viernes, 27 de febrero de 2015

Jorge Skinfield, el Bicho Malo…


Emiliano Páramo
Lleva en sus venas, seguramente, sangre de alguno de estos ingleses que llegaron a Pachuca para explotar las minas, dato que acusan sus ojos y su piel más blanca que la del pachuqueño promedio. Se llama Jorge Skinfield, y es promotor de lectura, docente, y contador público de historias; oficio milenario, este último, que lo ha llevado a endulzar los oídos y encantar la imaginación de chicos y no tan chicos, en México, España, Venezuela y Cuba.
Comenzó haciendo teatro como muchos “cuentacuentos”, y no ha dejado de hacerlo, aunque su prodigioso afán por compartir lo que la vida le puso como destino desde la palabra, lo ha llevado también, por vocación, a ser “maestro frente a grupo”. He sido testigo de cómo este entrañable narrador oral, ha puesto desde el ejercicio de su labor, muchos espejos y ventanas, a niños y jóvenes, por medio de los libros y las historias que cuenta.
Contar cuentos es una profesión que en Hidalgo tiene muy dignos representantes, pero Jorge fue de los primeros de Pachuca en entrar al movimiento, y sin duda es uno de los que con gran talento y generosidad de artista, la ejercen para regocijo de aquellos que conmovidos, entre la risa y la nostalgia, gozamos por el placer que la palabra convoca.
El gran poeta chileno Jorge Díaz, dice que contar un cuento es un milagro. Yo he visto a muchos como Jorge Skinfield, convertir el agua en vino, y embriagar a sus oyentes desde el portento en que de la boca y las manos del cuentacuentos, surgen estrellas, dragones, duendes y fantasmas, que nos hablan de cerquita, al oído, y entre el “Había una vez…” y el “…y vivieron felices para siempre”, hay caminos de sueños y esperanza que la oralidad nos concede.
Hoy día, Jorge es sin duda uno de los pilares imprescindibles para hablar de la oralidad artística en nuestra entidad; su natural desenfado y su frescura se mezclan con un muy depurado estilo que entrega en el escenario para goce y asombro del “respetable”. Esta noche, junto a dos de sus cofrades (Domingo Villamil y Arturo Campos), se presenta en la Sala Siqueiros, un nuevo y grato espacio para las artes escénicas en la ciudad. Ojalá se den una vuelta en punto de las 7:00 de la noche para que los astros se alineen en pos de celebrar la palabra junto a estos tres tipos de cuidado. Boulevard Felipe Ángeles 1962-B, dentro de la Preparatoria Siqueiros.
El próximo 20 de marzo, se celebrará por todo el planeta, el DÍA INTERNACIONAL DEL CUENTACUENTOS. Mi agradecimiento y mi admiración para los estupendos cuentacuentos hidalguenses que aun permiten que la imaginación nos vuelva infinitos.
Jamädi

martes, 24 de febrero de 2015

FOECAH celebra 20 años con la publicación de libros de cuento y poesía


Para celebrar que el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo (Foecah) cumple 20 años de operación en nuestra entidad, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Cecultah) publicó una colección de libros de cuento y poesía para difundir los trabajos de ex becarios.

Para esto, se convocó a las personas que recibieron un apoyo del Foecah durante los últimos 10 años, porque ya se habían publicado unas antologías por la primera década del fondo, también de cuento y poesía.

Para esta ocasión, se pensó en la publicación de libros individuales en los géneros de cuento y poesía, publicados desde el programa editorial del Cecultah.

De los títulos que se consideraron, fueron los que recibieron recomendaciones satisfactorias de quienes fungieron como tutores en cada emisión. Por ejemplo, Enzia Verduchi, Vicente Herrasti, Mario Bellatin, etcétera.

En total son siete libros los que integran la colección. Seis que presentan un diseño que los hace ver como un grupo, y uno que se configuró diferente porque son cuentos para niños.

