jueves, 14 de febrero de 2008

Abu Bakr Al Tatuari busca la huella de su amor

1
Noche tras noche observo el firmamento:
busco el lucero que estarás mirando.

Pregunto a los que viajan si no te han visto.
Le doy la cara al viento con la esperanza
de que pronto me traiga noticias tuyas.

Ando por los caminos sin rumbo fijo.
Toda canción que escucho lleva tu nombre.
Al pasar las mujeres dan el consuelo
de observar un destello de tu hermosura.

2
Te fuiste de mañana
y me quedé con el dolor de tu ausencia.
Tras el vuelo de tela de oro
más bella que la luna era tu cara.
Bajo ese velo
como escorpión se deslizó una lágrima.

El escorpión no dañará tu rostro.
Reserva su veneno para el amante
al que duele no verte.

-


Meleagro (Gádara, Siria – Tirio, Fenicia. S. II a. C.)
Versión de José Emilio Pacheco

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