martes, 9 de septiembre de 2014

Presentan disco y libro para honrar a María Teresa Rodríguez


Una vida de logros y una obra que queda para la posteridad es lo que se puede apreciar en el libro María Teresa Rodríguez. Iconografía, publicado por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, que además se acompaña de un material discográfico donde se incluyen varias de sus piezas más importantes y algunos videos.

Este material será presentado el próximo jueves 11 de septiembre en la Sala Abundio Martínez del Centro de las Artes de Hidalgo, en punto de las 19:00 horas. Para hablar del libro y disco estarán Alejandro Chehín Salinas, Juan Arturo Brennan y Tonatiuh de la Sierra Rodríguez (hijo de la homenajeada).

Se trata de un tributo –en el primer aniversario luctuoso– a quien fuera una de las más grandes pianistas que ha dado México, cuya investigación y compilación estuvo a cargo del pianista Alejandro Chehín Salinas. 

Se incluyen fotografías de momentos destacados de su vida, de su niñes siempre cerca de un piano, de sus viajes por el mundo, su contacto con personas ilustres de diferentes países, anuncios de recitales, de su boda con Trifón de la Sierra y muchas más. Asimismo, hay partituras y testimonios de gente que la recuerda con agrado.

Por ejemplo, entre las muchas fotografías que integran este trabajo editorial, se encuentra una de 1980, donde aparece ella en los estudios de grabación de RCA Records durante la preparación de un material discográfico de Carlos Chávez. 

Alejandro Chehín refiere: “La metodología que utilicé para la elaboración de este trabajo iconográfico y cronológico consistió en la consulta recurrente del archivo personal de la maestra María Teresa Rodríguez, y a la compilación del material documental: partituras, bibliografía hemerografía, discografía, portadas, programas de mano, cartas, carteles y fotografías. Deseo expresar mi gratitud de Tonatiuh de la Sierra y a su esposa Beatriz Cárdenas Jiménez por todas las facilidades que se me otorgaron, así como a todas aquellas personas que de alguna manera contribuyeron para desarrollar este trabajo editorial.”

El material discográfico es una restauración fonográfica de cintas análogas de algunos recitales y conciertos en vivo de la maestra María Teresa Rodríguez, periodo que comprende entre 1969 a 2008. 

Parte de estas grabaciones fueron posibles gracias a la gestión del Cecultah, a través de la Fonoteca Nacional, lo cual permitió recuperar algunos de los archivos sonoros de la pianista y salvarlos en formato digital, así como la dedicación del trabajo derramaste realización de Juan Switalski y Oswaldo Alejandro Salazar Salgado. 

Se incluye un DVD con audios de una conferencia-concierto del compositor Carlos Chávez, donde María Teresa participó en el piano, algunas entrevistas para radio y video de un concierto en la Sala Nezahualcóyotl, del Centro Cultural Universitario de la UNAM. Además, la ceremonia de entrega de la presea Pedro María Anaya, otorgada a María Teresa Rodríguez por la LIX Legislatura del Congreso del Estado de Hidalgo, en marzo de 2008 en Pachuca.

Un año sin María Teresa

Un año sin la mayor pianista que ha dado el estado de Hidalgo.

Antes de la media noche del 4 de septiembre de 2013, falleció María Teresa Rodríguez. Ese día llegó a su fin la carrera de una mujer que hizo del piano el eje de su vida.

A los 90 años de edad, María Teresa Rodríguez dejaba atrás un enorme legado musical, una larga trayectoria que será reconocida en próximas por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo y por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

“Matesa” es considerada una de las grandes pianistas que ha dado México en el siglo XX. Gracias a la maestría y magia con que tocaba el piano, alcanzó el reconocimiento nacional e internacional.

Nació en Pachuca, Hidalgo, el 18 de febrero de 1923. Desde los cuatro años inició sus estudios en el lenguaje musical y ejecución de piano. Desde entonces se le consideraba una niña prodigio. Y ya no se detuvo. 

Desde temprana edad comenzó a edificar una carrera que la colocaría en la historia de la música en México y su imagen está entre las más destacadas en el mundo en el siglo XX.

La música fue su compañera desde que nació, pues su madre fue maestra de piano y su padre cantante. Ella simplemente siguió el camino que le marcaba su herencia.

Tenía ocho años cuando debutó. Hizo la interpretación de una pieza de Beethoven, el “Concierto Número 1”, obra que exigía grandes habilidades técnicas e interpretativas. Era apenas una niña cuando mostró el enorme talento musical que había en sus manos.

Estudió en Estados Unidos varias de las obras fundamentales del repertorio pianístico, con el eminente pianista y maestro ruso Alexander Borowski. A partir de ese momento, su interés y curiosidad musicales la llevaron a incursionar en músicas de los más variados lenguajes y estéticas. Y fue así como su repertorio comenzó a ampliarse significativamente.

Fue a finales de los años cuarenta cuando conoció al maestro Carlos Chávez, afamado compositor, pianista y director de orquesta, con quien inició una profunda amistad y una sólida y productiva relación profesional.

También compartió escenario con los más destacados compositores como Manuel M. Ponce, Julián Carrillo y Claudio Arra.

Su actuación junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por José Pablo Moncayo, le abrió las puertas a las salas de ciudades europeas como Ámsterdam, Londres o Madrid.

Como solista de orquesta colaboró con renombradas orquestas sinfónicas tanto de México como de varios países, bajo las batutas de importantes directores como Igor Markevitch, José Pablo Moncayo, Arthur Fiedler, Kyril Kondrashin, Carlos Chávez, Luis Herrera de la Fuente y Eduardo Mata.

Y tras varias décadas de acumular experiencia y logros, a finales de los años ochenta, se convirtió en la primera mujer en dirigir el Conservatorio Nacional de Música, cargo que ocupó hasta 1992.

Desde el año 2005, el gobierno de Veracruz otorga el Premio María Teresa Rodríguez. En el 2008 el gobierno del estado de Hidalgo le entregó la medalla “Pedro María Anaya”, reconocimiento que otorga la LIX Legislatura del Congreso a lo más destacado del arte y la cultura en el estado.

En el 2008 fue galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, que otorga anualmente el gobierno mexicano a las personalidades y grupos más sobresalientes que han realizado aportaciones valiosas para el progreso de la ciencia, el arte y la cultura.

El gobierno del Hidalgo le entregó el Premio a la Trayectoria y Mérito Artístico 2009, y en el 2011, el Cecultah editó una recopilación de sus mejores interpretaciones, con obras de Debussy, Mozart, Brahms, Chopin y muchos más.

La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo fue distinguida con el Premio de Humanidades Juan Crisóstomo Doria, durante el acto inaugural de la 26 edición de la Feria Universitaria del Libro (FUL).


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