Se pensó en el área de letras (dado que el Foecah apoya todas las disciplinas) debido a que los proyectos que menos se presentan a la población son los de literatura. Los de artes escénicas o artes plásticas han tenido más espacios para presentar resultados, pero los proyectos de letras rara vez se dan a conocer con el público.

Todos estos títulos son presentados en diferentes días durante la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, donde Hidalgo es el estado invitado.

Los libros
Entre giros y piruetas… La vida de Iovanka P. Ángeles Moreno, es una obra en la que a través de cuentos la autora relata de forma divertida diferentes historias que nos enseñan a ver la vida con fantasía, a respetar y amar a la naturaleza, pues tiene grandes sorpresas para nosotros. Iovanka Ángeles Moreno nos habla sutilmente de la gran diversidad de personas y seres que habitan nuestro planeta y de cómo debe ser nuestro comportamiento ante dicha diversidad.

Cicatriz del canto, de Diego José, puede leerse como un largo lamento ante la ausencia de lo sagrado. El poeta desgarra las palabras más allá de la impostura de los significados, para adentrarse en lo inefable. Su vuelo y su caída representan una trayectoria por los escondrijos del ser, donde la palabra intenta restaurar la herida original de la condición poética. La cicatriz es la poesía que resuella frente a lo eterno. Esta elegía nos recuerda la necesidad que el hombre contemporáneo tiene de reconciliarse con lo trascendente. Es el nuevo libro de poemas de Diego José, después de siete años de espera.

A ras de lona, de Oscar Baños, es un conjunto de relatos que entretejen, desde distintos enfoques, el lado crudo de la lucha libre. Situaciones con un hálito mítico como: el enmascaramiento, la confección de los trajes, el origen del luchador, dan pie a un panorama violento y marginal en que los personajes se debaten, no sólo en el cuadrilátero sino en las inmediaciones de la vida.

Las Furias, de Diego Castillo Quintero :), es un libro donde se desarrolla un complejo mosaico de relatos que abordan una perturbadora variedad de síndromes y trastornos psíquicos. El título alude a las criaturas del panteón griego que perseguían a los humanos como castigo por sus faltas. Sin embargo, el escritor aborda con una agudeza impregnada de humor negro y de ridiculización, las debilidades de sus personajes, reflejo de una realidad trastocada por el delirio.

El grito circular de la gota que muere en la piel del estanque, de Alfonso Valencia, quien propone una trayectoria doble: primero, a través del gran espejo marino avasallado por las tormentas, como símbolo del humano dolor que transforma; y segundo, la secuencia fotográfica que pretende fijar aquello que se resiste al olvido. Ambos momentos dialogan, se increpan y se atraviesan evocándose. La tormenta los une, porque el dolor manifiesto en los poemas perdura en la remembranza.

La muerte no tiene vacaciones, de Antonia Cuevas Naranjo, es un trabajo cuya reminiscencia a Edmundo Valadés nos obliga a pensar en el destino, donde el lector se convierte en un mudo testigo de las historias que pasan frente a su mirada. Antonia Cuevas consigue sellar anécdotas sorpresivas a través de los pensamientos límite de sus personajes, principalmente individuos colapsados por la decepción y el deseo de venganza. Mujeres que intentan una resolución a la travesía doliente de sus vidas ordinarias.

Cuaderno para estudiar el viaje, de Ramsés Salanueva, donde el autor propone un intenso recorrido hacia la extrañeza y el descubrimiento del poeta en la frialdad del mundo contemporáneo, en su artificiosa vida moderna y su indiferente cotidianidad. Poesía que reclama un orden distinto al impuesto por lo establecido.


