José Manuel Solá
La lluvia huele a
vida,
huele a ti,
huele, amor, a tus
manos
cuando siembras
la semilla de las
horas
entre una canción
y dos puntos cardinales,
cuando haces
florecer
el final de la
noche
entre mis brazos.
Entonces por el
campo
se alejan los
gorriones,
la hierba se
amanece
bajo tu cuerpo
desnudo
y sólo hay humedad
de primavera,
calor de entrega
dulce,
besos como
susurros,
secretos infinitos
bajo la noche
inmensa que no acaba.
Entonces
la luna huele a ti,
huele
a besos de deseo,
amada mía….
Viernes 4 de enero de 2013
Una vez más, los versos de Solá me conmueven, sus imágenes son nítidas, cercanas... gracias por compartir su poesía.
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