Recuerda haberse
sorprendido con las abejas. Con los insectos en general. La perfección con que
fueron creados, la funcionalidad de sus zoologías, la efectividad de su diseño.
Después fueron los autos los que llamaron su atención. Sus formas, sus líneas,
la belleza combinada con utilidad. Esos años de infancia y juventud las vivió
en Talhuelilpan, su pueblo para después invertir su juventud en la ciudad de
México para enfilar su vocación al diseño industrial, no sin antes coquetear
por un momento con las artes plásticas.
Hablo de Silvino
Lopeztovar, joven diseñador que recientemente ha traído el libro cuyo título le
es homónimo y que reúne 15 años de trabajo en crear objetos donde aquellos que
le sorprendía de niño, la belleza y la utilidad, se unen en una de las obras de
diseñador más importantes y originales de nuestro país.
El libro se
presentó recientemente como parte de las celebraciones de la Biblioteca Central
del Estado Ricardo Garibay. En los comentarios participaron José Vergara
Vergara, Director del CECULTAH; los diseñadores Andrea Peruguini y Jaime
Contreras; el artista Raymundo Sesma; el escritor Ven Morten Neriah y el autor.
En el texto
introductorio, el arquitecto y teórico del diseño, Fortunato D’Amico, señala: Escribir y hablar de Silvino Lpeztovar, uno
de los diseñadores más activos y consientes del panorama mexicano, no significa
solo examinar sus objetos, creados con una cuidadosa atención a la forma,
función y materiales, también consiste en ubicar su trabajo en el esquema más
amplio de los cambios económicos, culturales y tecnológicos que ocurren en el
planeta al inicio del tercer milenio.
Y es que en
“Silvino Lopeztovar” se pueden apreciar objetos tan comunes como mesas de
centro, floreros, fruteros, credenzas, mecedoras, caballitos para niños,
vajillas y anillos, en los cuales, el material, la forma, la utilidad y el
arte, se amalgaman para privarlos de la ordinariedad y convertirlos en objetos
únicos, en objetos de arte.
Su trabajo
protesta contra la producción en serie, contra la producción de objetos
cotidianos cuya clonación en masa levanta una barrera con su poseedor. Por el
contrario, Silvino busaca rescatar el espíritu del arts & crafts que a finales del siglo XIX y principios del XX
proclamaba la producción de bienes duraderos, cuya funcionalidad incrementara
el mercado consumidor. Lopeztovar añade un componente propio: la belleza. Es
así que la madera, la obsidiana, el metal, la plata, el cristal, se convierten
en sus diseños en objetos que restablecen una relación íntima con el consumidor
gracias a las suaves líneas de sus formas y el cumplido objetivo de su
creación: servir para lo que fueron concebidos.
Vanguardista, se
sabe perteneciente a una tradición, tanto en el diseño como en su cultura, lo
que le exige imprimir un sello que busca formar parte de la identidad de lo
“mexicano”, volviendo sus diseños un ejercicio de creación absoluta y única.
Parte desde el boceto
y va trazando con delicadeza y precisión, un mundo que habita en su cabeza y
que también a ocupado espacios públicos a través de la colaboración con ostros
artistas, como fue el caso de Byron Gálvez, don el diseño del mobiliario urbano
del Parque David Ben Gurion.
Este libro es el
resultado de una exposición que realizó en el Museo de la Cancillería en la
ciudad de México y que le ha permitido mostrar su obra más reciente,
permitiéndoles además una conceptualización de ella en otra dimensión, ya observándola
todo en conjunto, lo que seguramente le ha significado un ejercicio de
reflexión sobre lo que viene.
Silvino
Lopeztovar habita en el presente, pero tienen puesta la mirada y un pie en el
futuro, como todo buen artista debe hacer.
Antes de terminar
lo invito a compartir juntos más recomendaciones literarias, acompáñeme el
próximo sábado en punto de las 18:30 horas en el programa de radio “Bibliófono,
literatura para escuchar”, que se trasmite por Bella Airosa Radio, 98.1 de
frecuencia modulada. Hasta entonces.
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