jueves, 5 de septiembre de 2013

Muere la pianista hidalguense María Teresa Rodríguez

>Su nombre enmarca la historia de la música en México y su trayectoria figura entre las más destacadas en el mundo en el siglo XX.

>Fue la primera mujer en dirigir el Conservatorio Nacional de Música, de 1988 a 1991.

“El piano no sólo es un compañero
y un amigo, ha sido esa parte de mi vida,
sin la cual yo no podría vivir”. 
María Teresa Rodríguez


Ayer, antes de la media noche en la Ciudad de México, falleció María Teresa Rodríguez, a los 90 años de edad, considerada una de las grandes pianistas que dio México en el siglo XX, y quien fuera la primera mujer en ocupar la dirección del Conservatorio Nacional de Música, en el periodo que abarcó de los años 1988 a 1991.
El gobierno del estado de Hidalgo, a través del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo (Cecultah), se une a esta pérdida tan sensible para la vida cultural de nuestro país; por tal motivo, preparará un homenaje póstumo para reconocer a esta gran artista, quien llegó con su piano al reconocimiento nacional y mundial.
María Teresa Rodríguez nació en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, el 18 de febrero de 1923. Fue considerada una niña prodigio, ya que a sus cuatro años, inició su formación en el lenguaje musical y la ejecución de piano. A partir de ahí, comenzó a fincar un ciclo profesional extraordinario.
Su nombre enmarca la historia de la música en México y su trayectoria figura entre las más destacadas en el mundo en el siglo XX.
Debido a la profesión de sus padres, su infancia estuvo inmersa e involucrada con la música. Su mamá fue maestra de piano, y su papá cantante.
A los ocho años, hizo su debut tocando el Concierto Número 1 de Beethoven, obra de dificultades técnicas e interpretativas lo suficientemente exigentes como para no ser considerada "fácil" ni "adecuada para una niña pianista" cualquiera.
Estudió en Estados Unidos, con el eminente pianista y maestro ruso Alexander Borowski, varias de las obras fundamentales del repertorio pianístico. A partir de ese momento, su interés y curiosidad musicales la llevaron a incursionar en músicas de los más variados lenguajes y estéticas. Y fue así como su repertorio comenzó a ampliarse significativamente, hasta abarcar por igual la música de Mozart y Bartók, Schumann y Ravel, Saint-Saëns y Boulez, Liszt y Prokofiev.
A finales de los años cuarenta inició una profunda amistad y una sólida y productiva relación profesional con el maestro Carlos Chávez.
En la Ciudad de México ofreció recitales frente a destacados compositores como Manuel M. Ponce, Julián Carrillo y Claudio Arra.
Su actuación junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por José Pablo Moncayo, le abrió las puertas a las salas de Ámsterdam, Londres, Madrid y otras ciudades europeas.
Como solista de orquesta colaboró con renombradas orquestas sinfónicas tanto de México como de varios países, bajo las batutas de importantes directores como Igor Markevitch, José Pablo Moncayo, Arthur Fiedler, Kyril Kondrashin, Carlos Chávez, Luis Herrera de la Fuente y Eduardo Mata.
Asimismo, destacados artistas colaboraron con la maestra Rodríguez, entre los que se cuentan Jean Pierre Rampal, Henrik Szering, Sándor Roth y Pablo Casals.
Fue la primera mujer en dirigir el Conservatorio Nacional de Música, de 1988 a 1992.
A lo largo de su extraordinaria carrera, fue galardonada con varias distinciones y reconocimientos entre los que destacan: el Premio a la Excelencia Académica del Instituto Nacional de Bellas Artes en el año de 1996, el Gobierno de Polonia le otorgó por su gran labor en la difusión de la obra del Chopin la Medalla de la Orden al Mérito Cultural, en el 2005 recibió un merecido homenaje durante las actividades artísticas del festival Instrumenta Verano que se realiza en el Estado de Oaxaca, al siguiente año, el INBA le entrega la Medalla de Oro de Bellas Artes, el gobierno de Veracruz instituye a su nombre el Premio María Teresa Rodríguez y en el 2008 el gobierno del estado de Hidalgo le entrega la medalla “Pedro María Anaya”, reconocimiento que otorga la LIX Legislatura del Congreso del Estado de Hidalgo a lo más destacado del arte y la cultura en el estado.
En el 2008 fue galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Galardón que otorga anualmente el gobierno mexicano a las personalidades y grupos más sobresalientes que han realizado aportaciones valiosas para el progreso de la ciencia, el arte y la cultura.
Un año más tarde, el gobierno del Hidalgo le otorga el Premio a la Trayectoria y Mérito Artístico 2009, y en el 2011, el Cecultah editó una recopilación de sus mejores interpretaciones, con obras de Debussy, Mozart, Brahms, Chopin y muchos más.
Apenas hace unos días, en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo fue distinguida con el Premio de Humanidades Juan Crisóstomo Doria, durante el acto inaugural de la 26 edición de la Feria Universitaria del Libro (FUL).

Le sobrevive su hijo Tonatiuh de la Sierra. Ella es velada en la funeraria Agencia García López (Av. Miguel Ángel de Quevedo #483, Colonia Romero de Terreros, Delegación Coyoacán) en el Distrito Federal.

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