abrió las
puertas a las salas de Ámsterdam, Londres, Madrid y otras ciudades europeas.
Como solista de
orquesta colaboró con renombradas orquestas sinfónicas tanto de México como de
varios países, bajo las batutas de importantes directores como Igor Markevitch,
José Pablo Moncayo, Arthur Fiedler, Kyril Kondrashin, Carlos Chávez, Luis
Herrera de la Fuente y Eduardo Mata.
Asimismo,
destacados artistas colaboraron con la maestra Rodríguez, entre los que se
cuentan Jean Pierre Rampal, Henrik Szering, Sándor Roth y Pablo Casals.
Fue la primera
mujer en dirigir el Conservatorio Nacional de Música, de 1988 a 1992.
A lo largo de su
extraordinaria carrera, fue galardonada con varias distinciones y
reconocimientos entre los que destacan: el Premio a la Excelencia Académica del
Instituto Nacional de Bellas Artes en el año de 1996, el Gobierno de Polonia le
otorgó por su gran labor en la difusión de la obra del Chopin la Medalla de la
Orden al Mérito Cultural, en el 2005 recibió un merecido homenaje durante las
actividades artísticas del festival Instrumenta Verano que se realiza en el
Estado de Oaxaca, al siguiente año, el INBA le entrega la Medalla de Oro de
Bellas Artes, el gobierno de Veracruz instituye a su nombre el Premio María
Teresa Rodríguez y en el 2008 el gobierno del estado de Hidalgo le entrega la
medalla “Pedro María Anaya”, reconocimiento que otorga la LIX Legislatura del
Congreso del Estado de Hidalgo a lo más destacado del arte y la cultura en el
estado.
En el 2008 fue
galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Galardón que otorga
anualmente el gobierno mexicano a las personalidades y grupos más
sobresalientes que han realizado aportaciones valiosas para el progreso de la
ciencia, el arte y la cultura.
Un año más tarde,
el gobierno del Hidalgo le otorga el Premio a la Trayectoria y Mérito Artístico
2009, y en el 2011, el Cecultah editó una recopilación de sus mejores
interpretaciones, con obras de Debussy, Mozart, Brahms, Chopin y muchos más.
Apenas hace unos
días, en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo fue distinguida con el
Premio de Humanidades Juan Crisóstomo Doria, durante el acto inaugural de la 26
edición de la Feria Universitaria del Libro (FUL).
Le sobrevive su
hijo Tonatiuh de la Sierra. Ella es velada en la funeraria Agencia García López
(Av. Miguel Ángel de Quevedo #483, Colonia Romero de Terreros, Delegación
Coyoacán) en el Distrito Federal.
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