EFE
Los hermanos Grimm están en el centro del último libro del Premio Nóbel de Literatura Günter Grass, que a partir de ellos dos hace un repaso de la historia de Alemania desde el siglo XIX y de algunos pasajes de su propia biografía.
"Grimms Wörter" (Palabras de Grimm) ha sido definido por Grass como "una declaración de amor al idioma alemán" y es, además, un homenaje a Jakob y Wilhelm Grimm, conocidos en todo el mundo por su recopilación de cuentos populares y autores, además, de uno de los diccionarios más ambiciosos de la lengua alemana.
Grass, en su libro, juega a seguir el formato de ese diccionario y titula los capítulos en orden alfabético: A, "im Asyl" (asilados) , es el título del primero; B, "Briefwechsel" (intercambio de cartas") se titula el segundo, y, así, hasta la F, para dar luego un salto hasta la K.
El primer capítulo parte de la protesta de un grupo de catedráticos, los llamados "Siete de Gotinga" , entre los que estaban los Grimm, en contra del rey Ernesto Augusto de Hannover, que en 1837 derogó la constitución que unos años antes había logrado imponerse y a la que habían jurado fidelidad los profesores.
Los siete catedráticos fueron expulsados de la universidad y tres de ellos, entre los que estaba Jacob Grimm, fueron desterrados.
Jacob Grimm buscó asilo -por eso la palabra del primer capítulo- en el vecino principado de Hesse -hasta 1871 Alemania estuvo dividida en múltiples estados principescos con regímenes autoritarios- hasta donde poco después le siguió su hermano Wilhelm.
Posteriormente, ambos se trasladaron a Berlín, donde murieron sin haber terminado el diccionario, que daría trabajo a generaciones de lingüistas que además -ese es un tema clave para Grass- tendrían que enfrentarse a la aparición de nuevas palabras y al cambio de connotación de otras, muchas veces por razones políticas, como el abuso que hizo de ellas el nacionalsocialismo.
En Hesse, donden habían nacido y crecido, los Grimm fueron más tolerados que bien recibidos y no recibieron cargo alguno que les permitiera sobrevivir, por lo que durante un tiempo vivieron, como los otros cinco catedráticos de Gotinga, de las donaciones recogidas por simpatizantes políticos, entre los que se destacaba la escritora romántica Betinna von Arnim.
Ella fue la que organizó su traslado a Berlín y logró que los dos hermanos recibieran un salario anual del estado prusiano para proseguir sus investigaciones.
Grass aprovecha el relato para señalar cómo, tras la expulsión de los siete de Gotinga, el resto de catedráticos de la universidad evitaron gestos de solidaridad, y establece una comparación con los tiempos del nacionalsocialismo, cuando, como entonces, muchos académicos prefirieron callar.
Los Grimm eran reacios a la actividad política directa, pero su protesta contra Ernesto Augusto y su trabajo lingüístico y literario los ponía en el centro de una corriente que, contra los estados principescos, buscaba lograr la unidad de Alemania desde abajo, con base en la lengua y la tradición cultural comunes.
A esa corriente pertenecían también, entre otros, Georg Gervinus, otro de los siete de Gotinga y autor de una historia clave de la literatura alemana, y Hoffmann von Fallersleben, personaje secundario en el libro de Grass y autor del poema que luego, a partir de 1922, se convertiría en el himno de Alemania.
El "Deutschland, Deutschland über alles" (Alemania, Alemania sobre todo) de la "Deutschland Lied" de Hoffmann von Fallersleben, no aludía originalmente a una pretensión imperial, como ha sido interpretado posteriormente, sino que pedía prioridad para los intereses comunes de Alemania sobre los de los estados principescos.
Esa Alemania, antes de 1871, sólo se podía definir culturalmente, y la elaboración del diccionario, que comenzó en 1837, era parte de esa definición. El diccionario, dice Grass en un momento del libro, avanzaba lentamente y, al igual que la construcción de la patria común, era un proyecto que amenazaba con quedar inconcluso.
Esa búsqueda de la unidad del siglo XIX es extrapolada por Grass a la búsqueda de unidad de la segunda mitad del siglo XX. En ambos casos, según la interpretación de Grass, la unidad no llegó desde abajo sino, en el siglo XIX, por la imposición de Bismark y en el XX por la absorsión de la extinta RDA por parte de la República Federal de Alemania.
En todo caso, el objetivo central del libro era, según ha dicho el propio Grass, poner a los Grimm en su contexto político, y eso es algo que en buena parte se puede considerar logrado.
Conosco algunos de los cuentos de los hermanos Grimm, pero son las versiones "Disneyficadas." Me dicen que los cuentos en su forma original provocan pesadillas horripilantes.
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