Conocer la cosmogonía de los pueblos originarios de nuestro
país representa una gran oportunidad para sumergirnos en un mundo lleno de
simbolismos, donde la relación con la naturaleza es precisa para explicar la
existencia del hombre; no representa un viaje al pasado, nada más equivocado
que eso, significa una experiencia en culturas vivas que a la par, o a veces en
contra, avanzan con la mal llamada “modernidad” de occidente, en muchos casos
esta manera ancestral de ver el mundo supera o se superpone a la telaraña
caótica de teléfonos inteligentes, tabletas y redes sociales.
Una de estas exploraciones está contenida en el libro
“Puxk’uai. Un ser de la oscuridad en la cosmovisión otomí” del joven investigador
Víctor Manuel Caro Sevilla, en el cual aborda la leyenda del Puxk’uai o bruja
que dice; todos los seres humanos tenemos un espíritu de la bruja o el nahual,
ese espíritu (femenino y maligno), es un animal que se transforma, pero si
intentamos matarlo, también vamos muriendo.
Este ser de la oscuridad está íntimamente ligado con las
creencias de la región otomí de Tenango de Doria y toma diversas fisonomías,
como una cigüeña, como murciélago, un guajolote o un zopilote (entre otros
animales), todos negros, todos con alas que permanecen en la mitología de los pobladores
y la cual se ha mantenido como un vínculo intergeneracional.
Víctor Manuel se dio a la tarea de entrevistar a pobladores
cuyas edades oscilantes entre los 38 y los 83 años (capicúa cabalístico) para
conocer a través de la tradición oral las variantes y las evoluciones que la
bruja y los seres propios de la oscuridad habían tenido en el ideario local. De
esta manera logró obtener descripciones y anécdotas que no solamente encerraban
intriga y espanto para quienes las vivieron, sino también una interesante e
indisoluble relación de los vivos con los ancestros, con su entorno y con la
muerte. El investigador complementa las declaraciones con dibujos de los
propios participantes donde los elementos característicos se mantienen; el
cerro de donde el Puxk’uai baja, el fuego y el humo para que se transforme, o
el pie que la bruja se corta y deja en tierra cuando se transforma en animal en
el que se aprecia el otro pie humano. Se aparecen en los techos, en las
ventanas, acechan a hombres y mujeres para hacerlos morir induciendo el sueño,
duermen también a los perros para que no delaten su presencia a ladridos; las
narraciones, todas, encierran una riqueza cultural inconmensurable.
Las historias compiladas en tres comunidades y la cabecera
municipal de Tenango de Doria son un tesoro de la memoria y la tradición de una
región sumamente interesante para realizar investigaciones de este tipo pues
ahí confluyen diversas lenguas como otomí, náhuatl, tepehua, totonaco y español
con población tanto indígena como mestiza. Así lo señala en la presentación
Jacques Garlinier, etnólogo francés quien desde hace cincuenta años ha dedicado
sus investigaciones al mundo otomí de la Sierra Madre Oriental y que es
considerado una eminencia en el tema. Garlinier también destaca el valor de
esta investigación coma la oportunidad de conocer la “vida nocturna” de los
campesinos como una forma de adentrarnos más en su mirada y su experiencia de
vida en una región que solo puede describirse como paradisiaca.
La publicación apareció recientemente gracias a la edición
por parte del Instituto Humboldt de Investigaciones Pluridisciplinarias en
Humanidades A.C., establecida en Ixmiquilpan; la asociación alemana Ánimo e.V.,
Asociación para la comunicación intercultural con México; el Colegio del Estado
de Hidalgo y la Universidad Intercultural del Estado de Hidalgo y está basado
en el trabajo de titulación de Caro Sevilla como licenciado en Legua y Cultura.
Víctor Manuel Caro Sevilla nos regala pues un libro extraordinario
de interés académico pero también un libro para aquellos lectores interesados
en conocer más de las tradiciones y la cosmovisión de aquellos que sabiamente creen que el
bienestar y la integridad del cuerpo dependen de la relación con nuestros
ancestros.
Hola, me gustaría contactar al escritor,Manuel Caro, usted sabe dónde puedo encontrarlo?
ResponderBorrar