Con estas
palabras el gran Julio Torri describía el lugar: “En Tulancingo, el cielo es
azul, el aire puro y discreto el ruido”. Mostrando que propios y extraños nos
maravillamos con una de la ciudades más bellas de Hidalgo.
Uno de ellos en
particular, no ha logrado, ni permitido, que el amor y el maravillar por su
tierra se queden en silencio; por el contrario ha dejado testimonio escrito de
ello.
Su primer
recuerdo tiene que ver con su pasión. Cuando muy niño encontró una piedra cuya
forma la hacía resaltar de otras. Él no lo sabía en ese momento pero esa piedra
no era una piedra, era una punta de proyectil, una flecha tal vez. Sin embargo,
al mirarla con detenimiento y a sus 3 años de edad lo invadió la emoción de
haber encontrado “algo” especial: era la Historia.
Marco Antonio
Mendoza Bustamante es un joven abogado y cronista quien desde muy joven ha sido
atraído por la historia y las historias alrededor de la historia de su terruño.
Con menos de 30 años nos ha regalado un volumen práctico y precioso sobre la
ciudad de Tulancingo.
“Por siempre
Tollanzinco. Esbozo histórico de Tulancingo de Bravo, Hidalgo” es un libro,
breve pero conciso que nos lleva a un paseo veloz pero profundo por la historia
de una de las ciudades más bellas del estado de Hidalgo. El libro está
compuesto por cinco capítulos, iniciando con un recorrido por los “Tiempos
pasados”, donde el autor resume el pasado más remoto de su lugar, explicándonos
desde la concepción y el significado del nombre, los registros prehistóricos,
prehispánicos (haciendo hincapié por supuesto en Huapalcalco), así como el
descubrimiento del ancestral pulque, además de presentarnos al Profeta de
Tollanzinco, Quetzalcóatl.
El segundo capítulo está dedicado a la época de la
Colonia, el sometimiento espiritual de los lugareños y de Coatlallope, la
Virgen de Guadalupe cuyo nombre fue castellanizado por un tulancinguense. La
Independencia, el convulso primer siglo mexicano y la Revolución, son tocados
en el tercer destacando el papel que la región jugó en aquellos sucesos. El
capítulo cuatro nos habla de la modernidad en el lugar; desde la instalación de
la estación terrena de Telecomunicaciones (hito en las comunicaciones de nuestro
país), el establecimiento de la primera radiodifusora del estado de Hidalgo en
tierras tulancinguences (la famosa y querida NQ), así como las tradiciones que
durante el siglo XX han fortalecido la cultura local: La Feria, el Día de
plaza, los Guajolotes y las leyendas locales (la de la Cueva del Chivo y la de
don Pánfilo García). Antes de pasar al Epílogo, el autor nos enlista una
Galería de personajes ilustres, entre los que se encuentran Rodolfo Guzmán “El
Santo”, el burronesco don Gabriel Vargas y el “Hemingway mexicano” don Ricardo
Garibay, entre algunos otros.
En fin que para
quienes conocemos y disfrutamos visitar Tulancingo, este libros nos permite
empaparnos, sin prisa pero con ahínco, del devenir histórico del lugar. Es tal
la amenidad del libro que se lee en un par de tardes y, en caso de no conocer el
ligar del que habla, siembra en nosotros
la curiosidad de visitar Tulancingo, más allá del interés meramente turístico.
El volumen fue
presentado (hace ya algunos meses), en esta tercera edición, corregida y
aumentada (la primera apareció en 2010) en la sala Manuel M. Ponce del Palacio
de Bellas Artes, con comentarios de la ahora diputada federal Carolina
Viggiano, del licenciado Juan Manuel Menes Llaguno y del arqueólogo Eduardo
Matos Moctezuma; dejando claro su vocación por difundir los valores históricos
de esta ciudad que siempre nos recibe con calidez.
Sin duda, Marco
Antonio Mendoza Bustamante, seguirá encaminando sus esfuerzos históricos en su
ciudad natal, en la región y en su estado: auguro que serán, esfuerzos constantes
y fructíferos, dada su juventud y dedicación.
Con prólogo
precisamente del Cronista del Estado de Hidalgo, “Por siempre Tollanzinco” es
el libro perfecto para acercarnos, y adentrarnos, en la historia de este bello
lugar.
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