Jesús Alejo
El homenaje a Carlos Fuentes para celebrar sus 80 años de vida inició sin su presencia: se había dicho que el escritor estaría en todas las actividades del festejo, pero su encuentro con la Universidad Nacional Autónoma de México quedó postergado con su ausencia en la inauguración del Coloquio Internacional “La región más transparente: 50 años después”, aun cuando se espera su asistencia a la clausura del encuentro académico. Es una reunión de especialistas de la obra de Fuentes provenientes de distintas partes del mundo, cuya finalidad es “lograr un diálogo académico y crítico sobre la obra del renombrado escritor, indiscutiblemente una de las glorias de la literatura mexicana”, según Mercedes de la Garza, directora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, entidad organizadora del coloquio. “Fuentes es el escritor mexicano vivo de mayor valía, uno de los más grandes que ha habido en nuestra historia y decisivo en el surgimiento del llamado boom latinoamericano, como pensó José Donoso. “Su cultura universal, su peregrinaje por el mundo, le permiten ver desde fuera, en perspectiva —mirada esencial para comprender— lo nacional, los avatares de la historia, la multifacética y surrealista Ciudad de México, la psicología de los distintos componentes del tejido social en la gran obra que ahora celebramos.” El homenaje a Fuentes se inició con una reflexión académica enfocada a La región más transparente —“una novela parteaguas, modificadora del género novelesco. Fundacional”—, en la que participarán alrededor de 120 ponentes, de distintas partes del mundo.La novela apareció en 1958, por lo cual también se festejan sus 50 años de publicada: una primera novela en la que, en palabras de Sealtiel Alatriste, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, la creación del protagonista de la obra, Ixca Cienfuegos, consolidó el estilo narrativo de Fuentes. “Ixca desplaza su conciencia desde un trasfondo mágico a la reflexión revolucionaria del presente de su país, y siendo tan mexicanos, tal vez el personaje más entrañable para los lectores no mexicanos de Carlos Fuentes. La región abrió el camino de su éxito internacional, inmediatamente fue aclamada como una de las grandes novelas del medio siglo y mostró la compleja realidad de la Ciudad de México.” La historia, el tiempo, la mujer, la revolución, la identidad y, en especial esta urbe, forman parte de las distintas reflexiones del coloquio, en el cual se busca reflexionar en torno a Fuentes el escritor, el lector y el político. “La pluralidad que caracteriza a nuestra universidad”, de acuerdo con Estela Morales, coordinadora de Humanidades de la UNAM, “constituye un marco adecuado para un hombre de nuestro tiempo, que ha dedicado su atención a la interpretación de la sociedad mexicana y al acontecer internacional.” Lección de civilidadLa conferencia magistral de apertura estuvo a cargo de Julio Ortega, catedrático de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, quien destacó no sólo la literatura de Fuentes, sino su influencia en las letras latinoamericanas. “Entre los escritores de hoy es el más contemporáneo, en la medida en que pocos son más independientes y menos predeterminados. Gracias a esa libertad crítica, a su vocación trashumante y a su trabajo enfático, ha contribuido a diversificar la escena pública del escritor latinoamericano, liberándola de sus diversos énfasis ideológicos y sanciones autoritarias.” Pero sobre todo, dijo el encargado de la introducción de la Obra Reunida de Carlos Fuentes, publicada por el Fondo de Cultura Económica, no ha cesado de inquietar nuestro diálogo con la literatura, al renovar sus términos, ampliar sus expectativas y hacernos parte de sus riesgos y aventuras. “En la obra de Fuentes, el escritor latinoamericano adquirió la independencia de su oficio y su mayor libertad creativa. Fuentes no se ha sacrificado a la política, ni ha hecho de sus opciones tribunales de sanción, todo lo contrario. Para él las convicciones son parte del diálogo y sus demandas se ejercen a nombre de la razón y nunca de la mera voluntad de poder.” Para Julio Ortega, esa independencia crítica es una lección de civilidad: una persona plural, cuyo centro es la literatura. Pocos personajes se dan el lujo de tener un homenaje con duración cercana al mes; pocos escritores tienen la posibilidad de reunir en torno suyo a autoridades que, por lo general, trabajan cada uno en su ámbito —como sucede con los gobiernos federal y del Distrito Federal. Muy pocos pueden sentar en una mesa a Gabriel García Márquez, Nadine Gordimer, Nélida Piñón Juan Goytisolo, Felipe González o Juan Ramón de la Fuente, y mucho menos ofrecer una charla en el Auditorio Nacional.Carlos Fuentes logró todo lo anterior en la celebración del 80 aniversario de su nacimiento, para la cual hasta se creó un comité organizador coordinado por Jorge Volpi —director de Canal 22— y Enrique Márquez —coordinador de los festejos del bicentenario del Gobierno del Distrito Federal.Nacido en Panamá, el 11 de noviembre de 1928, Carlos Fuentes pasó casi toda su primera juventud fuera de México, debido a los encargos diplomáticos de su padre, embajador de México en Panamá, Ecuador, Brasil, Chile, Argentina y Estados Unidos.
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