Ricardo Venegas
Regresa de los vientos del otoño
El niño en la ventana de hospital
recuerda el día en que lo aislaron,
desde el octavo piso
les mostró a sus hermanos
el cartel de un ratón.
Último día en casa,
su espalda dormitaba
en agua tibia.
La madre llegó tarde
con su frasco,
el alivio bendito
del templo de las llagas.
Usamos el rosario para dejarlo ir.
La casa oscureció.
Pasaban el fariseo y el morboso
a contemplar al muerto,
a tomar café,
a bendecir lo que no habían perdido.
Aquella tarde
dejé una bolsa de dulces
en el brazo de mi hermano.
El viaje hacia la luz
podría ser la ensoñación
de un caramelo.
(La Pájara Pinta 26, 2007)
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