…hay que haber nacido allí.” Con esta frase empieza
el huapango “Las tres Huastecas” y también bautiza el primer capítulo de
“Nicandro Castillo, El Hidalguense” del etnomusicólogo “tamauliqueño” Enrique
Rivas Paniagua. Segunda edición, corregida y aumentada que sirve como homenaje
a “Ticho” en el centenario de su natalicio cumplido el pasado 17 de marzo. El
libro incluye fotografías, notas periodísticas, partituras y hasta algunos
manuscritos originales que nos presentan un Nicandro Castillo (primer músico
mexicano que grabó huapango y sones), no sólo enamorado de su tierra, sino
también deseoso de hacerla famosa a través de sus canciones.
La primera edición de este libro data del 2003. Recuerdo
haber estado charlando con Enrique en la plaza principal de Atlapexco, en el
preciso momento en que recibió el primer ejemplar de aquella primera edición,
inmediatamente lo tomó en sus manos, abandonó la “interesantísima” platica que
yo le ofrecía, se sentó en una banca del jardín y a pleno sol de las 11 de la
mañana comenzó a revisar página por página.
Es con esa pasión con que Rivas Paniagua se
dedicó los últimos años a seguir compilando datos y materiales “nicandrianos”
para regalarnos un libro fundamental para entender el folklore musical
hidalguense.
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