Emiliano Páramo
Conocí a Pablo Cruz Villalba (Ciudad de México, 1992) en un “Slam de Poesía” en la Casa del Lago, donde entre un muy nutrido grupo de jóvenes poetas, subió al escenario dispuesto en los jardines del lugar, y dio una muestra de la mejor poesía que escuchamos esa tarde.
Poetas en la ciudad van y vienen: algunos enarbolando discursos “revolucionarios” para los que desde su vida personal no cuentan con el capital suficiente que sustente sus panfletos; otros prefieren el humor de pastelazo y la rima simple; algunos más, se enfangan en “experimentos” que dejan a la mayoría del respetable fuera de sus autoclaves rebuscadas; la lista es interminable, pero Pablo prefiere ocuparse de la poesía, y construye desde sus adentros, una obra afanada por entender el “origen” de los modos que tenemos para asistir a la vida, donde nacer y morir son sólo un trámite para hacer el amor en medio de la guerra. Aunque no es el concepto presocrático exacto el que discurro; no es sólo el principio temporal de lo que hablo al pensar en la obra de Pablo, sino también del espacial: el poeta explora el lugar y el momento justos dondeel tacto terminó fracturado en flores. Lejos del pregón barato de muchos, este poeta muy joven aún, levanta una obra sostenida en el ejercicio de ser hombre, en este mundo, donde no todos pueden preciarse de serlo con todas las letras.
Actualmente, Pablo es estudiante de Filosofía en la FFyL de la UNAM. Escribe desde su temprana edad. Participa constantemente en lecturas públicas de poesía y en encuentros de poesía en voz alta. Aunque tiene muy claras sus influencias, y las asume con honra, ha logrado muy pronto una voz propia que sin necesariamente retomar la de los poetas latinoamericanos de mediados del siglo XX que tanto ha releído, consigue limpiamente erigir sus propios signos y señales.
Ha escrito dos poemarios Disturbios y Taumatropo, ambos inéditos, y laplaquette Epigramas (2014) de reciente aparición y que, el próximo martes 8 de abril, presentará en uno de los planteles de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Ha publicado poemas en tres antologías (Somos poetas ¿y qué? Antología regional 1 – México D.F., México, (H) onda Nómada, 2011; Con otra voz, Washington, Latin Heritage Foundation, 2011 y Porciones creativas. Pluma, tinta y papel, Madrid, Diversidad Literaria, 2012) y en las revistas DanLudens (México) y Usina (Brasil). Obtuvo mención honorifica en el III Concurso internacional de poesía “El mundo lleva alas” (2012), y el tercer lugar del 2º Concurso de Poesía en Voz Alta de la FFyL y la Casa del Lago (2013), organizado por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.
El libro Epigramas de Pablo Cruz Villalba, es un intento por desentrañar la realidad entendida como símbolo. Un epigrama no se define como tal únicamente por ser sucinto; necesita algo más que lo separe simplemente de un poema corto. El epigrama se construye a partir de dos ideas fundamentales: la argucia y la brevedad. Por ello, el epigrama tiende a una forma hipercondensada en la que sin embargo no queda inconclusa la premisa que le da génesis. La precisión es la característica prototípica del epigrama, y es justamente precisión lo que cohesiona los poemas de Pablo Cruz Villalba.
Hay ocasiones en las que el desdoblamiento de la escancia del poema resulta en algo inabarcable en dos o tres versos; precisión no es limitarse a un máximo determinado de versos para aparentar una profundidad concentrada, sino experimentar con los alcances de esa significación hasta llegar al punto en el que la premisa esté plenamente desarrollada sin diluirse.
La primera parte del libro es una propuesta en pos de contemplar la realidad desde otros ojos. Estos epigramas hablan sobre las impresiones del autor sobre uno de sus viajes; sobre los detalles ocultos y curiosos de la cotidianidad que, por lo general, pasan desapercibidos. La segunda parte transita cronológicamente por una historia de amor que terminó mal. Una historia que, como diría Pablo, se pasó del amor a la obsesión, de la obsesión al discurso, del discurso a la excusa, y de la excusa al recuerdo.
Sin duda, la palabra de Pablo Cruz Villalba, será muy pronto un referente obligado entre lo mejor de la novísima literatura mexicana, levantada como señal en el Parnaso, para revelar los territorios de lo humano.
Jamädi…
Contacto:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario