viernes, 17 de enero de 2025

Garibay, 102 años

Hace algún tiempo, reflexionaba en este espacio, por dónde empezar a leer a un escritor, por cuál de sus libros quiero decir. En aquel momento la reflexión surgía cuando abordaba a uno de los grandes novelistas de la literatura mexicana, el hidalguense Agustín Ramos. La cuestión es complicada cuando el escritor en cuestión continúa produciendo y llegaba a la conclusión de que se debía iniciar con el libro que se nos cruzara por el camino; la literatura está llena de milagros y estoy convencido de que toparnos con un libro en específico en un momento determinado resulta en una epifanía que no debemos dejar pasar.

En el caso de un escritor ya fallecido, el rumbo de nuestras pesquisas resulta menos incierto. Sobre todo si la relevancia de la obra de ese autor ha merecido unas obras completas o al menos una antología. Ese es el caso de Ricardo Garibay.

Cómo muchos saben Garibay nació en Tulancingo el dieciocho de enero de mil novecientos veintitrés. Pronto su familia se estableció en Ciudad de México y posteriormente el propio Ricardo se afincó en Cuernavaca hasta sus últimos días.

La obra de Garibay es muy vasta, suficiente para que las obras completas, publicadas por el gobierno de Hidalgo y editorial Océano en 2002, merecieran diez tomos de tamaño considerable cada uno y para navegar, con viento en popa, por el cuento, la novela, el testimonio, el teatro, el guion cinematográfico y el periodismo. Esa colección es una especie de mapamundi definitivo que podemos extender frente a nosotros y tomarlo como referencia para abordar una de las obras más importantes de la literatura mexicana del siglo XX; una que se ha vuelto un canon, me atrevería a decir. 

Se sabe de su constancia en el oficio de leer y de su exigencia, implacable diría yo, en el oficio de escribir. Ante todo, don Ricardo era un lector que entregado al disfrute del idioma, un explorador de las palabras que desarrolló una facilidad envidiable para reproducir el habla popular de distintas regiones del país según sus personajes se lo exigieran. Puntilloso, apasionado, entregado en cuerpo y alma al ejercicio de escribir, buscó a toda costa la manera de vivir sin distraerse de su oficio con trabajos mundanos. Aun así, se encargó de encomiendas burocráticas en dependencias como la SCT, Canal 13 y la SEP; encontrando en cada lugar una forma de hacer literatura, escribiendo o hablando de ella. Son famosos sus espacios televisivos, en IMEVISION, la televisión de Morelos y Radio y Televisión de Hidalgo, donde acompañado de diversos intelectuales que escudriñaban todo tipo de temas literarios y por ende, de la vida misma. De los programas que se transmitieron en el canal 3 pachuqueño, existe un volumen espléndido que recoge algunas de esas charlas y que es autoría del arquitecto Luis Corrales Vivar-Cravioto; se llama “Diálogos hidalguenses”.

Quienes tuvieron con él un trato de amistad le recuerdan siempre como un caballero, aun cuando era conocido su carácter reacio, altanero, avasallador. Hacía sus últimos años de vida la exasperación llegaba más pronto que tarde y prefería recluirse en su soledad contenida en su estudio. Hay dos libros más que quisiera mencionar. El primero es “Sendas de Garibay” del escritor y editor Ricardo Venegas, se trata una colección de ensayos, anécdotas y entrevistas que Venegas fue construyendo en múltiples visitas al insigne escritor allá por la década de los noventa. El segundo se titula “Señor mío y Dos mío / Ricardo Garibay: La fiera inteligencia”, obra de Alejandra Atala que da cuenta de los últimos días de la vida de Garibay y de los primeros de la eternidad de Garibay; en una especie de diario Alejandra reflexiona sobre la presencia de don Ricardo en su vida intelectual y personal.

La autenticidad de Garibay le granjeó un sinnúmero de enemistades en el ámbito literario, a lo que se le achaca el escatimo de premios que merecía su pluma. Sin embargo, en lo que va de este siglo, por fortuna, su obra se ha revalorado y ha encontrado nuevos caminos para llegar a las manos de los lectores jóvenes; camino ideal para que el pensamiento de un hombre como Garibay, perdure en el tiempo.

Paso cebra

Este sábado 18 de enero, estaré en la ciudad de Tulancingo con el honor de compartir mesa de conferencia con el querido y admirado Agustín Ramos; ambos hablaremos, desde la perspectiva personal, de la obra de Ricardo Garibay. La cita es a partir de las 4 de la tarde en el Centro Cultural que lleva el nombre del ilustre autor de “Beber un cáliz”. Ojalá que puedan acompañarnos. Nada es mejor para la memoria de un escritor que sus lectores se encuentren y le lean.

viernes, 10 de enero de 2025

La triste e increible historia de la América Mexicana y su Trump desalmado

Por los pasillos digitales se deja sentir el cotilleo desatado por los recientes e hilarantes pronunciamientos del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump. 

Si bien, en los primeros días tras la arrolladora victoria que obtuvo en las urnas parecía que su discurso tendía a mesurarse, dejando atrás los disparates de la campaña y centrándose en los problemas medulares que convensieron al electorado. Los enérgicas posturas anti-woke y el freno total a las ideologías de género en las escuelas, sumando otras minucias que van contra la agenda 2030 (ahora 2045), consolidaron las simpatías de sus seguidores y le granjearon las voluntades que se mantenían indecisas aun después de la elección; incluso las propuestas antimigrantes y de la posible intervención militar para combatir a los cárteles dentro de nuestro territorio quedaron opacadas. 

Sin embargo, al arrancar el nuevo año, Trump regresó a la arena mediática con una serie de declaraciones que vuelven a posicionarlo en la categoría de “borracho de cantina / peleonero de banqueta”. Además de insistir que va a quitarle la isla de Groenlandia a Dinamarca para anexarla, junto a todo Canadá a los territorios de los EUA, intensiones que por supuesto no le han hecho gracia a ninguna de las naciones aludidas. Además, don Donald, insinuó que usaría la presión económica y posiblemente militar para retomar el control del Canal de Panamá; sin dejar de lado el amague con las deportaciones masivas de inmigrantes latinoamericanos.

Pero la gota que ha derramado el vaso de la estupidez ha sido el capricho de cambiarle el nombre al Golfo de México por el de Golfo de América, pues, en parafraseo Trumpesco, “les pertenece a los gringos”. La reacción de la presidenta de México no se dejó esperar y mostró un mapamundi de 1607, tal vez el primero que intentaba dar una perspectiva total del mundo, donde el territorio de nuestro país cubre gran parte del ahora territorio norteamericano, llegando por el norte más allá de San Francisco y por el sureste hasta La Florida, designándolo como “América Mexicana”. Es por esta razón que al trozo de mar interior entre la península de Yucatán y la ya señalada Florida se le llamó Golfo de México. Si tomamos en cuenta que la fundación de los Estados Unidos data del 4 de julio de 1776, el golfo ya tenía 169 años de llamarse como se llama. Otro dato interesante es que el nombre de América Mexicana era común cuando en 1814 José María Morelos y Pavón lo incluyo en la Constitución de Apatzingan, antecedente de la primera constitución de nuestra nación.

Lo que sigue en este drama binacional seguramente será que, el congreso gringo aprobará el supuesto “cambio de nombre” al golfo y se dará una batalla mediática para tratar de imponerlo; cruzada infructuosa al paso de los años cuando se volverá a la designación conocida y aceptada por todos los organizamos internacionales. Lo mismo ocurrió con Bush hijo, cuando trató de lavar la afrenta de que el gobierno de Francia no quiso apoyarlo en su intervención militar en Irak, pidiéndole a los norteamericanos que cambiaran el nombre de “French fries” por “Free fries” para ordenar unas papas en la ventanilla de comida rápida. Sobra decir que si alguien llegó a hacerlo, el nuevo nombre “libertario” pronto fue olvidado.

En fin que los disparates el inquilino que entra a la casa blanca la próxima semana será nuevamente el sello de una administración que prometía más de lo que su “razón” puede lograr.

viernes, 3 de enero de 2025

Los festejos literarios del 2025

Inicia el 2025, convulso y beligerante, cargando en los bolsillos una serie de festejos literarios por demás interesantes, que pueden ser un buen pretexto para leer o releer algún libro o a un autor que puedo permanecer lejano hasta ahora para nosotros o inserto ya en las listas de preferencias, conocidas ahora como el “top” de lo que preferimos leer. 

Empecemos por los autores. Este nuevo año se cumplen doscientos cincuenta años del nacimiento de la novelista británica Jane Austen. También se estarán conmemorando los ciento cincuenta años del nacimiento del gran escritor alemán Thomas Mann; del poeta y novelista austriaco Rainer Maria Rilke; y del más joven de la generación del 98 de la poesía española, Antonio Machado. En los centenarios, recordaremos a no de los autores más radicales de la literatura japonesa del siglo XX, Yukio Mishima; y de dos de las escritoras españolas más queridas por propios y extraños, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute. En cuanto a los aniversarios luctuosos recordaremos los ciento cincuenta años de la muerte de Hans Christian Andersen, un gran poeta danés, pero conocido mundialmente por sus cuentos para infantes; y cincuenta años del fallecimiento de Hannah Arendt, una de las filósofas y teórica política más influyentes del siglo pasado, cuyo pensamiento aún permea en la actualidad.

En cuanto a libros celebrados, este año la lista es fascinantes. Se cumplirán cien años de la publicación de “La señora Dalloway”, la que fuera la cuarta novela publicada por Virginia Woolf y que nos presenta el flujo de conciencia del personaje central, Clarissa Dalloway, a través del cual Woolf nos presenta un retrato fiel de la estructura social de la Gran Bretaña posterior a la Primera Guerra Mundial; “El proceso”, novela de Franz Kafka, publicada de manera póstuma y consideran inacabada, pero valorada como una de las novelas más imporatantes del siglo XX por su crítica a la inaccesibilidad a la justicia; y “El gran Gatsby”, la obra maestra de Francis Scott Fitzgerald donde explora la decadencia y el idealismo de la sociedad de Long Island, los excesos y el oropel característico de los años veinte, llena de jazz y art decó, como una ácida advertencia de la vaciedad del “sueño americano”.

Un caso especial de este año será la conmemoración de los 1900 años del Evangelio de Juan. Aunque algunos arqueólogos han datado la fecha en el 135 d.C., la mayoría de especialistas han coincido en que el fragmento más antiguo de este libro es del 125 d.C. Se trata de un fragmento conocido como el Papiro de Rylands (llamado así por el lugar donde se conserva, la biblioteca John Rylands en Mánchester) que contiene unos pocos versículos de Juan 18. Este evangelio es considerado uno de los de mayor influencia en la fe cristiana pero también en la literatura universal, por su carácter canónico y su autoría por parte de uno de los discípulos de Jesucristo y testigo ocular de los hechos divinos de Su ministerio. Cabe aclarar que se cree que el Evangelio de Juan pudo ser escrito alrededor del año 70, pues comenzó a circular aproximadamente en el 89 o 90, dando así décadas suficientes para su copiado y distribución a lugares tan remotos en ese momento, como el interior de Egipto, lugar donde fue localizado la copia de Rylands.

En la literatura mexicana, estaremos recordando el décimo aniversario del otorgamiento del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes (máximo galardón de la literatura en español), a nuestro ilustre y recodado Fernando del Paso.

Para rematar, la curiosidad literaria del 2025, será que, por primera vez una ciudad de lengua portuguesa será designada como Capital Mundial del Libro por la UNESCO; Río de Janeiro.

Paso cebra

Deseo de corazón estimado lector, que el nuevo año que iniciamos ya traiga para usted dicha y bienestar para usted y los suyos. Como anhelo extra, espero que me permita la oportunidad de encontrarnos en este espacio cada semana. ¡Feliz años nuevo 2025!