martes, 14 de agosto de 2012

"Tijuana, sonidos del Nortec" en el Cine Club del Romo

Continúa el cine club del Teatro Guillermo Romo de Vivar con la proyección de la cinta “Tijuana, los sonidos del Nortec, este jueves 16 de agosto en funciones de 15:00, 17:00, 19:00 y 21:00 horas, este documental ofrece una mirada sin prejuicios sobre una ciudad estigmatizada a lo largo de los siglos, dirigido por Alberto Cortes y producido por Jorge Sánchez. La entrada consta de un donativo de 20 pesos.

 
El documental hacer un recorrido por la ciudad fronteriza a través de su música. La idea inicial partió de la cadena BBC para darle difusión a la frontera a través de su cultura. Pero el proyecto no prosperó. “A la BBC le dio miedo entrar al territorio fronterizo, les parecía muy complicado hacer un rodaje en Tijuana por considerarlo inseguro”, contó para Animal Político el productor Jorge Sánchez.


En entrevista para la Jornada Alberto Cortes menciona “Creo que hay muchas Tijuanas y este documental muestra sólo una de ellas. Hay temas en los cuales no me quise meter, como el de la migración a Estados Unidos, la migra y la gente a la que la regresan, e incluso el del narcotráfico. No me metí por respeto, porque no tenía tiempo y la intención del documental no era tocar esos temas, los cuales requieren de mayor investigación y mayor rigor. Doy un panorama de la Tijuana actual. Llegué ahí con esas dos premisas: Tijuana y Nortec”.


Nortec es más que un elemento mediático en el documental obra del egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM. Representa el conglomerado de culturas cuyo punto de encuentro se da en Tijuana, es la metáfora de la frontera borrada. Es una síntesis viable, verosímil y moderna de la totalidad de sonidos de la ciudad conocida como “la puerta de México”.


El también realizador de la película Corazón del tiempo (2008), no arriesga en los aspectos formales de Tijuana, sonidos del Nortec. Recurre a la cámara fija y al plano medio para realizar las entrevistas. Es sobrio al retratar el vaivén de la ciudad fronteriza; el movimiento de la cámara, dirigida por Marc Bellver, es mesurado aunque no por eso deja de estar en armonía con el ritmo dictado por la metrópoli.


La propuesta fílmica de Cortés presenta un contenido concreto basado en la música que se desprende de cada persona, maquila, automóvil, jardín de niños, marisquería, estructura e instrumento. El director coloca frente al espectador los sonidos naturales de Tijuana y su reutilización por medio de Nortec. De cierta manera es como si el documental dijera: “Cierra los ojos. Escucha estos sonidos. ¿Puedes ver a la ciudad respirar?”.

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