Increíble resulta como los vasos comunicantes de la historia unen sucesos, regiones y destinos.
Está reflexión nos queda después de leer el excelente ensayo biográfico “Francisco L. Urquizo, un Hidalgo Coahuilense” del Cronista del Estado de Hidalgo, Juan Manuel Menes Llaguno. En este libro, editado por el Gobierno del Estado de Coahuila en su colección Reaperturas, Menes Llaguno realiza una fresca biografía de Urquizo, poniendo especial atención en las novelas y los ensayos con los que el personaje surcó la literatura revolucionaria, pero sobre todo con los artículos que quedaron en la revista “Cultura Hidalguense” en la segunda mitad de los años 30.
A la par, Francisco L. Urquizo sembró una pléyade de amistades con un grupo de personalidades denominado “Club Mesa y Sobremesa de Pachuca”, donde también asistían Alfonso Teja Zabre y Mauricio Magdaleno –entre muchos otros-.
Todo esto es un rastro indeleble de su pasó por Hidalgo, y ha sido un excelente pretexto para enraizar su nombre a la tradición cultural de nuestra entidad.
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