El trece de mayo de dos mil veinte falleció uno de los
escritores hidalguenses más reconocidos en el ámbito literario nacional, Arturo
Trejo Villafuerte. Exploró ávidamente la poesía, la crítica literaria y la
narrativa. También se arrojó a la tempestuosa aventura de los talleres
literarios, coordinando y compartiendo su visión de la literatura y sus
confines.
Maestro de muchos, colega afable, tenía la virtud (ausenté
en muchos de nosotros) de hacer amigos. Siempre bonachón, granjeaba querencias
y anécdotas que compartía sin reparo en una buena sobre mesa; Quererle era inevitable
y eso ha permitido que su memoria, esté llena de afectos sin dejar de lamentar
su ida, celebran a la menor provocación su existencia.
El primer aniversario de la amarga noticia de su muerte, nos
sorprende a un grupo de colegas y amigos del Gordo (cómo le llamaban los
cercanos) preparando un libro homenaje. Aunque la idea original era que
apareciera precisamente en esta fecha, el proyecto ha crecido de tal manera que
ha requerido más tiempo; despacio que tengo prisa decía Napoleón.
Inicialmente éramos 5 o 6, quienes creíamos que sería bueno
dejar en papel nuestras remembranzas del Arturo. Sin embargo, en las reuniones
virtuales para prepararlo, apareció una lista de otros colegas, cercanos a
Trejo Villafuerte que tal vez podrían participar. Contactamos a la mayoría de
ellos y más tardamos en plantearles el proyecto editorial que ellos aceptar;
decir que la propuesta les encantó es un eufemismo.
De esta manera, en el libro que aún no tiene título definido,
participan: Ignacio Trejo Fuentes, Gonzalo Martré, Juan Galván Paulín, Agustín Ramos,
Jorge Antonio García Pérez, Alejandro Sanciprián, Víctor Manuel Navarro,
Rogelio Perusquia, Aideé Cervantes Chapa, Emiliano Pérez Cruz, Josefina
Estrada, Roberto López Moreno, José Antonio Zambrano, Octavio Jiménez, Isolda
Dosamantes, Eduardo Cerecedo, América Femat, Sabino Morten, Fernando Reyes
Trinid, Marcela Román Núñez, Hipólito Bartolo y quien esto escribe. Hay otro
puñado de autores que aún no han confirmado, por lo que la lista aumente en las
siguientes semanas.
En estas páginas, imaginarias todavía pero en vías de
concretarse, queremos verter, reseñas sobre sus libros, anécdotas, poemas que
responden o hace eco a su obra, entrevistas, ensayos breves, en fin, devolverle
a Arturo un poco de todo del amor del que nos proveyó con su amistad y
compañía. Además, gracias al apoyo de su hija Tisbe, estamos buscando material
inédito que, de encontrarlo, podamos también compartir en este proyecto.
Ahora entraremos en la tortuosa búsqueda de financiamiento
para que el libro se vuelva realidad, con la esperanza de que aparezca a
mediados del segundo semestre del año. Creo firmemente que las autoridades
culturales, del estado y de su natal Ixmiquilpan, nos apoyen. Ojalá.
Paso cebra
Mientras usted lee estas líneas, un servidor estará envuelto
en el proceso de vacunación contra covid-19 por laborar en el sector educativo.
Mezquino sería ocultar mi emoción y la tranquilidad que da saberse protegido
contra el virus infame que ha matado a tantos; después de todo, estoy en una de
las franjas de edad más vulnerables (¡carajo, eso de envejecer!). Dicen
aquellos que ya la han recibido, que por ser la vacuna de una sola dosis los
síntomas posteriores son intensos. Ya les contaré la próxima semana cómo me fue
y si no lo cuento es que el que fue, fui yo. ¡Viva la ciencia!
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