Cervantes dijo
alguna vez que El que lee mucho y anda
mucho, ve mucho y sabe mucho. Pero, ¿puede uno leer y al mismo tiempo andar
por un escritor? Por sus libros, pero también, ¿por él como persona, como
autor? Ricardo Venegas demuestra que es posible en su libro “Sendas de
Garibay”, aparecido el año pasado bajo el sello editorial Eternos Malabares.
En el prólogo del
libro, Juan Domingo Argüelles hace referencia al gran talento de Ricardo
Garibay y se pregunta dónde es que está vivo un escritor, Ahí está él, en sus libros. ¿En dónde más podría estar un verdadero
escritor?
Ricardo Venegas
lo sabía y pudo viajar por las lecturas y al mismo tiempo acercarse a Garibay
para iniciar, tal vez continuar, un viaje que había comenzado en sus libros y
que deseaba emprender también en la persona, dentro del escritor que le recibió
afable pero siempre con gesto adusto (careta de una personalidad blanda, suave, afelpada, diría Santiago
Genovés; como Platero, remataría
Javier Sicilia).
Venegas, muy
joven, enfrentó al monstro angélico (parafraseando a Alejandra Atala), para
dilucidar junto con él el quehacer literario, sobre la relación que guarda la
realidad con la literatura, sobre los temas que apasionaron al hidalguense y
las lecturas que fueron forjando los cimientos de una de las obras más
importantes, aunque marrulleramente poco reconocidas, de la literatura mexicana
del siglo XX.
Con el respeto
que le caracteriza a Venegas como entrevistador, pudo ir guiando la siempre
desbocada manera que Garibay tenia al hablar de lo que amaba. Así pudo obtener
del hombre las máximas que le guiaron como escritor: El escritor es un crítico constante, se escucha decir a Garibay en
estas páginas, La literatura es el revés de
la realidad, se imagina uno al escritor diciendo esto mientras azota el
cigarrillo al filo del cenicero, incluso Venegas consigue sacarle algún consejo
para los jóvenes, Escritor, escribe lo
mejor que puedas y aquello que más te lastime. Su voz estentórea resuena en
cada línea, su vehemencia y su perspicacia para acomodar ahí, en medio de una
respuesta, lo que él quería que los demás supieran de su corazón y de su alma.
Es el retrato hablado de un hombre que enfrenta el cabo de una existencia
entregada a las letras y condenada, ya en ese momento, por un cáncer agresivo
y, a la postre, implacable.
La moneda y el hombre suelen coincidir en sus
facetas, así cierra Venegas la nota preliminar del libro, y congruente con su
dicho, tras las entrevistas nos presenta una serie de cinco ensayos en los que
aborda la obra de Garibay, donde aborda inteligentemente los andamios sobres
los que está sostenida la obra “garibayesca”: las mujeres, la infancia, la
venganza, la existencia de Dios, la culpa.
Este libro es
pues un diario de viaje en el que Ricardo Venegas da cuenta del deslumbramiento
que le provoco viajar por las letras y el interior de Garibay, mostrando una
admiración merecida, pero sin que esto signifique un vasallaje ante el literato
consagrado, por el contrario, le permite al entrevistador y ensayista guardar
la distancia suficiente para opinar con objetividad (toda la posible ante un
escritor que cautiva desde la primera página de cualquiera de sus libros) y
audacia sobre una obra de la que aún tenemos mucho que aprender, como lectores
y, aquellos que neceamos en ello, como escritores.
Este libro es
también una oportunidad única de iniciar con Garibay como autor, aún sin
haberle leído antes, pero también es una oportunidad única de reencontrar al
escritor conocido, si es que ya se ha leído alguno de sus libros; en ambos
casos Garibay está ahí de cuerpo entero, de palabra entera cabría decir, con
sus defectos y sus virtudes, con su esencia: Hay que ser arrogante frente a los hombres (con poder o sin poder) (…)
y profundamente humildes ante la tarea del trabajo, ante el oficio de escribir,
porque la página que se está escribiendo es la mejor demostración de que uno es
lo suficientemente inepto como para vivir avergonzado de uno mismo.
“Sendas de
Garibay” de Ricardo Venegas se presenta próximo martes 17 de mayo a las
18:00hrs., con los comentarios de Josefina Estrada, Ricardo María Garibay y
Luis Tovar, en el vestíbulo de la Biblioteca Central Ricardo Garibay. Ojalá
podamos vernos por allá.
Antes de terminar
lo invito a compartir juntos más recomendaciones literarias, acompáñeme el
próximo sábado en punto de las 18:30 horas en el programa de radio “Bibliófono,
literatura para escuchar”, que se trasmite por Bella Airosa Radio, 98.1 de
frecuencia modulada. Hasta entonces.
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