lunes, 23 de febrero de 2015

Jovany Cruz Dhaus


Emiliano Páramo
Conocí a Jovany Cruz por un accidente afortunado, en medio de un encuentro de escritores en esta ciudad capital tan vapuleada por las obras del Tuzobús y sus gestores. Además de ser diseñador gráfico, ejerce sus pasiones como oficio, entre las que las letras, como creador y consumidor, ocupan un lugar casi clandestino, por lo que no se atreve a reconocerse como escritor. Por eso, antes de referirme a su profesión principal, aprovecho la ocasión para “quemarlo” en público y revelar que igual que muchos, Jovany escribe en la intimidad de sí mismo, tal vez para exorcizar a sus ángeles y convocar a los diablitos que siempre le colman los buenos modos con que asiste a la fiesta de su vida. Debo contarles, además, que sé de buena fuente, que hay un grupo de jóvenes creadores pachuqueños que le andan haciendo “manita de cuche”, para convencerlo que publique alguno de sus textos, en una antología de voces jóvenes del CONACULTA; ojalá así sea. Mientras de la editorial Elementum a Dhaus Estudio, Jovany Cruz se dedica a reinventar lo que mira.
El reconocido diseñador francés Philippe Starck, dijo alguna vez: “Cuando diseño, no considero el aspecto técnico y comercial, sino los sueños y los deseos de la gente para quien está enfocado el proyecto en el que trabajo…”. Pienso que cuando Jovany diseña, a los sueños del cliente y del público objetivo, le suma sus propios sueños, y eso es bueno, porque con eso, el resultado es una obra personal sustentada en el interés colectivo, pero apoyada en la mirada profundamente reveladora de este joven artista que pone en papel la medida de lo que le crece desde el alma.
Sé bien que hay una fuerte discusión al respecto de llamarle o no artistas a los diseñadores gráficos; yo no tengo el capital intelectual para abonarle discurso a esta querella, pero si se trata de hablar de lo que este joven creador produce, no dudo en reconocer que el arte visita de constante lo que Jovany produce.
Estudió la Licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo de agosto de 2009 a diciembre 2013, lo que significa que lo hizo sin tener piedras de tropiezo en el camino, cosa que en esto tiempos, de ninguna manera es un logro simple, si de historial académico se trata. Desde su servicio social a la fecha, ha formado parte de la alineación de Editorial Elementum, donde es el titular de la Dirección de Mercadotecnia y Diseño, y se encarga del diseño editorial de las colecciones Los Elementales, Creativa Independiente y Elementum Teatro; colabora también en proyectos editoriales para el CECULTAH y el Tecnológico de Monterrey.
Como freelance se ha desempeñado en las áreas de diseño e ilustración digital, diseño publicitario de promocionales para medios digitales, así como el seguimiento de imagen corporativa para empresas de diversa índole comercial. También ha trabajado para la sección cultural de medios impresos como ilustrador (periódico La Rocka, en Monterrey y La Recoleta, en Pachuca). Se ha encargado también del desarrollo de identidad para diversas empresas e instituciones públicas y privadas. Entre las cosas que más me congratula del trabajo de Jovany, es que hace dos años fundó con sus amigos, “Dhaus. Estudio de Diseño”, una empresa que ofrece diversos servicios de comunicación gráfica, y de la que actualmente ocupa la Dirección General. En Dhaus todos son jóvenes, lo que ofrece la posibilidad de encontrar en su trabajo, un discurso fresco y comprometido con los tiempos complejos que vivimos.
Jovany decidió ser diseñador cuando era adolescente, casi sin darse cuenta, pero cuando la hora de la decisión llegó, no tuvo duda en que la mejor manera de darle curso a su capacidad de asombro, era tomar este oficio por horizonte. Cuando observo su trabajo, me queda claro que no diseña en realidad, sino que traza imágenes que reinventan la mirada asombrada de los que asistimos a su obra. Sabe mirar y su mirada construye nuevos horizontes en una suerte de jugar con la perspectiva de un niño de mil años que es artista, empresario y soñador.
Jamädi...

lunes, 16 de febrero de 2015

Exhibe la Biblioteca Garibay "Cartografía Histórica del Estado de Hidalgo"


·        Del 12 al 28 de  febrero del año en curso
El Consejo Estatal para la Cultura y las Artes invita a la  exposición Cartografía Histórica del Estado de Hidalgo,  una selección de importantes documentos cartográficos, dada su relevancia por la antigüedad, como por su esmerada elaboración, de los que se deriva una amplia y sumamente útil información.

El propósito es mostrar apuntes sobre una selección de mapas de nuestra entidad, que comprenden desde el elaborado por encargo del primer gobernador de la entidad en 1869, el coronel Juan Crisóstomo Doria, hasta las cartas geográficas del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI).

Esta reproducción se realizó en junio de 2013 por iniciativa del  Doctor Víctor Manuel Ballesteros García, ante su preocupación por recuperar la memoria cartográfica de Hidalgo, por tanto este breve trabajo le recuerda y pondera su investigación y trayectoria.

La exposición está integrada por 11 cartas geográficas:
·               Mapa de la sierra gorda y costa del seno mexicano, desde la ciudad de Querétaro, 1792.
·               Carta del Valle de México, 1808.
·               Carta del Departamento de México, 1828-1829.
·               Carta del estado de Hidalgo, 1869.
·               Plano geográfico, estadístico, político, comercial y minero del estado de Hidalgo.
·               Carreteras en el estado de Hidalgo, 1934.
·               Pintura de Pachuca, mediados del siglo XVIII.
·               Plano de la comisión científica de Pachuca, 1864.
·               Plano de la ciudad de Pachuca, 1892.
·               Plano de los distritos de minas de Pachuca y Real del Monte que expresa las minas y haciendas de beneficio y de campo pertenecientes de la Compañía del Real del Monte, 1855.
·               Croquis de la jurisdicción de Tulancingo, CA. 1792.

Los aportes de la investigación fueron de: Rocío Ruíz de la Barrera, José Vergara Vergara, Miriam Yta y Juan Menes Llaguno, quienes con mayor información y datos relevantes  enriquecen el recorrido a las 11 cartografías en que  te presentamos en la Biblioteca Central del Estado de Hidalgo “Ricardo Garibay”, del 12 al 28 de de febrero del año en curso.
La invitación está abierta a especialistas en el tema, a estudiantes y profesores, investigadores y en general al público interesado en obtener información sobre nuestra entidad, así que no te lo pierdas, es entrada libre.

jueves, 12 de febrero de 2015

Hoy se presenta en la BCEH la “Antología-Sin Fronteras”


**El compilador de los textos quedó a cargo de Guillermo Furlong Franco

La Biblioteca Central del Estado de Hidalgo Ricardo Garibay recibirá la presentación del libro Antología-Sin Fronteras, con una charla que se llevará a cabo el próximo jueves 12 febrero a las 18:00 horas en la Sala Fondo Hidalgo.
La obra es un homenaje a tres grandes de la literatura latinoamericana y del Caribe: Ester de Izaguirre, Juan Bañuelos y Nancy Morejón, editado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, con motivo de cumplirse el 50 aniversario de su fundación (1961-2011). La entrad es libre.

Este libro es más que una antología, se trata de un encuentro de poetas para homenajear a tres grandes escritores latinoamericanos. La selección hecha por el poeta y antólogo mexicano Guillermo Furlong Franco reúne 101 textos, de 51 poetas latinoamericanos y del Caribe, originario de cinco países: Argentina, México, Chile, Cuba y Colombia, quienes tienen una estrecha relación como amigos, promotores culturales o luchadores sociales.
La publicación ya fue mostrada en México, La Habana, Buenos Aires y Santiago de Chile, lo cual demuestra el carácter de encuentro y solidaridad a través de la poesía. Los comentarios correrán a cargo del poeta Diego José.

Guillermo Furlong Franco, escritor y poeta mexicano, que se ha dedicado desde muy joven a las cuestiones artísticas, ya sea como pintor, ensayista, crítico de arte, promotor cultural, así como columnista en el diario Milenio Hidalgo y en otros medios de su estado natal.

Guillermo Furlong es miembro cofundador de la Asociación de Escritores Hidalguenses y fundador del Colectivo de Artistas Latinoamericanos (FAAS). Ha intervenido en diversas manifestaciones culturales en México, Canadá, Argentina y Uruguay.

Furlong ha publicado Quetzario (1995); A boca de jarro (1998); Frida Kalho y su expresión estética (1999); In One Shot (versión inglesa de A boca de jarro, 2003), Muros de Insomnio vida y obra de José Hernández Delgadillo (2008). Ha sido incluido en antologías poéticas: Poetas tierra adentro (1997); Luces y sombras hispanas (España 2004); Hidalgo, cuna de letras (2005), entre otras.

Diego José (Ciudad de México, 1973) radica desde hace varios años en Pachuca, Hidalgo. Es autor de los títulos Cantos para esparcir la semilla, Fondo Editorial Tierra Adentro, México, 2000; Volverás al odio, Ediciones La Rana, Guanajuato, 2003, y Los oficios de la transparencia, Libros del Umbral, México, 2007. Pero también ha incursionado en la narración con las novelas El camino del té, Random House Mondadori, México, 2005; y Un cuerpo, 451 editores, Madrid, 2008; además del ensayo con el volumen Nuevos salvajismos: la perversión civilizada, CECUT, Tijuana, 2005.

miércoles, 11 de febrero de 2015

La hoja y la mirada: Derrumbar muros a golpe de palabra

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Hay esperas que son más largas de lo que uno desea, sin embargo, al terminar, son estas las que provocan las mayores alegrías. Lo comprobé al tener entre las manos un ejemplar de “Antología Sin Fronteras”, libro propuesto, promovido, impulsado y editado en Hidalgo en el ya cada vez más lejano año de 2011; sembrado y cosechado aquí, pero con miras a germinar en los lectores internacionales.
La iniciativa responde a un deseo que su compilador, el escritor hidalguense Guillermo Furlong Franco, ha estado acariciando desde hace ya muchos años. Desde los días en los que lo conocí como entusiasta tallerista que se reunía con otros escritores locales (incluyéndome por supuesto), en diferentes cafés de la ciudad; desde las opulentas mesas del Sanborns, hasta los menos luminosos pero más cálidos rincones cafeteros del centro de Pachuca.
Ya en aquellas tardes Memo hablaba de un movimiento de escritores que trascendiera las fronteras, que aglutinara a escritores de todos los rincones de nuestra América Latina; la tarea se antojaba por demás complicada, diríamos imposible. Pero Furlong es poeta y sabe muy bien que con la palabra escrita las cosas imposibles pueden volverse posibles, así que conformó el Colectivo de Artistas Latinoamericanos con el que ha viajado por varios países promoviendo encuentros literarios que buscan el encuentro “vivo” entre los escritores; resultado de ese esfuerzo es esta publicación. 
La antología reúne el trabajo de 48 poetas latinoamericanos provenientes de cinco países: Argentina –Agustín Gribodo, Ángel Kandel, Alberto Ramponelli, Alfredo Agusto de Cicco, Carlos Dariel, Claudia Lourdes de Tejeda, Fernando Gustavo Russo, Florencia Walfisch, Gloria Arcuschin, Héctor Vigna, Liliana Lukin, Luis Raúl Calvo, Mabel Ángela Murolo, Mailena Martínez Crovetto, María Amelia Díaz, María Cristina Briante, Nilda Barba, Susana Szwarc, Verónica Peñaloza, Zulema de Artola–; Colombia –Lauren Mendinueta–; Cuba –Reynaldo García Franco–; Chile –Carlos Eduardo Saa, Javier Peralta Rojas, Juany Rojas Castro, Sergio Rodríguez Saavedra–; y México –Adrián Tovar Uribe, Alejandro Ramírez Romero, Alma Gi, Antonio Vizcaya Duran, Arturo Sodoma, Francisco Castañeda Rojano, Jorge Antonio García Pérez, Jorge Contreras Herrera, Jorge Ortega, Judith Santopietro, Marco Antonio Moreno Gaytán, Marco Sotelo, María Luisa Hernández Hidalgo, Mónica Muskaria, Osiris García Linares, Patricia Romana Bárcena Molina, Sagrario León, Sarkis Mikel Jeitani, Teresa Dey, Yolanda Aguirre y el propio Guillermo Furlong. Ah, cierto, y quien esto escribe. 
Los poetas y los poemas se reúnen para homenajear la obra de tres grandes de la literatura Latinoamericana y del Caribe: la paraguaya Ester de Izaguirre, el chiapaneco Juan Bañuelos y la cubana Nancy Morejón. Es así que a través de estas páginas podemos percibir distintos aromas, luces diversas, olores que embelesan el oído, sonidos que paralizan la mirada; recordar para creer en lo futuro, renombrar para olvidar lo aprendido, encontrar para perder el miedo al delirio en 101 textos poéticos que alcanzando altos vuelos nos muestran el rumbo preciso que la literatura recorre por ahora en nuestro continente.
La antología, más que una selección es un encuentro, nació con ese simple anhelo y lo cumple a en punto, como un reloj que marca el tiempo en que hombre y mujeres, luchadores todos que combaten sosteniendo la pluma entre los demos, azotando el teclado del computador, para exorcizar el mundo terrible en que habitamos y volverlo un lugar mejor entre los versos.
No podemos olvidar que la publicación de este encuentro-libro fue posible gracias al apoyo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, quien auspicio la manufactura del libro en sus talleres como parte de los festejos del 50 aniversario de su autonomía. Nada más reconocible de una máxima casa de estudios que el que publique literatura contemporánea.
“Antología Sin Fronteras” se presentará mañana jueves 12 de febrero, en punto de las 18 horas en la Biblioteca Central del Estado de Hidalgo “Ricardo Garibay”; los comentarios correrán a cargo de Furlong Franco y Diego José. Con seguridad algunos poetas incluidos estarán presentes para leer su poesía.

martes, 10 de febrero de 2015

100 años de Gabriel Vargas, "los martillazos" de la historieta


Nada se recuerda más de un hombre que su ingenio. Sobre todo si a través de él, se da forma al ideario colectivo de un pueblo. Ya lo decía el poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht: “El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma.” Y es que con sus dibujos, con sus personajes, don Gabriel Vargas no solamente tomó un trozo de realidad para mostrarlo, esa realidad de la que le tocó ser testigo en una ciudad de México en la que se vivía a ‘todo dar’, sino que, no conforme con retratarla, le dio forma a golpe de humor y de ironía, de forma y colorido, creando personajes que influenciarían a la propia realidad de la que provenían.
Gabriel Vargas nació el 5 de febrero de 1915, en la ciudad de Tulancingo, Hidalgo. Al quedar viuda, su madre lo llevó junto con sus otros once hermanos a la ciudad de México, Gabriel sólo tenía cuatro años entonces. La urbe de los 20’s y los 30’s, ambiente donde se desarrollo la infancia y la primera juventud de Gabriel, fue determinante para imprimirle a sus dibujos futuros el carácter particular con el que después se les reconocería.
Fue en 1930 cuando ganó el segundo lugar en un concurso de dibujo convocado en la ciudad japonesa de Osaka, gracias a esto Alfonso Pruneda, entonces flamante director de Cultura del INBA le ofreció irse a estudiar dibujo a París, sin embargo la necesidad de aportar dinero a la casa materna llevó a Gabriel a declinar la oferta para meterse como aprendiz de ilustrador en el periódico Excélsior, poco tiempo después con tan solo 17 años, fue nombrado Jefe del Departamento de Dibujo. Gabriel no lo sabía entonces, pero la decisión de preferir la praxis a la academia, dotó a sus creaciones de un sello desenfadado, de trazos rudos pero precisos que le daría una personalidad propia e inconfundible a sus obras.
El éxito mayor de Vargas comenzaría en 1948, cuando apareció “La Familia Burrón”, historieta que relata las peripecias de una familia de clase baja que habita en una vecindad ubicada en el “chorrocientos chochenta y chocho del Callejón del Cuajo” en el Distrito Federal. La Burrón es una familia ‘tipo’ de la época, está compuesta por don Regino Burrón, peluquero de profesión y propietario de “El Rizo de Oro”; Borola Tacuche de Burrón, la esposa, creativa y dicharachera, proviene de una familia ‘ricachona’ y que posee una gran predisposición para meterse en problemas; los hijos, Macuca (La Pechocha), Regino (El Tejocote, por su nariz de bola) y Foforito Cantarranas, éste último un peuqeño adoptado por la familia; remata el cuadro el perro-mascota Wilson. Todos ellos personajes entrañables, acompañados de otros personajes ‘perifericos’ que nutrían las bretes que tenían que enfrentar como familia, en los cuales cada uno de los lectores tenia una oportunidad de reconocerse o de reconocer a alguien cercano o al meno conocido. La Burrón era una familia que ejemplificaba las preocupaciones y temores que todo núcleo familiar tienen por el futuro, pero también enarbolaba la alegría y la esperanza más arraigada de todas las familias mexicanas, de la época y futuras, luchando siempre por mejorar y ser felices, a pesar de una realidad áspera como corteza de árbol.
