viernes, 3 de febrero de 2012

Amor a primera vista

Wislawa Szymborska


Ambos están convencidos


de que los unió un amor imprevisto.


Es hermosa esta certeza,


pero la incertidumbre es más bella.



Los dos saben que de haberse conocido antes


nada entre ellos hubiera sucedido.


Pero, ¿qué dirían sobre eso las calles, las escaleras, los pasillos


en los que hace tiempo pudieron haberse encontrado?



Me gustaría preguntarles


si recuerdan


-quizá un encuentro frente a frente


alguna vez en una puerta giratoria,


o algún "disculpa", en el tumulto


o del otro lado del teléfono "lo siento, está equivocado" -,


pero conozco su respuesta.


No, no recuerdan.



Se sorprenderían


de saber que ya hace mucho tiempo


la casualidad juega con ellos,



una casualidad que todavía no estaba lista


para convertirse en destino,



que los acercaba y los alejaba,


que se interponía en su camino


y que conteniendo la risa


se hacía a un lado.



Hubo signos, señales,


pero qué hacer si no eran claros.


¿No habrá revoloteado


una hoja de un hombro a otro


hace tres años


o incluso el martes pasado?



Hubo algo perdido y encontrado.


Quién sabe si alguna pelota


en los matorrales de la infancia.



Hubo picaportes y timbres


en los que un tacto


se sobrepuso a otro tacto.


Maletas, una junto a otra, en una consigna.


Quizá una cierta noche el mismo sueño


olvidado inmediatamente al despertar.


Todo principio


no es más que la continuación de lo sucedido,


y el libro de la vida

siempre abierto a la mitad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario