Efe
Cuba rindió hoy un homenaje oficial al escritor uruguayo Mario Benedetti, fallecido el pasado domingo, con un acto en la Casa de las Américas en el que se leyó su poesía y al que asistió el ministro de Cultura, Abel Prieto.
Escritores, artistas y diplomáticos participaron en el homenaje en esa institución cultural, que coincidió con la hora en la que fueron inhumados los restos de Benedetti en Montevideo.
En declaraciones a periodistas, el ministro Prieto elogió la "modestia", la "creatividad" y el "apego a los principios de la revolución latinoamericana" que siempre tuvo Benedetti, y resaltó su ejemplo "de hombre verdaderamente íntegro".
"Es una persona para nosotros entrañable, de una lealtad a toda prueba, de una consecuencia, de una coherencia, desde el punto de vista de los principios, extraordinaria", dijo Prieto.
"Me da mucha alegría que antes de morir hubiera recibido el premio de la obra de toda una vida de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), porque realmente él tiene mucho que ver con esas ideas, con las ideas de una América martiana, una américa unida", agregó.
El presidente de la Casa, Roberto Fernández Retamar, abrió la ceremonia recordando que Benedetti fue uno "de los más leídos, admirados y probablemente el más querido de los escritores latinoamericanos de este tiempo".
"Aunque se le sabía muy enfermo, la noticia conmovió al mundo entero, y de manera particular a quienes estamos vinculados a Casa de las Américas, como lo estuvo él mismo hasta el fin de sus días", indicó Retamar, quien calificó al uruguayo de "fuerza irradiante" y "fundadora" de esa institución.
Benedetti trabajó en la Casa de las Américas entre 1967 y 1969, período en el que fundó su Centro de Investigaciones Literarias, y regresó en 1975, al inicio de una estancia en La Habana que duró unos cinco años.
El homenaje incluyó la lectura de los poemas No te salves y Un padrenuestro latinoamericano por los Premios Nacionales de Literatura Pablo Armando Fernández y Nancy Morejón.
Además, se proyectaron imágenes de Benedetti, se escuchó una grabación con su voz del poema Quemar las naves y se recordaron algunas de las versiones musicales de su poesía realizadas por el español Joan Manuel Serrat y el uruguayo Daniel Viglietti.
Escritores, artistas y diplomáticos participaron en el homenaje en esa institución cultural, que coincidió con la hora en la que fueron inhumados los restos de Benedetti en Montevideo.
En declaraciones a periodistas, el ministro Prieto elogió la "modestia", la "creatividad" y el "apego a los principios de la revolución latinoamericana" que siempre tuvo Benedetti, y resaltó su ejemplo "de hombre verdaderamente íntegro".
"Es una persona para nosotros entrañable, de una lealtad a toda prueba, de una consecuencia, de una coherencia, desde el punto de vista de los principios, extraordinaria", dijo Prieto.
"Me da mucha alegría que antes de morir hubiera recibido el premio de la obra de toda una vida de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), porque realmente él tiene mucho que ver con esas ideas, con las ideas de una América martiana, una américa unida", agregó.
El presidente de la Casa, Roberto Fernández Retamar, abrió la ceremonia recordando que Benedetti fue uno "de los más leídos, admirados y probablemente el más querido de los escritores latinoamericanos de este tiempo".
"Aunque se le sabía muy enfermo, la noticia conmovió al mundo entero, y de manera particular a quienes estamos vinculados a Casa de las Américas, como lo estuvo él mismo hasta el fin de sus días", indicó Retamar, quien calificó al uruguayo de "fuerza irradiante" y "fundadora" de esa institución.
Benedetti trabajó en la Casa de las Américas entre 1967 y 1969, período en el que fundó su Centro de Investigaciones Literarias, y regresó en 1975, al inicio de una estancia en La Habana que duró unos cinco años.
El homenaje incluyó la lectura de los poemas No te salves y Un padrenuestro latinoamericano por los Premios Nacionales de Literatura Pablo Armando Fernández y Nancy Morejón.
Además, se proyectaron imágenes de Benedetti, se escuchó una grabación con su voz del poema Quemar las naves y se recordaron algunas de las versiones musicales de su poesía realizadas por el español Joan Manuel Serrat y el uruguayo Daniel Viglietti.
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