viernes, 13 de febrero de 2009

El arte que denuncia me aburre: Olmos de Ita

Mañana se presenta en Pachuca la puesta en escena No tocar del joven dramaturgo hidalguense Enrique Olmos de Ita. A razón de esto les dejo una reciente charla electrónica que tuve con el Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera Castañeda 2008. Si después de leerla alguien se interesa en asistir el flyer esta un poco más abajo en este blog.

¿Cómo surge la idea de escribir esta obra?
Las cifras de abuso sexual a menores en México son tan contradictorias como falsas, y por su puesto alarmantes, hay estados que tienen registros muy altos de denuncia y protección al menor después de abuso sexual, y otros que apenas mencionan el caso. No es un tema que esté en el debate público, por común y oscuro, lo cual es lamentable, me parecía que había que hablar con los niños de estos temas.

La denuncia social ha tomado por asalto las expresiones artísticas que parecería repetirse cada cierto tiempo. Sin embargo el teatro tiene la vocación de la recreación "vivida" de la vida misma. ¿Crees que por ello la denuncia en el teatro es más efectiva o cala en lo profundo del espectador?
La ficción no es denuncia, es ficción. Y no creo en la denuncia, me parece propaganda. Hay que diferenciar entre utilizar un tema para proponerlo a un público a cambio de hacer periodismo en el teatro, eso sería alimentar la idea de que el teatro "tiene un mensaje". El arte que denuncia me aburre.

Haz dicho que No Tocar es una obra que deberían ver los niños, ¿puedes hablarme un poco más acerca de eso?
Es una obra para niños. Entiendo que las instituciones, que viven en el siglo antepasado lo ignoren. Pero es una obra infantil. Ya sé que la programan en horario de adultos, pero eso refleja sólo la cerrazón del medio. Los niños no son estúpidos, y después de cierta edad están muy interesados en que se les hable con honestidad. Si el trabajo es correcto, sutil y toca las zonas elementales del entretenimiento y la razón, ¿por qué no la pueden ver los infantes? El mejor teatro para niños, el de vanguardia, no tiene tabús.

¿Qué sientes al ser un autor montado en tu propia tierra por un grupo de jóvenes muy entusiastas?
Agradecimiento. Con Paco Gallardo y en general con la gente que se anima, a pesar de lo mucho que me odian en Hidalgo algunos teatristas, a poner en escena alguno de mis textos.

¿Cómo miras, desde la distancia, el futuro del teatro en México?
En picada, como el país mismo. No hay proyectos, ni pedagogías, ni presupuestos, ni una comunidad sólida, ni siquiera público. Las artes, el teatro, la escena, como el país mismo, sufre del peor de los males: la apatía civil sumada a la mediocridad institucional; después se acabará el petróleo y sólo nos quedará vender el antiguo imperio azteca a algún Maximiliano escandinavo.

1 comentario:

  1. Anónimo21:04

    Gracias por la entrevista carnal, quedó bonita y todo, a pesar de mí, ¿se publicó en algún otro sitio?

    Seguimos.

    Olmos

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