La mayoría de los autores coinciden en que, escribir para niños, resulta ser una empresa por demás compleja y arriesgada, dada la exigencia del pequeño lector; sin embargo, estoy seguro que es un sueño por todos acariciado.
Resulta por demás interesante que uno de los escritores hidalguenses más veteranos y prolíficos, Gonzalo Martré, explore la literatura para niños en su madurez creavtiva. “El abuelo, la cigarra y la hormiga”, libro editado reciente y bellamente por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, reconoce no solamente la trayectoria de un gran escritor como Martré, sino también a un público lector tan poco atendido por los vates hidalguenses: la niñez.
En una docena más un cuento, don Gonzalo, nos regala una celebración de la vida, invitando con cada historia a que los pequeños exploren y disfruten el mundo que los rodea, que busquen los colores, los sabores, los olores de esos personajes que habitan en cada texto; completando el disfrute con divertidas ilustraciones de Blanca Cecilia Macedo.
El libro lleva como subtítulo “Cuentos para niños faltos de apetito y niños aventureros”, ideal para leer entre comidas y después de clases.
Disponible en la red de librerías EDUCAL.
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