La historieta Burrón tuvo una segunda época de publicación a partir de 1978 y su último número apareció el 26 de agosto de 2009; más de 60 años después de su primer número.
Gabriel Vargas no solamente dibujó a la Familia Burrón, creo otras historietas que aunque menos conocidas, fueron matices diversos con que Vargas colaboró par dar forma a la realidad mexicana del siglo XX. Historietas como “La vida de Cristo”, “Sherlock Juan”, “Pancho López”, “El gran Putin”, “Los Chiflados”, Los del Doce, “Sopa de perico”, “El Chango Del Fori”, completan una obra que convirtió al caricaturista en un verdadero artista del ‘comic’ , como dicen los gringos .
Don Gabriel nos dejó no hace mucho, en mayo de 2010 su presencia física terminó. Sin embargo, el legado que deja a la caricatura como oficio y como arte, es inconmensurable; la cultura popular de nuestro México le guarda un lugar privilegiado, su obra incluso detonó estudios, análisis y fue un pretexto para que otros artistas, fueran visuales o no, dedicaran esfuerzos propios en homenajearle –me viene a la memoria aquel maravilloso poema del maestro Hugo Gutiérrez Vega: “"Oda a Borola Tacuche de Burrón (Escrita en versículos chipoclutos y dedicada a la Barda Chachis Pachis Palemeque” –.
Gabriel Vargas, el patriarca de la Familia Burrón, ha cumplido cien años, que mejor pretexto para volver a disfrutar de los martillazos de su ingenio.


viernes, 6 de febrero de 2015

De mojados y de ausencia…

Emiliano Páramo

Cuando Felipe Calderón se encontraba en campaña, se anunció que nuestros vecinos del norte planeaban construir un muro a todo lo largo de nuestra frontera común. Felipe, mostrenco y badulaque como lo conocimos en su paso por los pinos, dijo en uno de sus actos proselitistas, creyendo sonar nacionalista y atinado: yo le digo desde aquí a los americanos, que no gasten tontamente su dinero en muros, que de todos modos los vamos a seguir brincando… Y sus seguidores aplaudieron, sin meditar lo que este señor había propuesto emocionado: brincar el muro era la solución que ofrecía para el problema fronterizo y el rezago en materia de empleo en todos los rincones de esta patria que tanto dolor nos ha hecho almacenar desde su historia reciente.

Yo nací en el Valle del Mezquital, una de las zonas que más brazos exporta para el gabacho. Mis hermanos, que son muchos, pues mi padre fue pródigo en sus quereres, casi en su totalidad han sido todos migrantes. De Colorado a Wisconsin, mis carnales han encontrado algún lugar para alquilarse y ayudar a que la historia familiar se cuente con menos necesidades económicas, con menos apuros, pero eso sí, con mucha ausencia.

