Jim
Harrison
Yo estaba
allí, en un cuarto, en una villa,
cerca del
río, cuando la luna cayo dentro
del marco
de la
ventana y quedó atrapada por largo rato.
Yo estaba
temeroso pero boca abajo
cuando
mis oraciones cayeron del techo.
Nuestro
pequeño perro Jaques dio un salto al
sofá
cerca de
la ventana, encaramado en el respaldo
liberó la luna que enfilaba al sur.
Apenas el
amanecer ocupó el verde jardín,
vi a una
niña que paseaba más allá
de las vías del tren, en un hermoso caballo blanco
con las
patas traseras envueltas en listón rojo;
sobre la
cabeza de ella había montañas cubiertas de nieve.
Decidí que nacimos para ser agua corriente, no hielo.
Del libro "Songs of Unreason"
Version
de Abraham Chinchillas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario