lunes, 14 de enero de 2013

José L. Calva, Elsinore…


Emiliano Paramo
Hace unos días, navegando en youtube, descubrí -casi por accidente- un video con el título de “Fango (primera parte)”. De haberlo buscado por el tema, es probable que me habría encontrado con cualquier otro video, menos con este; pero la suerte y la buena casualidad permitieron que conociera la primera entrega de este proyecto de documental independiente que José Luis Calva Cruz (Elsinore para sus cuates del facebook) dirige con el apoyo de su banda en el colectivo “Panspermia”.
Elsinore (su nombre facebookero, tomado del libro de Salvador Elizondo) es un joven estudiante de la UAEH que cursa la licenciatura en ciencias de la educación. Desde muy chavo se interesó por la lectura. Su primer libro fue uno de Carlos Trejo, que contra la opinión de los inquisidores especialistas en materia de lectura, detonó en él un hambre decidida por las letras y la escritura creativa. Después vino José Agustín, Juan Villoro, García Márquez, Dostoievski, Rulfo, Kafka y otros más, que le excitaron la avidez extrema con que comenzó incluso a robarse libros de su escuela, la biblioteca pública de su municipio, y dinero del monedero de su mamá para hacerse, entre otros ejemplares, de “Cien Años de Soledad”. Conozco a muy pocos lectores que en su juventud o en la desesperada aridez de sus bolsillos de la edad madura, no se hayan robado por lo menos el libro de un amigo, al que después de pedirlo prestado, no lo regresan jamás.
Elsinore viene de una familia de pueblo, en el mejor sentido de la palabra, pues a pesar de que en su lugar de origen, el acceso a la lectura era muy complicado en su infancia, los valores de su casa lo convirtieron en un muchacho pertinaz en el afán de sus sueños. En unos días, José Luis se irá a estudiar un semestre en una universidad del DF. Puedo asegurarles que más allá del interés por agregar créditos a su currícula escolar, su principal aspiración es la de tener a la mano el mundo que en la ciudad se abre para aquellos que tienen hambre de ser, de vivir y de crecer. Este chavo, se ha puesto la meta de rodearse constantemente de árboles de buena sombra, de bulto y de páginas, lo que lo ha llenado de respuestas y preguntas nuevas, que lo colocan invariablemente entre el grupo de célebres inadaptados al sistema educativo castrante que priva en nuestro país.
Un día, alimentado por sus largas jornadas en internet (explorando obras y autores), además de las múltiples actividades culturales a las que asistía, armado con una vieja handycam, comenzó el proyecto de hacer un documental sobre las letras en Hidalgo. Me sorprendió gratamente el resultado visual de las dos primeras entregas, pues con las limitadas herramientas técnicas que tenía a la mano, el video resultó bien logrado y con un discurso interesante sobre el quehacer de los escritores de esta entidad.
En las entrevistas indaga sobre el panorama actual que prevalece en la literatura de estas tierras. Al ver el primer video de la serie que prepara, uno se da cuenta que en esta tierra, hay de todo como en botica, pero prevalece una gozosa y muy nutrida producción, sobre todo poética. Es posible que acá, igual que en otros lados, aun muchos narradores tienen en su pasado, un poeta que pulsa su lira inspirado por las musas y la vida.
Me gusta que en sus entrevistas, ha buscado la palabra tanto de escritores como Abraham Chinchillas y Juan Carlos Hidalgo, que ya tienen varios libros en su haber, como de muy jóvenes autores que aventuran sus primeras producciones editoriales, entre los que puedo mencionar gratamente a Adrián Hernández, Alfonso Meléndez Pontigo y Rocío Elizabeth Rivera. Lo anterior porque la literatura en nuestro estado, debería de contarse no sólo desde los que ya han publicado, sino también desde aquellos chavos que desde las redes sociales y los muros de las calles, nos nutren de poesía y palabras esperanzadoras.
José Luis Calva cuenta que después de ver un documental sobre Vila Matas, quedó marcado por un aforismo que el autor hispano menciona: En cuanto se tiene un problema, se tiene una opinión… En su tierra de origen, ser hombre de letras es, de algún modo, un problema de los que Vila Matas menciona; desde ahí entiendo el origen de la pluma y las opiniones con que este joven escritor levanta la mano y la palabra.

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