viernes, 11 de enero de 2008

Ven a mí

Ven a mí, acércate,

acércate más, más cerca.

Dame tu mano

y por el camino de mi mano

pásate y éntrate en mi corazón.

Escucha lentamente para que

puedas entender estas palabras

que en mis labios tiemblan.

Verás mis palabras caer en el aire,

como si fueran peque¤as balsas

próximas a naufragar su contenido.

Acógelas.

Sé tú como una blanda orilla de mar

a donde mis palabras recalaran.

Acércate más, más cerca.

Dame tu mano.

En mis historias encontrarás

lo que es limpio, lo que es bello,

lo que transparente brota de mí

como una flor.

Acógelas, sé tú como una blanda orilla,

donde mis palabras recalaran.

Acércate más, más cerca.

Pero ¡ay de mí!, si estando tú

en mi corazón, yo abro los ojos

y te busco en el viento y en la nube,

y otra vez me encuentro solo,

completamente solo bajo el viento.


Andrés Henestrosa

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