jueves, 28 de junio de 2012

Voces profundas

Robert Sabatier

Oigo crecer mis uñas.

Pienso en unos amigos

fuertes como bisontes

luchando contra el tiempo.





Voy traduciendo el poema

de una lengua ignorada.

En lo alto de mi ser

una voz quiere hablar.





Que los muchos presentes

del cielo y de la tierra,

juntos en esta página,

entreguen sus secretos.





Si tuviera el saber

del bello analfabeto,

viviría en colores

en una región negra.





¿Qué dios corta su barba

para más parecérsete,

oh rostro mío, liso

como la piel del mar?





Yo nunca digo nada

sin escuchar mi cuerpo.

El canta como rosas

en el verano ardiente.





De mi piel los amigos

no necesitan labios.

Son músicos igual

que el sol y que la luna.





De “El ave de la mañana”
Versión de Enrique Moreno Castillo

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