Ra donza

Emiliano Paramo

La poesía en el Valle, es un llamado inapelable para el pueblo hñähñu; eso en Santiago de Anaya lo saben muy bien, y lo reivindican con la tradición. La “Orquídea de Plata”, es el premio popular más significativo en el Valle del Mezquital, y una costumbre irrenunciable que ha permitido a los poetas de la región, exponer y confortar su obra. El evento nos ha reunido y nos ha dado la oportunidad de intercambiar experiencias y palabras vivas.

El pasado viernes 20 de julio, la palabra fue blandida para “levantar las sombras” en el Valle, con la entrega de este galardón. La organización este año fue complicada para los integrantes de comité encargado de disponer lo necesario para la celebración del certamen, pues a pesar de ser el único concurso de poesía en el estado que ha sobrevivido por tanto tiempo, y de su importancia para la cultura regional, son muchas las ediciones que no han contado con el apoyo del gobierno municipal. Afortunadamente, este año el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, dispuso paquetes de libros para los primeros lugares, y recursos para los premios en efectivo; la Señora Lupita Romero de Olvera, Presidenta del Patronato del Sistema DIF Hidalgo, envió regalos a los ganadores, al igual que el despacho del Gobernador, del que se recibieron paquetes de libros editados por la Dirección de Publicaciones de Gobierno del Estado; y en nombre del compromiso que ha suscrito con la promoción de la lectura y la cultura en su pueblo natal, Cliserio Ramírez, ex presidente municipal, donará los recursos con que se pagará la elaboración de los trofeos de plata entregados a los ganadores del primer lugar en cada una de las dos categorías. La Presidencia Municipal colaboró con la lona y las sillas del evento, además de la impresión digital de los reconocimientos para los participantes.

En la categoría para mayores de 21 años, J. Concepción Jaén, se alzó con el primer lugar; su poema “Entre ayates”, aborda con profunda nostalgia la cosmovisión y la cultura de su pueblo. Con un largo aliento, profiere un discurso señero, donde se asoma el alto sentido místico con que siempre asiste a la palabra. La opinión unánime del jurado, favoreció la indiscutiblemente limpia construcción de este texto, que a mí me parece uno de los mejores en la historia de este concurso. El segundo lugar fue conquistado en empate por dos poetas pachuqueños, Abraham Chinchillas y Gil Fuentes, que dieron muestra de alta poesía y gala profunda, en la finura de las palabras y recursos con los que edificaron las obras que les hicieron merecer este lugar en la edición número 26 de este tan apreciado suceso cultural en el Valle. EL tercer lugar fue para Francisco Ángeles, de Francisco I. Madero; un poeta entrañable, que en el texto con que se hizo acreedor a esta distinción, aborda el recuerdo sobre el paisaje y la vida cotidiana, con recursos verbales que apelan, prodigiosos, al decir coloquial de los pueblos de esta tierra de Uemas. Mayté Olivares, quien ganara hace tres años, recibió mención honorífica, por su extraordinario texto abordado con limpieza poética, y un profundo tono narrativo y humano.

En la categoría de menores de 21 años, el primer lugar fue para Adrián Hernández (Tronic Tulopic), un muy joven poeta de 17 años, que vive en Pachuca, y que aborda con sinceridad contemplativa y profunda actitud reveladora, los problemas y la vida cotidiana del Valle, desde los ojos de un muchacho de ciudad, que tiene ojos, que sabe mirar, que mira, y que sabe no quedarse callado. Su poema va de esa mirada primera a la denuncia sobre lo contemplado. El segundo lugar fue para Héctor Alejandro Zamarripa, y el tercero para Athziri Mayorga. Las menciones honoríficas fueron concedidas a Raúl Estrada (Tepeji del Río) y a Laura Ángeles Mendoza (Francisco I. Madero).

Muchas son las personas que con afán decidido por preservar y fortalecer sus tradiciones, se involucraron en la organización, pero reconozco la dedicación por muchos años de Margarita Sánchez y Valentina Jaén, ángeles de ra donza. Jamädi…