La pobreza que le tocó ver a mis ojos de niño, en aquella lejana década de los setentas, hoy ha cambiado de rostro: si ustedes se dan una vuelta por las calles mi tierra, verán que en algunas manos, los billetes van y vienen de un modo hasta insultante para estos tiempos arrodillados, desde los que con la esperanza dolarizada, nos crece soterrada la andancia vil de una pobreza con cara de “falta de madre”, porque la necesidad ahora también la cargamos en el alma, y habita la casa donde escasea papá, mamá, hermano y los besos que la partida puso en calidad de pendientes no cumplidos.

Hablar de los que se van, es siempre una aproximación a la tristeza, y digo tristeza porque ¿quién podría decir que la migración está sostenida en pilares de oro y plata? La migración le ha alterado la imagen a nuestros pueblos a punta de remesas, y es actualmente la segunda entrada más importante de divisas a nuestro país, apenas debajo del petróleo, pero como los hidrocarburos nacionales se han puesto en oferta, tal vez algún día la migración se convertirá en la base nacional que sostendrá sobre la ausencia, la triste realidad de un México donde sus hombres y mujeres tienen que salir a buscar en el norte, la mano de un padre los desconoce en medio del desahucio.

Ayer, dice mi vecina, se fue m’hijo, ayer… Y qué importa la fecha… Todos los días en que alguien se va, son el mismo; son un día como ahorita, porque hoy también nos duele la necesidad que se sacia cuando la panza y el corazón se encuentran en la santa paz del que come a sus horas, y del que tiene para amar cuando hace menester el hambre que habita los territorios de lo humano.

La desmemoria es a un tiempo síntoma y enfermedad de los que desconocen, como desconoce el perro de la casa cuando muerde la mano del que lo ha cuidado, porque entre las raíces y las alas, los apetitos nos fundaron falta de espejos, en pos de ventanas abiertas a la deshora de no saber cómo llamarnos. El olvido es la impronta de la muerte, de la caída desde la que nuestros muertos encuentran la mesa vacía, cuando vienen a nombrarnos, y nosotros ya no podemos reconocer la invocación, porque hoy decimos yes, jelou, y fokin la puta moder, cuando nos adosamos al relego.

En estos tiempos que tanto se habla de los migrantes, no basta sólo con calentarse la boca en el tema, no es suficiente con hacer canciones, nunca alcanzarán los libros para fundar la patria, si no nos ocupamos de levantar en las comunidades, motivos para el regreso, razones para cancelar la partida y la escupida al cielo. Hoy, hablar de la migración, es a un tiempo una epopeya de abandono y desamparo, donde parece no haber más norte que aquel donde los ángeles son verdes.

De tragedia, en México, estamos hasta la madre, por eso queremos la medida de nuestros mejores sueños como sino para el primer surco de la milpa de nuestros pasos, para que los demás sigan el trazo de una vida que se parezca mucho más a lo que nuestros ojos miran, cuando miran con fe, la mesa de mañana. Nuestro papel, como hijos de esta tierra que reclama puños en alto, deberá estar en nuestros corazones y en el trabajo diario por construir una patria donde sus hijos nunca tengan que irse a caminar con dolor caminos extraños.

Desde aquí, me permito creer que juntos vamos a cambiar la vida a golpes de amor, porque eso es lo mejor que podemos hacer. Hoy que nos faltan mucho más que 43, y en el campo lo sabemos muy bien, ya no es hora ni de caudillos ni de mártires, quizá ha llegado la hora de que todos seamos consuelo y dignidad para todos, y que cada cual cultive apasionadamente su milpa y florezca, y avise a los demás que no deben abrumarse, que esto entre todos lo vamos a cambiar.

Ojalá que nada nos haga renunciar a nuestro ombligo, que la migración sea sólo la ocasión de abrir las ventanas, pero que siempre mantengamos un pie en nuestra matria, haciendo tierra y recordando el polvo del que estamos hechos, y que ahí en ese polvo, siempre seamos capaces de reconocer un espejo donde el que aparezca, se parezca siempre al que un día nació bajo el signo de estos cielos inmensos del campo mexicano. A los señores de arriba, sólo les digo que no pasarán, porque en nuestra canasta básica podrá faltar la carne, pero sobran los huevos…
Jamädi…