Jesús Alejo / Milenio
Al fin organizada por la Facultad de Ingeniería de la UNAM, hace unos años se realizó un estudio para conocer la capacidad del Palacio de Minería durante la feria del libro: la conclusión fue que un máximo 140 mil visitantes.
El encuentro editorial no puede crecer. Entonces, ¿cuáles son los retos para una feria ya consolidada?, se le pregunta a Fernando Macotela, director de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería: “Mantener su nivel de calidad”.
“Cada feria tiene un perfil diferente, por lo cual no cabe una comparación con otras. Hace cinco años se le planteó a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) cambiar la sede y les presentamos cinco escenarios diferentes […]. El entonces portavoz de la cámara les dijo ‘si quieren irse a otro lado, les deseamos buena suerte. Nosotros nos queremos quedar en Minería’.”
A partir de la imposibilidad de propiciar el crecimiento físico de la feria, que el año pasado recibió a alrededor de 125 mil visitantes, lo más importante para los organizadores ha sido incrementar la cantidad y calidad de su programa cultural, en esta ocasión conformado por más de 850 actividades.
“Eso no significa que el año que entra va a haber mil 100 actividades culturales y al siguiente más, porque ya nos sentimos completos. Nuestro reto es estar alertas, saber cuáles son las novedades, atender igual el homenaje a los escritores consagrados como a los nuevos autores. No digo que con el tiempo no se den cambios, pero el Palacio de Minería ya es un símbolo y a la gente le gusta venir aquí”, recalcó Macotela durante la presentación del programa de la 39 edición de la feria, encabezada por la gobernadora de Zacatecas, Amalia García Medina.
Más de 600 sellos editoriales estarán representados en la Feria de Minería, con una asistencia estimada de 125 mil personas, lo que la convierte en un encuentro editorial autosustentable, que no usa recursos de la UNAM: los cerca de ocho millones de pesos de presupuestos provienen de los ingresos por entradas y la renta de los pabellones.
Al fin organizada por la Facultad de Ingeniería de la UNAM, hace unos años se realizó un estudio para conocer la capacidad del Palacio de Minería durante la feria del libro: la conclusión fue que un máximo 140 mil visitantes.
El encuentro editorial no puede crecer. Entonces, ¿cuáles son los retos para una feria ya consolidada?, se le pregunta a Fernando Macotela, director de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería: “Mantener su nivel de calidad”.
“Cada feria tiene un perfil diferente, por lo cual no cabe una comparación con otras. Hace cinco años se le planteó a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) cambiar la sede y les presentamos cinco escenarios diferentes […]. El entonces portavoz de la cámara les dijo ‘si quieren irse a otro lado, les deseamos buena suerte. Nosotros nos queremos quedar en Minería’.”
A partir de la imposibilidad de propiciar el crecimiento físico de la feria, que el año pasado recibió a alrededor de 125 mil visitantes, lo más importante para los organizadores ha sido incrementar la cantidad y calidad de su programa cultural, en esta ocasión conformado por más de 850 actividades.
“Eso no significa que el año que entra va a haber mil 100 actividades culturales y al siguiente más, porque ya nos sentimos completos. Nuestro reto es estar alertas, saber cuáles son las novedades, atender igual el homenaje a los escritores consagrados como a los nuevos autores. No digo que con el tiempo no se den cambios, pero el Palacio de Minería ya es un símbolo y a la gente le gusta venir aquí”, recalcó Macotela durante la presentación del programa de la 39 edición de la feria, encabezada por la gobernadora de Zacatecas, Amalia García Medina.
Más de 600 sellos editoriales estarán representados en la Feria de Minería, con una asistencia estimada de 125 mil personas, lo que la convierte en un encuentro editorial autosustentable, que no usa recursos de la UNAM: los cerca de ocho millones de pesos de presupuestos provienen de los ingresos por entradas y la renta de los pabellones.
Respaldo a la ley del libro
A desarrollarse del 21 de febrero al 2 de marzo, la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería tendrá como estado invitado a Zacatecas, de ahí que buena parte de las actividades vayan a ser dedicadas a la poesía y, en especial, a Ramón López Velarde, aun cuando también estará la obra de Fernando Pessoa, Manuel José Othón, César Vallejo y Octavio Paz, entre otros; además de realizarse 60 recitales, con la presencia de unos 50 poetas.
De acuerdo con la gobernadora de Zacatecas, Amalia García Medina, el encuentro es la mejor oportunidad para dar a conocer la riqueza cultural y artística del estado, uno de sus activos más importantes dadas las carencias de su territorio y la marginación en la que viven algunos de sus habitantes.
Al dar cuenta de la importancia que tiene la lectura dentro de su programa de gobierno, García Medina recordó que en zonas marginadas se ofrece un servicio de cocinas populares y en cada una de ellas hay libros, con la idea de buscar un primer acercamiento a la lectura.
Quizá por ello, la gobernadora aprovechó la ocasión para brindar su respaldo a la Ley del Libro y la Lectura, e hizo un llamado al Congreso de la Unión a fin de destrabar una propuesta que contribuirá a impulsar a la industria editorial mexicana.
Música, cine y literatura serán los representantes de Zacatecas, siendo el homenaje a Amparo Dávila una de sus actividades fundamentales, si bien la presencia de López Velarde y su poesía se convertirán en el eje de su programa.
Juan José Arreola, Renato Leduc, Joao Guimaraes Rosa, Cesare Pavese, Laura Méndez de Cuenca, Guillermo Prieto y Efrén Hernández serán algunos de los autores recordados durante la feria, amén de homenajes a Doris Lessing, Sergio Fernández y Amparo Dávila.
Se contempla la presencia de Cibeles, hija de Andrés Henestrosa, a fin de platicar acerca de la biblioteca de su padre, en un encuentro que tendrá a la poesía como protagonista.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario