EFE
¿Cómo llega un ejemplar original de la primera edición de El Quijote desde Valladolid a pleno corazón de los Alpes austríacos? La pregunta tiene difícil respuesta pero lo cierto es que la Universidad de Innsbruck atesora una de las más valiosas piezas del "Ingenioso Hidalgo".
La obra permaneció inadvertida durante 180 años en las estanterías de la biblioteca de la Universidad, hasta que en 1925 un investigador se percató de su valor y el libro fue traslado a la cámara de seguridad, donde quedó, de nuevo, olvidado.
La verdadera trascendencia de este ejemplar no fue descubierta hasta 2005, cuando el catedrático español Enrique Rodrigues-Moura redescubrió el ejemplar y se percató de que es una de las más valiosas entre las 30 copias que se conservan de la edición príncipe del Quijote.
Para celebrar ese hallazgo, la Innsbruck University Press ha elaborado una edición facsímil de la obra que será presentada hoy en la ciudad alpina.
"Fue una sensación muy bonita tener el libro en las manos", relató a Efe el investigador español al rememorar el día que examino el ejemplar por primera vez. El ejemplar, aseguró, "es más auténtico que muchos de los que se conservan en España" ya que nunca ha sido restaurado ni modificado.
"Está igual que cuando salió de la imprenta, con todos sus defectos y virtudes", explicó.
Por eso, Rodrigues-Moura destaca que el ejemplar de Innsbruck "puede aportar valiosas mejoras a las próximas ediciones del Quijote".
Además, el ejemplar de la universidad austríaca es uno de los tres únicos libros originales que presenta una "tasa", el documento oficial que establecía el precio de venta al público, impresa en Valladolid y no en Madrid, de donde salió la primera edición.
Esa particularidad se debe a que el editor de aquella primera tirada, Francisco de Robles, llevó varios ejemplares todavía sin encuadernar a Valladolid para que el Consejo Real de Castilla tasase el libro.
En la capital castellana se estableció un precio de "doscientos y noventa maravedís y medio a la obra" y el editor hizo imprimir esa tasa e incluirla en las copias que había llevado a Valladolid, donde la obra ya empezó a distribuirse en la Nochebuena de 1604, por lo que este ejemplar es de los primeros que circuló entre el público.
Aunque Rodrigues-Moura reconoce que es difícil concretar el itinerario que siguió el libro desde ese momento, sí que está confirmado que en mayo de 1745 la obra formó parte del fondo fundacional de la "Bibliotheca publica Teresiana" de la que derivó luego la Biblioteca de la Universidad de Innsbruck.
Según el catedrático español, una probable explicación de la llegada del libro a esa ciudad se encuentra en "las relaciones diplomáticas, culturales y sobre todo dinásticas que mantuvieron durante todo el siglo XVII las dos ramas de la Casa de los Habsburgo, la castellana y la austríaca".
La edición facsímil que ahora sale a la luz al precio de 34.90 euros (www.uibk.ac.at/iup) reproduce las marcas y anotaciones que los distintos lectores fueron realizando a lo largo de los años y las lecturas.
Así, aparecen traducciones al alemán de palabras como "berrocal", "corpiño" o "henchir" o marcas que resaltan algunos pasajes de la obra, como varios dibujos de manos, cruces y anotaciones.
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