Notas de un viaje a Tepeji

No había tenido la oportunidad de comentar mi reciente viaje a la ciudad de Tepeji del Río. Después de un largo viaje de tres horas en autobús, llegue por fin a Tepeji. Al principio creí que todo el pueblo había salido a recibirme, pero el desencanto llegó cuando me di cuenta de que el tumulto se debía a un desfile escolar. Al poco rato pude encontrarme con Octavio Jiménez quien me dio un recorrido por las maravillosas exposiciones de la Feria a la que asistíamos y como siempre me regaló momento s de exquisita charla. Al cabo de un rato llegó el maestro José Antonio Zambrano y dimos rienda suelta a la presentación de La lluvia probablemente y otros relatos hiperbreves. Hubo mucha gente y fue realmente placentero para mí poder hablar de mi trabajo narrativo. Al terminar firmamos algunos libros, charlamos un poco más con los asistentes y degustamos una deliciosa cena que para mi era apenas el desayuno. Volví a casa en un viaje de otras tres horas por carretera, con el buen sabor de boca de haber compartido un rato con grandes amigos.

Quiero agradecer:
A Octavio por invitarme e insistirme lo suficiente para visitar Tepeji por cuarta ocaciòn; así como por los comentarios –inmerecidos por supuesto– sobre mi libro.

A José Antonio Zambrano por su ejemplo y por lo que comenta sobre mi persona y mi trabajo literario, inmerecidos elogios por supuesto; por rescatar dos ejemplares de Perro que huye.

A ambos por su amistad y apoyo; por compartir sus sueños y proyectos literarios conmigo.

A Paty por su saludo telefónico, la Troyana quiere ir a saludarte personalmente.

A los más de 20 asistentes a la presentación, por interesarse en la literatura que se hace en Hidalgo.

A las personas que adquirieron el libro y me pidieron firmarlo.

A Lupita por asistir, desconocerme por falta de barba y regalarme su libro.

A las personas que amablemente nos prepararon de cenar unas deliciosas enchiladas.

A todos muchas gracias.

Para terminar les dejo un par de fotografías.

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Firmando libros, Octavio Jiménez de pie.

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Octavio Jiménez, Abraham Chinchillas y José Antonio Zambrano