Parecería difícil de creer, que un gobierno con el espíritu
de la renovación esté cometiendo tantas pifias. Lo más lamentable es que estos
equívocos estén multiplicándose en el ámbito de cultura, uno de los sectores
que por tradición podrían reflejar un verdadero cambio en las políticas
“liberales”.
Primero, muy al inicio del sexenio, la designación del gran
Mario Bellatín al frente del FONCA prometía una mejora. La esperanza duró poco
y metió al Fondo en un berenjenal burocrático del que todavía no sale. Después,
la reducción en el monto de algunos premios. Ahora, el embate es contra al
menos cuatro de los Premios Bellas Artes de Literatura; lamentablemente, un
embate desde dentro.
El escandalo se destapó cuando fue filtrado a los medios de
comunicación un archivo digital conteniendo los datos de todos los
participantes inscritos hasta ahora. Según las especificaciones de cualquier
concurso, las plecas con los datos personales de los concursantes no son
abiertas, sólo se apertura la del o los ganadores según sea el caso, pero el
resto es destruida sin conocer el contenido.
No hay concurso respetable que funcione de otra manera, por
lo tanto, no fue un error inocente de un neofuncionario “cuatrotero” que no
sabía que eso no se debía hacer; no es creíble una excusa como esa. ¿Cuál es
entonces el trasfondo de la violación de protocolo? ¿Encontrar “intelectuales
conservadores”, creadores beneficiados en el sexenio anterior, simpatizantes de
la cultura “fifí? ¿A quién o quienes beneficiaría el compilar los datos de los
aspirantes antes de determinar un fallo? A una camarilla de “renovadores”
insulsos y ocurrentes.
Hasta el momento de escribir estas líneas, el INBA había
reconocido la apertura de plecas de los siguientes galardones: el Premio Bellas
Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada, el Premio Bellas Artes de Novela
José Rubén Romero, el Premio Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí Amparo
Dávila y en los estados correspondientes, Campeche, Michoacán, Oaxaca y San
Luís Potosí, determinaron no hacer valido el proceso de registro de obras y
hasta el 29 de mayo. Pero, ¿Qué pasará ahora? ¿Se podrán volver a inscribir los
que ya habían ingresado sus trabajos?
Estos premios significan la mitad de los que están
convocados por el INBA y que exigen a los participantes el uso de seudónimo
para conservar la imparcialidad del resultado. ¡La mitad! Tres de seis. De por
sí, los concursos literarios despiertan sospechas e inconformidades por
naturaleza. Ahora, terminarán por caer en el descrédito, al menos aquellos
convocados por la máxima autoridad cultural del país.
El daño colateral de todo esta será, lamentablemente y sin
que podamos evitarlo, la propia literatura; maltrecha y prostituida.
Este hecho es tristemente el reflejo de lo que ocurre en
todo el gobierno federal. Están tirando al inodoro la gran oportunidad de la
izquierda mexicana. No unos meses de gobierno, no un sexenio, no una serie de
proyectos de inversión (lo cual, por supuesto, ya es grave), sino una
oportunidad que costó más de un siglo concretar; no se estaba peleando desde el
88, ni siquiera desde el 68, se estaba buscando desde la Revolución. ¿La
historia los absolverá? Lo pregunto con pesar. Ojalá se rectifique.
Paso cebra
Es mi oportunidad de felicitar a todos mis compañeros de
diario por los 20 años de Síntesis Hidalgo. Es un privilegio compartir páginas
con todos aquellos que colaboran en este periódico que abrió el mercado
periodístico en Hidalgo. Un abrazo especial para Georgina Obregón y Mónica
Hidalgo, gracias por tolerar mi volubilidad escritural; gracias de verdad.
¡Felicidades!
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