jueves, 17 de abril de 2008

Poema para el alba

Arrebatos de carne viva
en los estíos explayados de la corteza cerebral
han flagelado los contornos de la tierra
los ranforinquios en el sarcasmo de sus colas
captan el viento
el viento que ya no tiene espada
el viento que ya no es sino una caña de pescar los frutos de todas las estaciones del cielo
manos abiertas
manos verdes
para las bellas fiestas de las funciones anhídridas
nevarán adorables crepúsculos sobre las manos tronchadas de las memorias respirantes
y de ahí
sobre las grietas de nuestros labios de Orinoco desesperado
la feliz ternura de las islas mecidas por el pecho adolescente de las fuentes del mar
y en el aire y en el pan siempre renaciente de los esfuerzos musculares
el alba irresistible abierta bajo la hoja
cual claror el impulso espinoso de las belladonas



Aimé Césaire
De Las armas milagrosas, 1946
Traducción de Lizandro Z.D.Galtier, 1974

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